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Después de la llamada que sostuvieron Joe Biden y Vladimir Putin por las crecientes tensiones en Ucrania, es evidente que el camino diplomático para salir de la crisis es estrecho, pero aun así sigue siendo la estrategia principal para mediar entre Washington, Moscú y Kiev. Esta semana se espera que el canciller alemán viaje a las ciudades capitales de Rusia y Ucrania, luego de que la semana pasada visitara la de Estados Unidos. Entre tanto, se está a la espera de la llamada que el presidente estadounidense sostendrá con el primer mandatario ucraniano, Volodymyr Zelenskiy.
¿Cuál es la postura de Alemania?
“Es nuestro trabajo asegurarnos de evitar una guerra en Europa, en el sentido de que enviamos un mensaje claro a Rusia de que cualquier agresión militar tendría consecuencias que serían muy altas para el país y sus perspectivas, y que estamos unidos con nuestros aliados”, dijo el canciller Olaf Scholz a la cámara alta del Bundestag, el Parlamento de Alemania, el viernes.
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En ese orden de ideas, un funcionario del gobierno alemán le dijo a Reuters que “el canciller dejará claro que cualquier ataque a Ucrania tendrá graves consecuencias y que no se debe subestimar la unidad entre la Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña”. Scholz le dirá a Putin que la acumulación de tropas “solo podría interpretarse como una amenaza”, dijo la fuente, agregando que “no espero resultados concretos, pero estas conversaciones directas son importantes”.
Ahora bien, la posición de Alemania frente a la crisis en Ucrania ha dado de qué hablar. Por ejemplo, el embajador ucraniano en Berlín, Andrij Melnyk, acusó al país de “hipocresía” por su negativa a suministrar armas defensivas a Kiev. “Hipocresía de Alemania: sin armas para la autodefensa de Ucrania contra la invasión militar rusa, pero 366 millones de euros en exportaciones alemanas de productos de doble uso a Rusia solo en 2020, que pueden destinarse a impulsar la producción de armas”, escribió el diplomático en Twitter.
German Hypocrisy
— Andrij Melnyk (@MelnykAndrij) February 13, 2022
👉🏻NO weapons for Ukraine‘s self-defence against Russian military invasion
BUT
👉🏻 366 million € (!) 🇩🇪exports of dual-use goods to Russia in 2020 alone which can be destined to boost weapons production (Nr. 4 on export list). Irrespective of EU santions‼️ https://t.co/LsxfSw7wUI
Estas declaraciones se leen a la luz de la postura alemana de no enviar armamento letal en medio de la crisis. Y es que la secretaria de Defensa, Christine Lambrecht, afirmó el mes pasado que el país estaba suministrando 5.000 cascos y capacitación médica a Ucrania, pero “el gobierno alemán ha acordado, muy claramente, que no enviaremos armas letales ni entregas de armas a las áreas de conflicto, pues no queremos alimentar más estas disputas”.
¿La diplomacia está funcionando?
Según se lee en el artículo “Por qué la diplomacia de Occidente con Rusia sigue fallando”, publicado por Anne Applebaum en The Atlantic, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están estancados en un juego diplomático del pasado, mientras que el poder de Rusia se está consolidando de otra forma.
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“Trágicamente, los líderes y diplomáticos occidentales que ahora intentan evitar una invasión rusa de Ucrania todavía creen que viven en un mundo donde las reglas importan, donde el protocolo diplomático es útil, donde se valora el discurso cortés. Todos ellos piensan que cuando van a Rusia, están hablando con personas cuyas mentes pueden cambiar por argumentos o debates. Piensan que a la élite rusa le importan cosas como su ‘reputación’. No es así. De hecho, cuando hablamos con la nueva generación de autócratas, nos enfrentamos a algo muy diferente: personas que no están interesadas en tratados ni documentos, personas que solo respetan el poder duro”, se lee en el artículo citado anteriormente.
Applebaum agrega: “Este terrible momento representa no solo un fracaso de la diplomacia, también refleja un fracaso de la imaginación occidental, de una generación de rechazo, por parte de diplomáticos, políticos, periodistas e intelectuales, a comprender en qué tipo de Estado se estaba convirtiendo Rusia y prepararse en consecuencia. Nos hemos negado a ver a los representantes de este Estado por lo que son. Nos hemos negado a hablarles de una manera que podría haber importado”.
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