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En la navidad de 2008, Kate Middleton le regaló a su entonces novio, el príncipe Guillermo, un nintendo Wii. Días después, fuentes del palacio de Buckingham le dijeron al medio The People que cuando la reina vio a su nieto divertirse con la consola luego de un almuerzo en Sandringham, ella rogó que la dejaran jugar.
Desde ese día, la reina se enganchó y Guillermo tuvo que compartir el Wii con su abuela. Según informaron, la reina jugó un juego virtual de bolos y, en adelante, se hizo casi adicta.
“Guillermo no podía parar de reir, impresionado por tener una abuela tan cool”, afirmó la fuente del palacio.
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No era la primera vez que la reina se unía a la revolución de la alta tecnología. En 2001, ella se hizo con su primer teléfono celular y, desde entonces, lo mantenía actualizado.
Cuando la noticia se hizo pública, la gerente de producto de la ahora inexistente empresa de videojuegos THQ, Danielle Robinson, consideró que se le presentaba una oportunidad de mercadeo. Sabía que el juego de bolos que la reina jugaba era ‘Big Family Games’, producto de su compañía que ella consideraba “el juego de Wii definitivo para que todos los miembros de la familia, desde los abuelos hasta los niños pequeños, jueguen juntos”.
Por eso, Robinson comisionó un Nintendo Wii de oro para regalárselo a la reina y, en efecto, se fabricó una consola especial de 24 quilates.
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“¡Esperamos que la reina y el resto de la Familia Real disfruten el juego!”, dijo la gerente para la CBS.
Sin embargo, el sitio web del Palacio de Buckingham establece que “por razones de seguridad, el Equipo de Correspondencia no puede aceptar ningún obsequio no solicitado que se envíe a la Reina”. El regalo nunca se recibió.
En 2017, luego de que THQ quebrara, la consola terminó con Donny Fillerup, de Utrecht, en los Países Bajos.
Fillerup se la compró a la empresa por la asombrosa cantidad de 300 mil dólares. Sin embargo, en 2021, la familia del nuevo dueño de la consola tenía problemas económicos, así que Fillerup decidió venderla en eBay por el mismo precio al cual la compró ofreciendo un certificado de autenticidad.
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