Elecciones en la Unión Europea, a la sombra de Ucrania y de los euroescépticos
Los ciudadanos acuden a las urnas para definir los próximos miembros del Parlamento Europeo. La guerra entre Kiev y Moscú, de forma externa, permea estos comicios, así como también lo hacen a nivel interno las voces que piden cambiar el modelo de funcionamiento del bloque.
Entre el 6 y el 9 de junio, más de 360 millones de ciudadanos europeos irán a las urnas para elegir a los 720 miembros que conformarán el Parlamento Europeo por los próximos cinco años. Estos comicios toman lugar en tiempos en los que el bloque comunitario se enfrenta a cuestiones externas, como a la guerra en Ucrania, y a tensiones internas, relacionadas con el euroescepticismo. El reto que tiene la Unión Europea es mantener o superar el 50,6 % de participación que se registró en 2019, el más alto en las últimas dos décadas.
En esta cita, los ciudadanos eligen a sus parlamentarios a través del sufragio directo, ya sea en su país de residencia o en cualquier otro Estado de la Unión Europea. Ahora bien, deben decidir si votan la lista de su país de origen o la del lugar en el que viven. No pueden sufragar en ambos casos. De acuerdo con los estatutos, las elecciones se rigen por el principio de representación proporcional, lo que significa que los escaños se distribuyen de acuerdo con las cifras de población de cada país, teniendo como máximo la posibilidad de elegir a 96 diputados y como mínimo a 6. En la actualidad, Alemania tiene el mayor número de eurodiputados, mientras que Chipre tiene el menor.
La edad de la votación varía en cada país miembro. Por ejemplo, jóvenes de 16 años pueden depositar su voto en Austria, Bélgica, Alemania y Malta. Aquellos con 17 años lo tienen permitido en Grecia y, finalmente, aquellos con 18 años lo pueden hacer en el resto de Estados. Una vez electos, los diputados se agrupan por afinidades políticas, no por nacionalidad. De hecho, desde 2004, las diferentes familias europeas se organizan en siete grupos políticos: Popular Europeo (PPE), Socialistas y Demócratas (S&D), Liberales de Renew, los Verdes, Identidad y Democracia (ID), Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), y La Izquierda. En el grupo de lo no adscritos están los parlamentarios de Fidesz, el partido del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, luego de haber sido expulsados del grupo popular.
De momento, las encuestas apuntan a que el ganador será el Partido Popular Europeo, con un resultado muy similar al que logró en 2019 (178 parlamentarios). Probablemente, le seguirán los Socialistas y Demócratas, aunque este grupo podría experimentar un descenso en el número de diputados, pues podría pasar de tener 140 a obtener 138. Su consolidación como la segunda agrupación más grande del Parlamento Europeo dependerá del desempeño de los grupos de ultraderecha: Identidad y Democracia, y Conservadores y Reformistas Europeos. Si se unen, como lo ha propuesto la francesa Marine Le Pen, el segundo lugar en las elecciones lo podrían alcanzar ellos.
En la noche del 9 de junio se esperan conocer las primeras estimaciones y proyecciones de la configuración de la nueva Eurocámara. Se cree que a la media noche empezarán a llegar los primeros resultados provisionales de algunos Estados miembros, así como estimaciones de los demás. En la madrugada del lunes 10 se deben conocer todos los resultados provisionales.
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Entre el 6 y el 9 de junio, más de 360 millones de ciudadanos europeos irán a las urnas para elegir a los 720 miembros que conformarán el Parlamento Europeo por los próximos cinco años. Estos comicios toman lugar en tiempos en los que el bloque comunitario se enfrenta a cuestiones externas, como a la guerra en Ucrania, y a tensiones internas, relacionadas con el euroescepticismo. El reto que tiene la Unión Europea es mantener o superar el 50,6 % de participación que se registró en 2019, el más alto en las últimas dos décadas.
En esta cita, los ciudadanos eligen a sus parlamentarios a través del sufragio directo, ya sea en su país de residencia o en cualquier otro Estado de la Unión Europea. Ahora bien, deben decidir si votan la lista de su país de origen o la del lugar en el que viven. No pueden sufragar en ambos casos. De acuerdo con los estatutos, las elecciones se rigen por el principio de representación proporcional, lo que significa que los escaños se distribuyen de acuerdo con las cifras de población de cada país, teniendo como máximo la posibilidad de elegir a 96 diputados y como mínimo a 6. En la actualidad, Alemania tiene el mayor número de eurodiputados, mientras que Chipre tiene el menor.
La edad de la votación varía en cada país miembro. Por ejemplo, jóvenes de 16 años pueden depositar su voto en Austria, Bélgica, Alemania y Malta. Aquellos con 17 años lo tienen permitido en Grecia y, finalmente, aquellos con 18 años lo pueden hacer en el resto de Estados. Una vez electos, los diputados se agrupan por afinidades políticas, no por nacionalidad. De hecho, desde 2004, las diferentes familias europeas se organizan en siete grupos políticos: Popular Europeo (PPE), Socialistas y Demócratas (S&D), Liberales de Renew, los Verdes, Identidad y Democracia (ID), Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), y La Izquierda. En el grupo de lo no adscritos están los parlamentarios de Fidesz, el partido del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, luego de haber sido expulsados del grupo popular.
De momento, las encuestas apuntan a que el ganador será el Partido Popular Europeo, con un resultado muy similar al que logró en 2019 (178 parlamentarios). Probablemente, le seguirán los Socialistas y Demócratas, aunque este grupo podría experimentar un descenso en el número de diputados, pues podría pasar de tener 140 a obtener 138. Su consolidación como la segunda agrupación más grande del Parlamento Europeo dependerá del desempeño de los grupos de ultraderecha: Identidad y Democracia, y Conservadores y Reformistas Europeos. Si se unen, como lo ha propuesto la francesa Marine Le Pen, el segundo lugar en las elecciones lo podrían alcanzar ellos.
En la noche del 9 de junio se esperan conocer las primeras estimaciones y proyecciones de la configuración de la nueva Eurocámara. Se cree que a la media noche empezarán a llegar los primeros resultados provisionales de algunos Estados miembros, así como estimaciones de los demás. En la madrugada del lunes 10 se deben conocer todos los resultados provisionales.
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