La visita de Milei a España provoca un choque entre Madrid y el Ejecutivo central

El regreso a España del presidente argentino, Javier Milei, ha sido todo un dolor de cabeza para el Ejecutivo español. El mandatario sudamericano visitará Madrid este viernes para recibir el premio anual del Instituto Juan de Mariana, un centro de pensamiento neoliberal, pero el Gobierno central busca distanciarse de cualquier contacto formal con él, pues todavía tiene muy presente la crisis que desató su última visita.

El pasado mayo, Milei visitó Madrid para asistir a una convención del partido de extrema derecha Vox. En dicho viaje, Milei se refirió a la esposa del presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, como “mujer corrupta”, lo que provocó en respuesta que España retirara definitivamente a su embajadora en Buenos Aires.

Milei se hizo eco de las críticas de la derecha española en su momento contra la esposa de Sánchez, investigada por la justicia por presunto tráfico de influencias y corrupción. El Gobierno argentino descartó replicar el gesto de la retirada de la embajadora y ha dicho que la crisis no es “entre países” sino “entre personas”.

La confrontación entre Madrid y Buenos Aires continuó elevándose durante días. Todo el gabinete de Pedro Sánchez defendió al jefe del gobierno español, destacando la intervención del ministro español de Transportes, quien acusó a Milei de “tomar drogas” antes de sus discursos. Milei contestó a esto que el Gobierno de Sánchez traía “pobreza y muerte” a España. Más de un mes después, la tensión no se ha rebajado.

El martes, Milei volvió a atacar a Sánchez, tildándolo de “cobarde”, por haber mandado “a todos sus ministros a insultar[le]”, y lo acusó de aplicar “el modelo del (venezolano Nicolás) Maduro” para atacar a la libertad de expresión en España.

A pesar de esto, según reveló el diario El País, Milei había solicitado una audiencia con el monarca español, pero no obtuvo respuesta. La ministra española de Defensa, Margarita Robles, dijo al canal Telecinco que era apenas “lógico” el rechazo, pues “el rey es el jefe de un Estado en el que el presidente Milei ha faltado al respeto al presidente del Gobierno de España”.

Además de las críticas a Sánchez, el Ministerio de Exteriores también se mostró sorprendido porque en aquella visita de mayo Milei no solicitó un encuentro con el presidente, siendo este su primer viaje al país.

“Es sorprendente y anómalo que un presidente extranjero no solicite, en ninguna de sus primeras visitas a España, un encuentro institucional con su homólogo, como hacen todos los presidentes del mundo”, señaló el Ministerio de Exteriores.

“Milei ha mostrado una actitud reiterada de búsqueda de la confrontación y la ofensa a nuestras instituciones y a nuestra democracia, algo sin precedentes en las relaciones internacionales y en los usos diplomáticos entre naciones”, agregó.

Pero la tensión entre Madrid y Buenos Aires por las pasadas declaraciones de Milei no es lo único que pone de relieve la incomodidad por la visita del argentino a España. El viaje del “peluca”, como llaman a Milei sus seguidores, ha reavivado los choques entre el gobierno de Madrid y el Ejecutivo central. Mientras que el oficialismo insiste evitar contactos formales con Milei, la presidenta regional de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, ha apartado un espacio para el mandatario sudamericano y le impondrá una condecoración.

Ayuso, figura ascendente de la derecha y cara visible del ala dura del Partido Popular, “hace gala de una profunda deslealtad hacia las instituciones españolas”, ya que no informó previamente a Exteriores “de su encuentro con un mandatario extranjero, tal y como obliga” la ley, dijeron las fuentes de ese ministerio.

“No creo que el premio de Isabel Díaz Ayuso a Javier Milei venga de un amor repentino por el pueblo de Argentina. Creo que lo hace por jorobar”, lanzó de su lado el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.

Ayuso defendió este jueves su cita con Milei. “Es un honor recibir al presidente legítimo” de Argentina, dijo en el Parlamento regional madrileño.

*Con información de AFP

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El regreso a España del presidente argentino, Javier Milei, ha sido todo un dolor de cabeza para el Ejecutivo español. El mandatario sudamericano visitará Madrid este viernes para recibir el premio anual del Instituto Juan de Mariana, un centro de pensamiento neoliberal, pero el Gobierno central busca distanciarse de cualquier contacto formal con él, pues todavía tiene muy presente la crisis que desató su última visita.

El pasado mayo, Milei visitó Madrid para asistir a una convención del partido de extrema derecha Vox. En dicho viaje, Milei se refirió a la esposa del presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, como “mujer corrupta”, lo que provocó en respuesta que España retirara definitivamente a su embajadora en Buenos Aires.

Milei se hizo eco de las críticas de la derecha española en su momento contra la esposa de Sánchez, investigada por la justicia por presunto tráfico de influencias y corrupción. El Gobierno argentino descartó replicar el gesto de la retirada de la embajadora y ha dicho que la crisis no es “entre países” sino “entre personas”.

La confrontación entre Madrid y Buenos Aires continuó elevándose durante días. Todo el gabinete de Pedro Sánchez defendió al jefe del gobierno español, destacando la intervención del ministro español de Transportes, quien acusó a Milei de “tomar drogas” antes de sus discursos. Milei contestó a esto que el Gobierno de Sánchez traía “pobreza y muerte” a España. Más de un mes después, la tensión no se ha rebajado.

El martes, Milei volvió a atacar a Sánchez, tildándolo de “cobarde”, por haber mandado “a todos sus ministros a insultar[le]”, y lo acusó de aplicar “el modelo del (venezolano Nicolás) Maduro” para atacar a la libertad de expresión en España.

A pesar de esto, según reveló el diario El País, Milei había solicitado una audiencia con el monarca español, pero no obtuvo respuesta. La ministra española de Defensa, Margarita Robles, dijo al canal Telecinco que era apenas “lógico” el rechazo, pues “el rey es el jefe de un Estado en el que el presidente Milei ha faltado al respeto al presidente del Gobierno de España”.

Además de las críticas a Sánchez, el Ministerio de Exteriores también se mostró sorprendido porque en aquella visita de mayo Milei no solicitó un encuentro con el presidente, siendo este su primer viaje al país.

“Es sorprendente y anómalo que un presidente extranjero no solicite, en ninguna de sus primeras visitas a España, un encuentro institucional con su homólogo, como hacen todos los presidentes del mundo”, señaló el Ministerio de Exteriores.

“Milei ha mostrado una actitud reiterada de búsqueda de la confrontación y la ofensa a nuestras instituciones y a nuestra democracia, algo sin precedentes en las relaciones internacionales y en los usos diplomáticos entre naciones”, agregó.

Pero la tensión entre Madrid y Buenos Aires por las pasadas declaraciones de Milei no es lo único que pone de relieve la incomodidad por la visita del argentino a España. El viaje del “peluca”, como llaman a Milei sus seguidores, ha reavivado los choques entre el gobierno de Madrid y el Ejecutivo central. Mientras que el oficialismo insiste evitar contactos formales con Milei, la presidenta regional de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, ha apartado un espacio para el mandatario sudamericano y le impondrá una condecoración.

Ayuso, figura ascendente de la derecha y cara visible del ala dura del Partido Popular, “hace gala de una profunda deslealtad hacia las instituciones españolas”, ya que no informó previamente a Exteriores “de su encuentro con un mandatario extranjero, tal y como obliga” la ley, dijeron las fuentes de ese ministerio.

“No creo que el premio de Isabel Díaz Ayuso a Javier Milei venga de un amor repentino por el pueblo de Argentina. Creo que lo hace por jorobar”, lanzó de su lado el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.

Ayuso defendió este jueves su cita con Milei. “Es un honor recibir al presidente legítimo” de Argentina, dijo en el Parlamento regional madrileño.

*Con información de AFP

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