Los “tories” empujan a Reino Unido hacia un inminente gobierno laborista
El discurso de los conservadores, que son gobierno desde hace 14 años, se ha vuelto casi con resignación un pedido a los votantes para que los laboristas no terminen siendo mayoría tras las elecciones de hoy en territorio británico.
Hugo Santiago Caro
Mientras en Francia Jordan Bardella, sucesor de Marine Le Pen, está cerca de convertirse en primer ministro, y en Alemania y España formaciones como AfD y Vox se siguen fortaleciendo, en Reino Unido parece llegar a su fin una época de 14 años de gobiernos conservadores. Después de una campaña poco fructuosa, Rishi Sunak, el actual primer ministro, enfrenta con resignación la posibilidad de que el Partido Laborista de Keir Starmer sea el que tome las riendas de la nación.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Mientras en Francia Jordan Bardella, sucesor de Marine Le Pen, está cerca de convertirse en primer ministro, y en Alemania y España formaciones como AfD y Vox se siguen fortaleciendo, en Reino Unido parece llegar a su fin una época de 14 años de gobiernos conservadores. Después de una campaña poco fructuosa, Rishi Sunak, el actual primer ministro, enfrenta con resignación la posibilidad de que el Partido Laborista de Keir Starmer sea el que tome las riendas de la nación.
“Si tan solo 130.000 personas cambian su voto y nos apoyan, podemos evitar que Starmer logre una supermayoría (en el Parlamento). Tienen en sus manos el poder de evitar un gobierno laborista que no esté sometido a ningún control”, afirmó Sunak en uno de los últimos eventos de su campaña.
Sunak, que viene de gastar casi todo su capital político en sacar adelante el proyecto de expulsión de solictantes de asilo hacia Ruanda, es solo el último de los “tories” que comandan el país. Antes de él, Liz Truss y Boris Johnson marcaron un cambio en el paradigma de liderazgo conservador.
“Tienen en sus manos el poder de evitar un gobierno laborista que no estaría sometido a control alguno”.
“Hay un agotamiento en el sentido de que las élites tradicionales dentro del partido se han ido consumiendo en pos de unas nuevas élites que se han movido más por el oportunismo político, populista y personalista que por lo que era el sentido de la política, sobre todo en los aspectos económicos y sociales de los ‘tories’. Entonces, lo que estamos viviendo ahora mismo no deja de ser el agotamiento de su política dentro del propio partido, así como el fraude y el reconocimiento del fracaso de las políticas económicas aislacionistas de los últimos 10 años”, explica Gustavo Palomares Lerma, politólogo y catedrático de la Universidad Nacional (UNED) de España.
Al igual que Palomares, Javier Sajuria, docente de la Universidad Queen Mary de Londres, destaca que la crisis económica del país ha sido determinante en el desencanto de los británicos con los gobiernos conservadores con un incremento en el costo de vida o inflación y el aumento de impuestos que afectan principalmente a los trabajadores. Para Sajuria, el desempleo es el único indicador económico que ha mejorado, en contraste con asuntos altamente politizados como la migración. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales de Reino Unido, la cifra de inmigración total para el año fiscal 2023 fue de 1.218.000 personas, una cifra que al igual que en 2022 superó el millón de migrantes.
“Recuperar el control de las fronteras”, como solución al fenómeno migratorio, la mejora económica y el mejor financiamiento público eran parte de las promesas que traía consigo el Brexit, impulsado por el gobierno de David Cameron (hoy secretario de Relaciones Exteriores de Sunak) y consolidado durante las administraciones de Theresa May y Boris Johnson. Sin embargo, para Sajuria hoy en día esas no son más que promesas incumplidas por parte de los “tories”, y el Brexit se ha convertido en un tema “tabú” en esta campaña.
“Existen dos visiones respecto al Brexit. La visión más pro-Brexit, representada por personas como Nigel Farage (ultraconservador y candidato del partido Reform UK), sostiene que la culpa recae en el gobierno conservador por no haber sabido gestionar la salida de la UE. Por otro lado, hay quienes argumentan que el Brexit siempre fue una mala idea y que la responsabilidad es de los conservadores por haber tomado ese camino”, explica Sajuria.
En cualquiera de los dos casos, los conservadores salen perdiendo al no haber sacado los réditos esperados del Brexit y hoy las consecuencias los han llevado casi a la resignación. Palomares ahonda en el efecto del Brexit y asegura que “es evidente la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Gran Bretaña en comparación con el resto del espacio integrado de la Unión Europea, lo cual demuestra la situación. También la depreciación de la libra en el sistema financiero internacional. La pérdida de mercados internacionales es evidente, al igual que la disminución del prestigio de algunas grandes empresas multinacionales que antes lideraban políticas comunitarias, ahora relegadas a una situación marginal en Reino Unido”.
Todos estos factores consumaron lo que Palomares resume en una fractura social en Reino Unido, lo que también llama la principal tarea del eventual gobierno laborista de Starmer. No obstante, también advierte que no será fácil recomponer esa fractura, de un claro origen económico, pues las propuestas fiscales de Starmer y los laboristas “no tienen nada que ver con primar fiscalmente a las grandes fortunas o aumentar la recaudación mediante un impuesto sobre la renta progresivo a partir de los grandes impuestos a las grandes empresas”.
Para Boris Johnson, el ex primer ministro, quien apareció en el último acto de campaña de Sunak, votar por los laboristas es escoger una subida de impuestos, una inmigración descontrolada y doblegarse innecesariamente ante Bruselas (la Unión Europea). Sin embargo, Palomares advierte que la tendencia de esta bancada laborista no necesariamente representa un cambio drástico tanto en política exterior como en otros aspectos.
“Esto no es la izquierda de Corbyn, ni siquiera la de Tony Blair. Digamos que es una izquierda muy moderada. Es una izquierda cuyo programa económico podría decirse que se encuentra más en el centro político que en la izquierda laborista clásica. Es evidente que esta izquierda británica es bastante excepcional. Esto no tiene nada que ver con el consenso del giro sindical y lo que significaba para los movimientos internos del laborismo británico en su momento”, concluye.
📧 📬🎥 El próximo mes tendremos al aire En foco, el newsletter de la sección de video de El Espectador. En este espacio podrán encontrar el resumen de todos nuestros contenidos multimedia: documentales, entrevistas, pódcasts y formatos como La Pulla, El Meollo, Claroscuro, entre otros. Si desea suscribirse, puede ingresar a este enlace y dejarnos sus datos.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesan los temas internacionales, quiere opinar sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com