La Unión Europea advierte a Rusia sobre una respuesta robusta frente a Ucrania
Los gobiernos europeos mantienen su postura de convencer a Vladimir Putin de abandonar un supuesto plan para invadir Ucrania, aunque comenzaron a preparar su respuesta a Moscú.
Los ministros europeos de Relaciones Exteriores se manifestaron con una respuesta robusta a Rusia, ante sospechas de que el reciente ataque cibernético contra Ucrania pueda ser el prólogo de una acción militar. El escenario es “más grave que cualquier cosa que hayamos visto en los últimos años”, dijo a la prensa el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Alexander Schallenberg.
Los gobiernos europeos mantienen su postura de convencer a Vladimir Putin de abandonar un supuesto plan para invadir Ucrania, aunque comenzaron a preparar su respuesta a Moscú.
Le sugerimos: Ucrania, la obsesión de Putin, ¿por qué es tan importante?
“Tenemos la voluntad de disuadir a Rusia, y una convergencia de análisis, una determinación colectiva de actuar, y el deseo de hacer oír a la Unión Europea” (UE), dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, durante una reunión informal de cancilleres del bloque europeo en Brest. Por su parte, un ministro europeo le dijo a la AFP que “las sanciones están sobre la mesa. La convicción es que el riesgo de una intervención rusa en Ucrania es real y debemos estar preparados para reaccionar”. “No debemos tardar semanas en llegar a un acuerdo, como ocurrió con la anexión de Crimea en 2014″, añadió esa fuente, quien dijo que se planea una discusión adicional en la reunión formal de ministros en Bruselas, prevista para el 24 de enero.
La Unión Europea frente a Ucrania
Rusia ha concentrado cerca de 100.000 tropas, además de tanques, drones y artillería en las fronteras con Ucrania, y pese a que el gobierno en Moscú niega preparar una intervención militar, hasta ahora no logra convencer a los europeos. “Putin es un jugador de ajedrez”, señaló un dirigente europeo. “Es impredecible, pero [sabe que] ahora es el momento adecuado para actuar, porque si espera, Ucrania será más fuerte”.
Ucrania sufrió un gran ataque cibernético contra sitios web gubernamentales, un episodio que reforzó las preocupaciones de los europeos. La canciller de Suecia, Ann Linde, dijo: “Este es exactamente el tipo de cosas sobre las que habíamos advertido, y lo que temíamos”.
Frente a lo sucedido, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que la Unión Europea movilizaba “todos sus recursos” para auxiliar a Ucrania ante este ataque”.
Según un alto funcionario estadounidense, Rusia ha “preposicionado” agentes en Ucrania para llevar a cabo una operación de sabotaje que podría servir de “pretexto para una invasión”. El gobierno ruso rechazó estas acusaciones.
De todos modos, los europeos mantienen viva la esperanza de una vía al diálogo y la diplomacia. La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, viajará a Moscú la próxima semana para mantener conversaciones “a todos los niveles”. “La diplomacia, especialmente en tiempos de crisis, se caracteriza por una gran perseverancia, gran paciencia y nervios fuertes”, comentó.
Búsqueda de unidad
En tanto, el gobierno ruso no parece muy entusiasmado del diálogo. “No veo ninguna razón para venir a la mesa de negociaciones en los próximos días, para reunirnos nuevamente y comenzar las mismas discusiones”, dijo el vicecanciller ruso, Sergéi Riabkov. El alto funcionario se refería a las profundas diferencias observadas durante las conversaciones que mantuvo en Ginebra con una enviada estadounidense y durante una reunión del Consejo OTAN-Rusia en Bruselas.
Rusia exige que la OTAN se comprometa de forma legal y vinculante a no sumar a Ucrania y Georgia a sus filas, teniendo en cuenta que las candidaturas han sido aceptadas por la alianza militar. Además, pide que la Alianza Atlántica retire su personal militar de los países que se han convertido en miembros desde el colapso de la Unión Soviética.
En ese escenario, los europeos quieren evitar lo que llaman un “nuevo acuerdo de Yalta”, o un entendimiento entre Moscú y Washington sobre la seguridad europea. Así, la credibilidad del viejo continente está en juego.
Dependientes del gas ruso y de sus relaciones económicas con Rusia, los países europeos han sido reacios a seguir ciegamente a Estados Unidos en la confrontación con Moscú. Aun así, en la reunión de Brest, funcionarios europeos elogiaron la coordinación “absolutamente perfecta” con Estados Unidos. “Los rusos han tratado de dividirnos, hacer como si la Unión Europea no existe, pero los estadounidenses no se sumaron a ese juego”, dijo Borrell. Por ello, la presión estadounidense por sanciones generalizadas divide a la Unión Europea.
“La credibilidad de los europeos depende de su capacidad para adoptar fuertes sanciones”, admitió el ministro consultado por la AFP. “Lo que importa es la disuasión, es ser creíble sobre lo que se decidiría si Rusia se involucra en una nueva intervención en Ucrania”, apuntó.
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Los ministros europeos de Relaciones Exteriores se manifestaron con una respuesta robusta a Rusia, ante sospechas de que el reciente ataque cibernético contra Ucrania pueda ser el prólogo de una acción militar. El escenario es “más grave que cualquier cosa que hayamos visto en los últimos años”, dijo a la prensa el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Alexander Schallenberg.
Los gobiernos europeos mantienen su postura de convencer a Vladimir Putin de abandonar un supuesto plan para invadir Ucrania, aunque comenzaron a preparar su respuesta a Moscú.
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“Tenemos la voluntad de disuadir a Rusia, y una convergencia de análisis, una determinación colectiva de actuar, y el deseo de hacer oír a la Unión Europea” (UE), dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, durante una reunión informal de cancilleres del bloque europeo en Brest. Por su parte, un ministro europeo le dijo a la AFP que “las sanciones están sobre la mesa. La convicción es que el riesgo de una intervención rusa en Ucrania es real y debemos estar preparados para reaccionar”. “No debemos tardar semanas en llegar a un acuerdo, como ocurrió con la anexión de Crimea en 2014″, añadió esa fuente, quien dijo que se planea una discusión adicional en la reunión formal de ministros en Bruselas, prevista para el 24 de enero.
La Unión Europea frente a Ucrania
Rusia ha concentrado cerca de 100.000 tropas, además de tanques, drones y artillería en las fronteras con Ucrania, y pese a que el gobierno en Moscú niega preparar una intervención militar, hasta ahora no logra convencer a los europeos. “Putin es un jugador de ajedrez”, señaló un dirigente europeo. “Es impredecible, pero [sabe que] ahora es el momento adecuado para actuar, porque si espera, Ucrania será más fuerte”.
Ucrania sufrió un gran ataque cibernético contra sitios web gubernamentales, un episodio que reforzó las preocupaciones de los europeos. La canciller de Suecia, Ann Linde, dijo: “Este es exactamente el tipo de cosas sobre las que habíamos advertido, y lo que temíamos”.
Frente a lo sucedido, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que la Unión Europea movilizaba “todos sus recursos” para auxiliar a Ucrania ante este ataque”.
Según un alto funcionario estadounidense, Rusia ha “preposicionado” agentes en Ucrania para llevar a cabo una operación de sabotaje que podría servir de “pretexto para una invasión”. El gobierno ruso rechazó estas acusaciones.
De todos modos, los europeos mantienen viva la esperanza de una vía al diálogo y la diplomacia. La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, viajará a Moscú la próxima semana para mantener conversaciones “a todos los niveles”. “La diplomacia, especialmente en tiempos de crisis, se caracteriza por una gran perseverancia, gran paciencia y nervios fuertes”, comentó.
Búsqueda de unidad
En tanto, el gobierno ruso no parece muy entusiasmado del diálogo. “No veo ninguna razón para venir a la mesa de negociaciones en los próximos días, para reunirnos nuevamente y comenzar las mismas discusiones”, dijo el vicecanciller ruso, Sergéi Riabkov. El alto funcionario se refería a las profundas diferencias observadas durante las conversaciones que mantuvo en Ginebra con una enviada estadounidense y durante una reunión del Consejo OTAN-Rusia en Bruselas.
Rusia exige que la OTAN se comprometa de forma legal y vinculante a no sumar a Ucrania y Georgia a sus filas, teniendo en cuenta que las candidaturas han sido aceptadas por la alianza militar. Además, pide que la Alianza Atlántica retire su personal militar de los países que se han convertido en miembros desde el colapso de la Unión Soviética.
En ese escenario, los europeos quieren evitar lo que llaman un “nuevo acuerdo de Yalta”, o un entendimiento entre Moscú y Washington sobre la seguridad europea. Así, la credibilidad del viejo continente está en juego.
Dependientes del gas ruso y de sus relaciones económicas con Rusia, los países europeos han sido reacios a seguir ciegamente a Estados Unidos en la confrontación con Moscú. Aun así, en la reunión de Brest, funcionarios europeos elogiaron la coordinación “absolutamente perfecta” con Estados Unidos. “Los rusos han tratado de dividirnos, hacer como si la Unión Europea no existe, pero los estadounidenses no se sumaron a ese juego”, dijo Borrell. Por ello, la presión estadounidense por sanciones generalizadas divide a la Unión Europea.
“La credibilidad de los europeos depende de su capacidad para adoptar fuertes sanciones”, admitió el ministro consultado por la AFP. “Lo que importa es la disuasión, es ser creíble sobre lo que se decidiría si Rusia se involucra en una nueva intervención en Ucrania”, apuntó.
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