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Los problemas migratorios no dejan tranquilo a Italia y, posiblemente, no lo hagan en todo el verano, cuando el clima motiva a miles de migrantes a tratar de atravesar el Mediterráneo para llegar a Europa. Hoy el gobierno italiano anunció que permitirá el desembarco de 67 inmigrantes rescatados en las costas de Libia central por una nave privada y después transferidos a otra embarcación de la Marina, tras constatar que dos habían amenazado a la tripulación. Los inmigrantes fueron salvados el pasado domingo por el barco Vos Thalassa, que presta servicio a una plataforma petrolífera, anticipándose a la intervención de los guardacostas libios, que ya habían sido alertados.
Desde Roma se prohibió en un principio el desembarco del Vos Thalassa, pero finalmente los inmigrantes fueron transbordados a la nave Diciotti de la Guardia Costera italiana pues algunos "ponían en peligro la vida de la tripulación", del mercante. Al parecer, al comprobar que la embarcación ponía rumbo al sur, algunos inmigrantes empezaron a ponerse nervioso y a pedir explicaciones a la tripulación del Vos Thalasa, según "Il Corriere della Sera", que muestra las comunicaciones enviadas desde a bordo.
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El ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, confirmó a los medios que la nave Diciotti llegará a un puerto italiano en las próximas diez o quince horas, aunque aún se desconoce a cuál. Y sobre esta decisión ha informado al ministro de Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, que se negaba a dar puerto, y le ha indicado que era por una razón de "orden público".
Por otro lado reveló que probablemente habrá detenciones contra quienes trataron de amotinarse en la nave Vos Thalassa. Salvini también dijo que "si alguno ha hecho algo que sobrepasa la ley, si desembarca acabará en la cárcel y no en un centro de acogida" para inmigrantes.
Entre los hombres, mujeres y niños, 4 son de Argelia, uno de Chad, uno de Bangladesh, dos de Egipto, uno de Ghana, diez de Libia, cuatro de Marruecos, uno de Nepal, 23 de Pakistán, siete de Palestina, doce de Sudán y uno de Yemen. Los dos que han sido acusados de amenazar a la tripulación que los había acogido inicialmente provienen de Gana y Sudán.
Este nuevo episodio de rescate de inmigrantes en el Mediterráneo se produce después de que Salvini anunciase que en el próximo consejo informal de la Unión Europea (UE) en Innsbruck (Austria) pedirá que no atraquen en Italia los barcos que participan en las misiones internacionales presentes en el Mediterráneo. Salvini publicó esta declaración en su página Facebook, después de que un grupo de 106 inmigrantes desembarcara ayer en el puerto de Messina, en la isla italiana de Sicilia, tras ser rescatados en el Mediterráneo por un barco irlandés que participa en la misión europea Eunavformed Sophia.
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El ministro ya ha prohibido cualquier desembarco de inmigrantes rescatados por las ONG. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Italia expresó su "preocupación" por el caso de estos 67 inmigrantes y recordó que "el socorro en mar es un principio demasiado importante como para ser puesto en riesgo".
"La prioridad debe ser salvar vidas y garantizar la asistencia inmediata a las personas que afrontan estos peligrosos viajes. ACNUR renueva su llamamiento a los Estados para que establezcan un mecanismo regional de desembarco seguro y previsible, y tras esto, una adecuada forma de compartir la responsabilidad", se lee en un comunicado.