La abogada colombiana Rosa Emelina Peralta Fernández fue encontrada muerta en su residencia en Hondón de las Nieves, Alicante, España. El pasado 10 de junio, el cuerpo de la mujer de 38 años fue hallado con signos de asfixia mecánica. Por ahora se desconocen más detalles. Las autoridades españolas están investigando lo sucedido.
La información que ha trascendido es que la mujer, oriunda de Fonseca, La Guajira, se mudó hace seis meses al continente europeo, en compañía de su esposo y de sus tres hijos menores de edad, en busca de mejores oportunidades de vida. En medio de una comunidad en duelo, sus allegados y conocidos esperan que el cuerpo sea repatriado pronto, para así llevar a cabo su funeral.
Los medios que informaron sobre el deceso mencionaron que no hay claridad frente a la cadena de sucesos que culminaron en su fallecimiento, pero han circulado algunos mensajes de personas cercanas, como este: “Que la muerte de mi prima no quede impune. Ella jamás habría atentado contra sí misma. Era una mujer muy centrada. Paz en su tumba”.
En declaraciones al periódico El Tiempo, el hermano de Peralta Fernández pidió ayuda a las autoridades para que se esclarezcan los hechos e incluso señaló que “si el esposo es responsable de la muerte de mi hermana, pues que pague (...). Puede ser un feminicidio, que es algo muy delicado actualmente. Las autoridades son las que deberán confirmar si fue así o no”. En dicho diálogo aseguró que “no fue suicidio” y que existen antecedentes de violencia familiar.
El caso de una colombiana desaparecida en España
La colomboestadounidense Ana María Henao está desaparecida desde el pasado 2 de febrero, cuando fue vista por última vez ingresando a un edificio en el que residía en Madrid. La Policía española asegura que el principal sospechoso es su esposo, el ciudadano serbio David Knezevich, que se acaba de declarar no culpable del delito de secuestro, el único que le ha formulado la Fiscalía a partir de las pruebas. Por la naturaleza del caso, las autoridades le negaron la fianza.
Ella, de 40 años, estaba en proceso de separación tras 13 años de matrimonio. La pareja tenía una empresa de servicios tecnológicos y otras propiedades. Según el expediente judicial, Knezevich se oponía a una división equitativa del patrimonio, lo que agravó el conflicto.
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