“Ley trans”: España respalda proyecto que reconoce la autodeterminación de género
Asimismo, la ley propone un paquete de medidas para defender y reconocer los derechos del resto del colectivo LGTBI en los ámbitos de salud, educación, vivienda, trabajo, cultura, deporte o en los medios de comunicación e internet.
Redacción Mundo y agencias
El anteproyecto de ley para la igualdad de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, conocida como ley trans, fue aprobada este martes en el Consejo de Ministros de España, informó el diario El País. El proyecto, que creó fuertes tensiones en la coalición de gobierno entre los socialistas de Pedro Sánchez y su aliado minoritario de izquierda radical Podemos, convertiría a España en uno de los pocos países en Europa que permiten la autodeterminación de género.
“Este tipo de leyes son las que hacen historia y las que cambian de verdad un país, porque son las que permiten que haya muchísima gente que pueda vivir feliz, sin miedo, sin culpa y con todos sus derechos garantizados, sin ninguna discriminación”, dijo la ministra de Igualdad, Irene Montero.
“Reconocemos por tanto el derecho a la libre determinación de la identidad de género, acometemos la ‘despatologización’, es decir, las personas trans ya no van a ser consideradas enfermas en nuestro país”, explicó Montero. El anteproyecto de ley aprobado hoy por el Consejo de Ministros permitirá a los mayores de 14 años cambiar de sexo con un trámite administrativo, sin pruebas ni testigos, y acaba con los informes sanitarios y la necesidad de tutelas médicas y legales.
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Asimismo, la ley propone un paquete de medidas para defender y reconocer los derechos del resto del colectivo LGTBI en los ámbitos de salud, educación, vivienda, trabajo, cultura, deporte o en los medios de comunicación e internet. Tras una tensa negociación entre los dos partidos del Gobierno de coalición, el texto comienza su tramitación, aunque tardará todavía en llegar Parlamento para su discusión con todas las fuerzas políticas.
Otras medidas que recoge la ley:
- Prohibición de las terapias de conversión
- Promoción del empleo para mujeres trans
- Diversidad LGTBI en el ámbito educativo
- Técnicas de reproducción asistida para “personas trans con capacidad de gestar”
Menos explicaciones
Con esta ley, “no hubiera tenido que dar tantas explicaciones, no hubiera tenido que pasar este bochorno con la policía cuando me pide mi nuevo DNI (documento español), y muchas cosas que han pasado”, relata Sandra Herrero Ventura, de 23 años. Sandra tuvo que seguir una terapia psiquiátrica, además de un tratatamiento hormonal con 17 años, una vaginoplastia a los 19 y solo pudo cambiar de nombre con 20 gracias a un informe médico que le diagonosticaba una “disforia de género”.
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Para Uge Sangil, el país modelo es Argentina, “donde el trámite es mucho más sencillo”, y desde 2012 el cambio se hace a través de una simple declaración.
Dentro de la Unión Europea, los derechos de las personas trans siguen siendo muy variables. En 2014, Dinamarca fue el primer país europeo que concedió el derecho a la autodeterminación de la identidad de las personas transgénero.
Francia, que se convirtió en 2010 en el primer país en el mundo en sacar la transexualidad de la lista de enfermedades psiquiáticas, autoriza desde 2017 la modificación del estado civil sin tener que “justificar tratamientos médicos, operación quirúrgica o esterilización”, pero a través de un proceso en los tribunales.
Un fuerte debate en el Gobierno
“El proceso de negociación ha sido tan extremadamente complejo que tenemos claro que el texto es mejorable pero es un muy buen principio”, valoró José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo, quien a su vez lamenta la ausencia de legislación sobre las personas trans migrantes y las no binarias.
Pese a ello, declaró a Efe que el aspecto fundamental de la ley, la libre autodeterminación de género, es un hecho “histórico” para las personas trans: “lo importante es todos los derechos que recoge, la reasignación de género se produce solo con la voluntad del interesado”.
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Por el contrario, la presidenta de la asociación Euforia Familias Trans-Aliadas, Natalia Aventín, criticó duramente el texto de la ley y aseguró que es “mentira” que se trate de una ley para las personas trans.
“Es mentira que es una ley trans, no tiene nada para ser una ley trans, reconocen a personas mayores de catorce años, les autorizan el cambio registral sin informes pero les ponen tres meses de reflexión, tienes que ir tres veces al registro a reafirmarte...”, compartió. Además, Aventín reprochó que las personas migrantes no estén en el texto, ya que el derecho de autodeterminación solo será efectivo para las personas de nacionalidad española, y que tampoco se nombre a las personas no binarias.
“Nos han hecho perder mucho tiempo, pero sobre todo mucha esperanza, es muy decepcionante”, concluye.
Con información de Efe y Afp*
El anteproyecto de ley para la igualdad de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, conocida como ley trans, fue aprobada este martes en el Consejo de Ministros de España, informó el diario El País. El proyecto, que creó fuertes tensiones en la coalición de gobierno entre los socialistas de Pedro Sánchez y su aliado minoritario de izquierda radical Podemos, convertiría a España en uno de los pocos países en Europa que permiten la autodeterminación de género.
“Este tipo de leyes son las que hacen historia y las que cambian de verdad un país, porque son las que permiten que haya muchísima gente que pueda vivir feliz, sin miedo, sin culpa y con todos sus derechos garantizados, sin ninguna discriminación”, dijo la ministra de Igualdad, Irene Montero.
“Reconocemos por tanto el derecho a la libre determinación de la identidad de género, acometemos la ‘despatologización’, es decir, las personas trans ya no van a ser consideradas enfermas en nuestro país”, explicó Montero. El anteproyecto de ley aprobado hoy por el Consejo de Ministros permitirá a los mayores de 14 años cambiar de sexo con un trámite administrativo, sin pruebas ni testigos, y acaba con los informes sanitarios y la necesidad de tutelas médicas y legales.
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Asimismo, la ley propone un paquete de medidas para defender y reconocer los derechos del resto del colectivo LGTBI en los ámbitos de salud, educación, vivienda, trabajo, cultura, deporte o en los medios de comunicación e internet. Tras una tensa negociación entre los dos partidos del Gobierno de coalición, el texto comienza su tramitación, aunque tardará todavía en llegar Parlamento para su discusión con todas las fuerzas políticas.
Otras medidas que recoge la ley:
- Prohibición de las terapias de conversión
- Promoción del empleo para mujeres trans
- Diversidad LGTBI en el ámbito educativo
- Técnicas de reproducción asistida para “personas trans con capacidad de gestar”
Menos explicaciones
Con esta ley, “no hubiera tenido que dar tantas explicaciones, no hubiera tenido que pasar este bochorno con la policía cuando me pide mi nuevo DNI (documento español), y muchas cosas que han pasado”, relata Sandra Herrero Ventura, de 23 años. Sandra tuvo que seguir una terapia psiquiátrica, además de un tratatamiento hormonal con 17 años, una vaginoplastia a los 19 y solo pudo cambiar de nombre con 20 gracias a un informe médico que le diagonosticaba una “disforia de género”.
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Para Uge Sangil, el país modelo es Argentina, “donde el trámite es mucho más sencillo”, y desde 2012 el cambio se hace a través de una simple declaración.
Dentro de la Unión Europea, los derechos de las personas trans siguen siendo muy variables. En 2014, Dinamarca fue el primer país europeo que concedió el derecho a la autodeterminación de la identidad de las personas transgénero.
Francia, que se convirtió en 2010 en el primer país en el mundo en sacar la transexualidad de la lista de enfermedades psiquiáticas, autoriza desde 2017 la modificación del estado civil sin tener que “justificar tratamientos médicos, operación quirúrgica o esterilización”, pero a través de un proceso en los tribunales.
Un fuerte debate en el Gobierno
“El proceso de negociación ha sido tan extremadamente complejo que tenemos claro que el texto es mejorable pero es un muy buen principio”, valoró José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo, quien a su vez lamenta la ausencia de legislación sobre las personas trans migrantes y las no binarias.
Pese a ello, declaró a Efe que el aspecto fundamental de la ley, la libre autodeterminación de género, es un hecho “histórico” para las personas trans: “lo importante es todos los derechos que recoge, la reasignación de género se produce solo con la voluntad del interesado”.
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Por el contrario, la presidenta de la asociación Euforia Familias Trans-Aliadas, Natalia Aventín, criticó duramente el texto de la ley y aseguró que es “mentira” que se trate de una ley para las personas trans.
“Es mentira que es una ley trans, no tiene nada para ser una ley trans, reconocen a personas mayores de catorce años, les autorizan el cambio registral sin informes pero les ponen tres meses de reflexión, tienes que ir tres veces al registro a reafirmarte...”, compartió. Además, Aventín reprochó que las personas migrantes no estén en el texto, ya que el derecho de autodeterminación solo será efectivo para las personas de nacionalidad española, y que tampoco se nombre a las personas no binarias.
“Nos han hecho perder mucho tiempo, pero sobre todo mucha esperanza, es muy decepcionante”, concluye.
Con información de Efe y Afp*