La semana pasada, Ucrania atacó por primera vez a Rusia en territorio ruso con misiles de largo alcance procedentes de Estados Unidos y el Reino Unido. Rusia respondió de inmediato con misiles aún más potentes. Esto se desató tras una decisión de Joe Biden en los últimos meses de su mandato: dio luz verde a Ucrania para algo que había estado pidiendo con insistencia: el derecho a utilizar misiles suministrados por EE. UU. —llamados Army Tactical Missile Systems (ATACMS)— contra objetivos en Rusia.
Los misiles occidentales
Por Céline Elber
Periodista de la agencia de noticias suiza Keystone-SDA-ATS. Para un proyecto de la Dirección Suiza para la Cooperación y el Desarrollo y la Escuela Suiza de Periodismo MAZ temporalmente en El Espectador.celine.elber@outlook.com
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