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Al final de su Audiencia General, el papa Francisco pidió por la paz en los pueblos de Israel y Palestina. El sumo pontífice alertó sobre el “desierto de muerte” que asola Siria, Gaza y Ucrania y reafirmó su compromiso con la paz en el mundo, pues no olvida a aquellos que “sufren las terribles consecuencias de la violencia y la guerra”.
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“Encomiendo también a la intercesión del primer mártir la petición de paz para los pueblos devastados por la guerra. Los medios de comunicación nos muestran lo que produce la guerra: hemos visto Siria, vemos Gaza, pensemos en la Ucrania mártir. ¡Un desierto de muerte! ¿Es eso lo que queremos? ¡Los pueblos quieren la paz! Oremos por la paz, luchemos por la paz”, pidió el papa.
Desde el 29 de octubre, el sumo pontífice ha pedido el cese al fuego humanitario en Gaza, con el “fin a las operaciones militares con su atroz cosecha de víctimas civiles inocentes” y la “apertura al suministro de ayuda humanitaria”. Dijo que su “corazón se aflige” por las víctimas del ataque de 7 de octubre, en el que Hamás entró a territorio israelí y secuestró a más de 200 personas, según el Ejército de Israel. Reiteró su “llamado urgente para la liberación de los que siguen secuestrados”.
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“Suplico que cesen las operaciones militares, con sus dramáticas consecuencias de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la desesperada situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda”, afirmó.
El papa enfatizó la urgencia de un “diálogo sincero y perseverante” entre las partes para encontrar una solución a la cuestión palestina, sostenida por “una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional”.
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“Renovemos nuestra cercanía espiritual y humana a su pueblo asediado, para que, a través del apoyo de cada uno de nosotros, pueda sentir la realidad concreta del amor de Dios”, exhortó el papa.
En su intervención también pidió el fin de la guerra en Ucrania, que se acerca a su segundo aniversario en febrero de 2024. Asimismo, hizo un llamado a los mandatarios del continente americano para “hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”.
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