Coronación de Carlos III: los momentos clave de un día histórico

El rey Carlos III de Gran Bretaña con la corona del estado imperial y la reina Camila de Gran Bretaña, saludan desde el balcón del Palacio de Buckingham.

Foto: AFP - OLI SCARFF

Durante una solemne e histórica ceremonia religiosa, la primera en su tipo en 70 años en el Reino Unido, Carlos III fue investido este sábado como rey.

El sucesor de Isabel II, cuya coronación presenció el entonces príncipe Carlos siendo apenas un niño, fue ungido por el arzobispo de Canterbury como nuevo soberano y portó por primera y única vez la corona de San Eduardo.

Junto a Carlos, Camila, la reina consorte, también fue coronada, lo que en sí mismo representa una victoria para su ya conocida historia de amor. La ceremonia se ha prolongado cerca de dos horas, después de lo cual los nuevos reyes partirán hacia el Palacio de Buckingham a saludar al pueblo desde el balcón.

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El evento ha tenido cerca de 2.000 invitados, dentro de los cuales se encuentra miembros de la cúpula política británica, representantes diplomáticos de varios países y delegados. Por parte de Colombia, asistieron Verónica Alcocer, primera dama, y Álvaro Leyva, canciller.

🔴🔴🔴 Siga aquí el minuto a minuto de este día histórico, la segunda coronación británica transmitida en vivo.

El rey y la reina del Reino Unido saludaron al pueblo desde su balcón luego de ser coronados en la Abadía de Westminster.

Pese a la lluvia, cientos de personas se agolparon a las afueras del palacio de Buckingham para ver a Carlos III y a la reina consorte, Camila. En contraste, durante la procesión, tanto en Londres, como en otras ciudades del reino, se han presentado multitudinarias protestas antimonárquicas.

En al balcón, para el saludo, no se vio al príncipe Harry, cuya presencia (o ausencia) había creado expectativa en medio de las rupturas internas que en los últimos meses ha habido en la familia real debido al maltrato y discriminación que Harry y Meghan (quien no asistió a la coronación) dicen haber recibido por parte de la corona.

Tampoco apareció el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II, hermano de Carlos III, quien se apartó de todos los cargos honoríficos a raíza de su implicación en el escándalo del depredador sexual Jeffrey Epstein.

Con este saludo, se dan por terminados los eventos públicos con participación de los monarcas previstos para el día de hoy.

Los festejos, así como las protestas, continúan en las calles de todo el reino. Mañana, además, se llevará a cabo el concierto de coronación, que contará con artistas como Lionel Richie y, paradójicamente, sin ningún intérprete británico.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, felicitó el sábado al rey Carlos III y a la reina Camila por su coronación, y saludó la “larga amistad” entre sus dos pueblos, en un mensaje en su cuenta de Twitter.

“La larga amistad entre Estados Unidos y el Reino Unido es fuente de fortaleza para nuestros dos pueblos”, aseguró, al tiempo que se dijo “orgulloso” de que su esposa Jill represente al país en las ceremonias de Londres.

Los reyes Carlos III y Camila llegaron al Palacio de Buckingham, en donde se espera que saluden al pueblo desde el balcón. Una de las mayores expectativas es saber si Harry acompañará a la familia real en esta aparición.

Fueron bienvenidos con un saludo militar.

Los monarcas abordaron el carruaje dorado camino al Palacio de Buckingham, donde saludarán desde los balcones de la residencia real a su pueblo.

El trayecto estuvo acompañado por una procesión con toda la pompa real, rodeada de locales y turistas que presencian el momento histórico.

En total, 19 bandas militares, la representación de 33 naciones de la Mancomunidad, 250 caballos y 4000 efectivos de las fuerzas armadas custodiaron el desfile.

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Carlos III, Camila de Reino Unido y los asistentes recibieron la eucaristía, lo que marca el inicio del cierre de la ceremonia.

Mientras el monarca se retiraba, portando la corona imperial (ya no la de San Eduardo), el coro entonaba el himno “Dios salve al rey”. Este fue adaptado para el reinado de Carlos III, pues durante los 70 años en que Isabel II ocupó el trono, el himno rezaba “Dios salve a la reina”.

Una vez finalizada la coronación de Carlos, Camila Parker se sentó en el trono para recibir su corona.

“Que tu sierva Camila, que lleva esta corona, sea colmada de tu abundante gracia y de todas las virtudes principescas”, comentó el arzobispo antes de poner la corona en la cabeza de la nueva reina consorte.

Finalmente, rezó para que Camila “sea coronada con el grato favor; a través de Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

Guillermo, el heredero al trono en la línea de sucesión en Reino Unido, juró fidelidad y respeto al nuevo período monárquico de Carlos III.

Ante el pedido del arzobispo, todos los asistentes pronunciaron en la Abadía de Westminster: “Que el rey viva para siempre”.

Como parte de la última etapa de la coronación, Carlos III recibió la corona de San Eduardo. La corona es el último objeto que se le entrega al rey, ya que los cinco símbolos anteriores (el cetro, el obre, el guante, el anillo y la vara) le fueron entregados antes como preámbulo para que el nuevo monarca tenga un reinado “justo, misericordioso y sabio”.

Los miembros de la cúpula eclesiástica le entregaron a Carlos los cinco símbolos que debe tener un rey según la tradición.

“Recordad que los reinos de este mundo se han convertido en los reinos de nuestro señor y de Jesucristo”, mencionaron antes de darle a Carlos, ya sentado en el trono, los símbolos.

Estos objetos son:

-El orbe, el símbolo de poder terrenal.

-El anillo dorado, objeto que vincula a “Dios y rey; rey y pueblo”.

-Guante blanco, prenda para poder ejercer la autoridad y ejecutarla “bajo la misericordia de Dios”.

-El cetro real, un símbolo de “poder real y justicia”, supeditado a la misericordia.

-La vara de la equidad, que significa la relación entre “la alianza y la paz”.

Los miembros de la iglesia han cubierto a Carlos para ungirlo con los aceites sagrados. Este es considerado como el momento más sagrado de la coronación, pues demuestra el vínculo que tiene la corona británica entre la religión y los mandatos políticos en Reino Unido.

Así pues, las autoridades eclesiásticas le pusieron una túnica dorada a Carlos III y lo ungieron en las manos, el pecho y la cabeza. Esto con el fin de presentarse ante Dios en su forma más humana.

Es importante decir que en ningún momento de la historia se ha mostrado esta etapa de la coronación al público. Ni siquiera en la coronación de Isabel II, que fue televisada por millones de personas, se mostró este episodio considerado sagrado.

Antes de iniciar la unción con aceite sagrado, que es el momento más solemne e íntimo, el arzobispo de Canterbury se dirigió al rey Carlos III y a los demás invitados.

El arzobispo de Canterbury da unas palabras para el “rey de reyes”. En su discurso, dice a los invitados que la función del rey es el cuidado a los más vulnerables y la “conservación del mundo natural”. Como es tradición, esta autoridad eclesiástica remarca la importancia que tiene el rey en la sociedad, según el discurso.

Según las costumbres en el Reino Unido, el rey es el enviado especial de Dios en la tierra, por lo cual es el vínculo que existe entre el mundo terrenal y el mundo divino.

“El peso de la tarea que hoy se encomienda solo es soportable con el espíritu de Dios”, aseguró el arzobispo. Además, en la ceremonia se recalcó la importancia que tiene Carlos en su tarea de tener que cumplir no solo las leyes de los países a los que ya juró proteger, sino además respetar las “leyes divinas” de Dios.

“Con la opción del espíritu santo, el rey recibe lo que nadie más puede mediante la tiranía, el poder o la guerra”, concluyó.

El jefe de Gobierno de las islas británicas se dirigió a los invitados y los miembros de la iglesia para leer un fragmento de la Epístola a los Colosenses, un fragmento del Nuevo Testamento en que pide sabiduría y templanza para el nuevo reinado.

“No dejamos de orar por vosotros y de pedir que consigáis un conocimiento perfecto de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual”, mencionó Sunak.

Sentado en el histórico trono de madera en que más de una decena de monarcas han estado, Carlos aceptó gobernar y respetar “por y para todos los miembros del reino”. Esta etapa se le conoce como el juramento, un momento en que el rey promete un reinado en que acatará las leyes de los cuatro países que conforman el Reino Unido y las demás naciones que conforman la Commonwealth.

También juró ser el defensor de la iglesia anglicana, aunque prometió defender otros credos. “Todo lo que hasta aquí he prometido lo cumpliré con la ayuda de Dios”, aseguró Carlos III.

Vale la pena recordar que este es un acto simbólico, pues cuando Carlos accedió llegar al trono ya había hecho este juramento.

En la Abadía de Westminster, los asistentes y los miembros de la iglesia británica empezaron el proceso de reconocimiento. Un episodio en que varias autoridades eclesiásticas mencionan oraciones a las que el público contesta: “Dios salve al rey Carlos”

Carlos, a su vez, se giró cuatro veces en referencia a los cuatro puntos cardinales, sobre los cuales debe gobernar una vez termine la ceremonia.

Carlos III y Camila Parker ingresaron a la Abadía de Westminster para dar inicio a la coronación. En esta instalación, tanto el rey como la reina consorte deberán ser reconocidos por los invitados y la cúpula eclesiástica como reyes.

Como inicio de la ceremonia, Carlos III se dirigió frente a los asistentes y mencionó unas palabras. “He venido no a que me sirvan, sino a servir”, mencionó el nuevo rey en la Abadía.

Después del recorrido en la carroza, Carlos III y Camila llegan a la Abadía de Westminster, donde se dará inicio a la primera etapa de la coronación: el reconocimiento. El rey y la reina consorte deben pasar frente a los más de 2.000 invitados y la cúpula eclesiástica británica para que sean reconocidos como soberanos.

Llega el príncipe Harry. Su llegada era uno de los mayores enigmas del evento de hoy. Como estaba previsto, llegó sin su esposa, Meghan Markle.

Se sabe que el hijo menor de Carlos y la fallecida princesa Diana no formará parte del protocolo oficial; sin embargo, crea expectativa si aparecerá o no en el balcón al final de la coronación con el resto de la familia.

Con la característica puntualidad inglesa, Carlos y Camila partieron del Palacio de Buckingham, con destino a la Abadía de Westminster, como estaba previsto, a las 10:20 de la mañana hora de Londres. Se espera que puntualmente la ceremonia se inicie a las 11 a. m.

En medio de fuertes medidas de seguridad, los nuevos monarcas asisten a la investidura que será presidida por el arzobispo de Cantebury y a la que el rey y la reina son los últimos en llegar.

Vea aquí el recorrido que hacen los soberanos:

La oenegé de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch condenó el sábado la “alarmante” detención por la policía londinense de varios activistas que pretendían manifestarse contra la coronación de Carlos III.

“Es algo que esperaríamos ver en Moscú, no en Londres”, afirmó Yasmine Ahmed, directora de HRW UK, calificando de “increíblemente alarmante” la detención de una veintena de personas. “Las protestas pacíficas permiten pedir cuentas a quienes están en el poder, algo a lo que el gobierno británico parece ser cada vez más reacio”, agregó.

Los príncipes Harry, hijo menor de Carlos III y Andrew, hermano del rey alejado de la vida pública tras un escándalo sexual, fueron invitados a la coronación del monarca pero sin ningún papel oficial, confirmó este sábado el Palacio.

El duque de Sussex, Harry, y el duque de York, Andrew, ya no son miembros activos de la familia real británica, el primero desde su marcha voluntaria a Estados Unidos con su esposa Meghan en 2020, lo que causó una enemistad con la familia real. Y el segundo, tras caer en desgracia tras a raíz de acusaciones de agresión sexual a una menor hace años.

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El jefe del grupo antimonárquico Republic, Graham Smith, y otros organizadores fueron arrestados apenas dos horas antes del inicio de la coronación de Carlos III. Según informó el diario británico The Guardian, el grupo adelantaba manifestaciones en contra de la corona y la familia real. De acuerdo con los reportes, Smith y otros colaboradores del grupo se preparaban para una protesta pacífica en una de las vías por las que el rey pasará en su camino a convertirse soberano de Reino Unido.

Desde hace días, la Policía de Londres anunció que tendría “baja tolerancia” ante cualquiera que buscara “socavar” la coronación. Por su parte, Harry Stratton, director de Republic, aseguró que los miembros del grupo se encontraban “recogiendo unas pancartas”, antes de ser arrestados.

A diferencia de la coronación de su madre, Isabel II, Carlos optó por una ceremonia, según su criterio, más austera. Esto, debido a la situación económica en Reino Unido, que desde hace varios meses mantiene una inflación no menor al 10 %. Hace 70 años, cuando Isabel fue designada soberana de la monarquía, la coronación duró cerca de tres horas y hubo 8.000 invitados de todas partes del mundo.

En esta ocasión, Carlos optó por reducir gastos y no hacer un evento tan costoso o etradicional. Por ejemplo, la coronación del rey 24.° en la historia del Reino Unido solo tendrá 2.000 invitados. Sin embargo, medios británicos informaron que este evento, considerado de los más importantes en la cúpula política inglesa, tendrá un costo de 100 millones de libras,costeado con el erario público.

El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, catalogó esta conmemoración como un episodio “deslumbrante”.

“Ningún otro país puede montar un alarde tan deslumbrante: las procesiones, la pompa, las ceremonias y las fiestas callejeras. Pero no es sólo un espectáculo. Es una expresión orgullosa de nuestra historia, nuestra cultura y nuestras tradiciones”, mencionó horas antes de la coronación.

Entre los invitados al magno evento están:

• El príncipe Enrique, hijo menor del rey, que se distanció de la mayoría de miembros de su familia tras renunciar a sus funciones y criticar a la monarquía públicamente. No lo acompañará su esposa Meghan, que se quedará en California con sus hijos.
• Dirigentes mundiales como el vicepresidente chino Han Zheng, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, numerosos jefes de Estado, incluidos el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el francés Emmanuel Macron y el alemán Frank-Walter Steinmeier, y los primeros ministros de Australia Anthony Albanese, Nueva Zelanda Chris Hipkins y Pakistán Shehbaz Sharif.
• El primer ministro británico, Rishi Sunak, y su esposa, Akshata Murthy, junto con miembros del gobierno y unos 80 legisladores de las cámaras baja y alta del Parlamento británico.
• Cientos de representantes de la sociedad civil británica, entre ellos el colegial inglés Max Woosey, que durmió en una tienda de campaña en su jardín durante tres años para recaudar fondos con fines benéficos.
• Miembros de otras monarquías como los reyes Felipe VI y Letizia de España, los príncipes Federico y María de Dinamarca, los príncipes Fumihito y Kiko de Japón, los príncipes Alberto II y Charlene de Mónaco, el rey Abdalá II y la reina Rania de Jordania.
• El cantante pop estadounidense Lionel Richie entre otros artistas y famosos presentadores de televisión.
• Tom Parker Bowles y Laura Lopes, hijos del primer matrimonio de la reina Camila.

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Entre los ausentes:

• El presidente estadounidense Joe Biden estará representado por su esposa, la primera dama Jill Biden.
• La esposa del príncipe Enrique, Meghan, permanecerá en California con sus hijos Lilibet y Archie, cuyo cuarto cumpleaños coincide con el día de la coronación.
• No fueron invitados los dirigentes políticos de Venezuela, Rusia, Bielorrusia, Irán, Birmania, Afganistán y Siria. Nicaragua y Corea del Norte solo recibieron invitaciones para sus jefes de delegación diplomática.
• La mayoría de los aristócratas británicos, incluidos casi todos los duques, que solían asistir vestidos con togas de coronación y coronas, se vieron afectados por el deseo de Carlos III de que la lista de invitados fuera “meritocrática y no aristocrática”.
• Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, hermano del rey, con el que sigue viviendo en la finca de la familia real en Windsor y que ha avergonzado en repetidas ocasiones a la monarquía.
• Lady Pamela Mountbatten, de 94 años, hija del tío abuelo y mentor de Carlos III, el conde Mountbatten de Birmania, que fue dama de honor en la boda de Isabel II con Felipe en 1947.

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