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La apuesta publicitaria de Volodimir Zelenski en Europa

El presidente ucraniano visitó Londres y París, y se espera que próximamente llegue a Bruselas pare reunirse con los líderes de la Unión Europea. En momentos en los que se está especulando sobre una nueva avanzada rusa, el mandatario realizó su segundo viaje por fuera de Ucrania en casi 12 meses de guerra, lo cual algunos analistas interpretan como una jugada mediática para buscar más apoyo militar para Kiev.

María José Noriega Ramírez
09 de febrero de 2023 - 01:00 a. m.
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Volodimir Zelenski llegó en helicóptero a Lulworth Camp, Dorset, en el sur de Inglaterra, para encontrarse con las tropas ucranianas que están siendo entrenadas por el Ejército británico. Junto a él estaba el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak. Pero esa no fue la única imagen que dejó a su paso: ante los miembros de la Cámara de los Comunes y de los Lores, en Westminster Hall, además de haber hecho un llamado al Reino Unido para que suministre aviones de combate a Ucrania, le entregó a Lindsay Hoyle, presidente de la Cámara de los Comunes, el casco de un piloto de combate en el que se lee: “Tenemos libertad. Danos las alas para protegerla”.

También, el personal de Downing Street, rompiendo los protocolos, lo saludó con aplausos y en una audiencia privada, en el Palacio de Buckingham, compartió con Carlos III en la Sala 1844, donde, a lo largo de media hora, hablaron sobre la guerra y el papel que han tenido los británicos en el apoyo a Kiev. Zelenski dijo que “fue un honor” estar ahí y el rey aseguró: “Todos hemos estado preocupados por ti y pensando en tu país durante mucho tiempo”.

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“La visita presencial tiene efectos publicitarios y busca persuadir”, dice Óscar Guardiola-Rivera, analista de derecho y de relaciones internacionales de la Universidad de Londres. “El ‘regalo’ que le llevó a Hoyle es el tipo de gesto persuasivo que él sabe manejar”, agrega el también columnista de este diario, quien considera que el objetivo de la visita de Zelenski fue convencer al Reino Unido de que sirva de mediador ante Estados Unidos para que este último, además de la OTAN, le de acceso a unos jets de combate. “Gran Bretaña ha ofrecido entrenar pilotos -una suerte de mensaje para la Alianza Atlántica- pero al tiempo ha sido cauteloso al hablar de los aviones de combate como un ‘plan de largo plazo’”.

Por lo pronto, se sabe que Sunak le pidió a su secretario de defensa que investigue qué aviones podría dar Londres a Kiev y que Ben Wallace, según el portavoz oficial del primer ministro, está considerando “activamente” el suministro de aviones británicos a Ucrania. Esto ya causó una respuesta por parte de la Embajada rusa, la cual afirmó que tal movimiento tendría “consecuencias políticas y militares para el continente europeo y el mundo entero”, según informó la agencia de noticias Tass.

Vladimir Rouvinski, profesor de la Universidad Icesi, también considera que la visita fue una oportunidad para Zelenski de usar los medios de comunicación de uno de los aliados más fuertes de Ucrania a su favor, pues aquel está mostrando que puede tener intenciones de ir más allá, ofreciendo, posiblemente, aviones, “lo que sería un ‘game changer’ en el teatro de la guerra”. Más aun, cree que su llegada al Reino Unido, además de mostrar que tiene la confianza de que puede abandonar a Ucrania cuando se está especulando sobre un nuevo avance ruso, pretende ir más allá de esa normalización de la confrontación bélica. “La guerra ha durado mucho tiempo y el público, incluso en Europa, se está acostumbrando a esas noticias. Esta visita busca romper esa costumbre de la guerra y, otra vez, llamar la atención sobre la situación, que sigue siendo muy grave”.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, se reunieron con los miembros de las Fuerzas Armadas de Ucrania que están siendo entrenadas por el Ejército británico para usar un tanque de batalla principal Challenger 2. El punto de encuentro fue Lulworth Camp, en la costa sur de Dorset, Inglaterra.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el primer ministro británico, Rishi Sunak, se reunieron con los miembros de las Fuerzas Armadas de Ucrania que están siendo entrenadas por el Ejército británico para usar un tanque de batalla principal Challenger 2. El punto de encuentro fue Lulworth Camp, en la costa sur de Dorset, Inglaterra.
Foto: EFE - HOLLIE ADAMS / POOL

“El presidente está buscando conseguir todo aquello que le permita al país seguir existiendo”, afirma el internacionalista Jesús Agreda Rudenko. “Sin embargo, está claro que lo que está pidiendo es algo extremadamente difícil. El caso de los aviones, como lo evidencia la respuesta del Gobierno ruso al Gobierno británico, es un tema extremadamente sensible, que más que elevar el riesgo de una escalada, acerca a los ‘donantes’ de esas armas más avanzadas a un posible enfrentamiento con Rusia, que es algo que todos ellos quieren evitar”. El también docente de la Universidad Javeriana y del Rosario interpreta que, como la guerra ha estado en un punto muerto, Zelenski ha tenido mayor margen de maniobra, además de que está aprovechando su carisma y personalidad para agradecer el apoyo de sus aliados, pero también para enfatizar en por qué ese apoyo sigue siendo esencial para todos, no solo para Kiev.

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Ahora bien, Rouvinski cree que, en medio de la crisis del Brexit y con su propia idea de ser diferente a la Unión Europea, el Reino Unido también busca fortalecer su identidad, y Ucrania parece ser útil en ese sentido. Sin bien ya no hace parte del bloque de países, sí es parte del mundo europeo, donde Ucrania es un tema central, y al no tener las limitaciones de los países miembros con respecto a la política exterior, Londres tiene más margen de maniobra y parece estar dispuesto a ir más allá, ganando protagonismo en esta nueva década del siglo XXI. Después de todo, como lo dice Guardiola-Rivera, Ucrania es uno de los pocos temas que permite unir a Tirios y Troyanos.

Pero Zelenski no solo se limitó a Londres, sino que llegó a París para reunirse con Emmanuel Macron, quien se enfrenta a unas fuertes manifestaciones en contra de la reforma pensional que impulsa, y con Olaf Scholz, canciller de Alemania. Después viajará a Bruselas para participar en una cumbre de la Unión Europea. “Francia, con su presidente, ha tratado de ser un puente entre Occidente y Rusia, pues ese lazo se ha ido rompiendo después de la salida de Angela Merkel, quien posiblemente fue la única persona que pudo hablar con Putin y con quien Putin estuvo dispuesto a hacerlo. En el caso de Macron, Francia está tratando de fortalecer su protagonismo en la arena internacional, es un asunto europeo, y Alemania, con su nuevo canciller, ha perdido un poco esa centralidad. Ahí, Macron tiene una ventana de oportunidad, pero el problema es que, aparentemente, para el mandatario ruso, él no es un actor de peso. Ahora bien, el dirigente francés todavía tiene la posibilidad de ser un mensajero, sin arriesgarse políticamente”, dice Rouvinski.

Guardiola-Rivera añade que este viaje de Zelenski se debe leer bajo la declaración del ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, sobre el próximo envío de tanques a Ucrania. Según lo comentó el jefe de la cartera, hasta 178 “Leopard 1A5″ pueden ser entregados a Ucrania: se espera que para el verano lleguen cerca de 25 y que para fin de año Kiev tenga 80. A esto se suma la entrega de 14 tanques “Leopard 2″, prevista entre marzo y abril. “Esto significa un escalamiento de las hostilidades y la pregunta que todos se hacen, pero que nadie contesta, es: ¿en dónde acabará esto?”, agrega Guardiola-Rivera.

Con respecto a cómo se transforma el panorama de la guerra, añadió: “Lo que cambia es el intento por parte de Ucrania de mover, una vez más, la ‘línea roja’: en este caso, lograr que el Reino Unido, y a través suyo la OTAN y Estados Unidos, le de acceso a aviones F-16 de combate, lo que implicaría tener que protegerlos contra la batería antiaérea dentro del territorio ruso. Eso cambiaría todo”.

Según Rouvinski, esto también se puede leer como un intento de mostrar la unión de los europeos con Ucrania, de cara a la posible ofensiva rusa de la que se está hablando. “En últimas, yo mantengo mi posición de que lo que busca Putin es lograr una tregua, pero él necesita una victoria simbólica que se pueda mostrar en la televisión rusa y que demuestre que Rusia no está perdiendo, sino que está ganando. La guerra pronto cumplirá un año y va a llegar la primavera, lo que dificultará una ofensiva terrestre por las condiciones climáticas”. De alguna forma u otra, esto será un punto clave en la guerra.

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