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Las esperanzas de encontrar supervivientes entre los 54 desaparecidos en el naufragio del sábado, la mayor tragedia de la ruta migratoria atlántica hacia las islas españolas de Canarias, se desvanecen por la gran profundidad de la zona y las corrientes submarinas, que podrían dificultar la localización de los cuerpos.
La zona donde se produjo el siniestro, la mayor tragedia migratoria ocurrida en el archipiélago canario en 30 años de llegadas de embarcaciones precarias, alcanza profundidades de mil metros, por lo que los equipos de emergencia no creen que puedan recuperar ningún cuerpo más hasta que el proceso natural de descomposición haga que los cadáveres salgan a flote.
La gran profundidad podría impedir, por la presión, que los cadáveres emergieran a la superficie, apuntó además el delegado del Gobierno español en Canarias, Anselmo Pestana, que aludió a las corrientes submarinas como una dificultad añadida.
En las labores de búsqueda participan dos helicópteros, además de dos drones, a los que en breve se sumarán otros dos. En el mar están movilizadas tres embarcaciones, y hay desplegados medios en tierra para detectar si en la costa aparecen restos del naufragio y cadáveres.
El accidente del sábado sucedió cuando Salvamento Marítimo español iniciaba la maniobra de rescate de una embarcación y parte de los 90 ocupantes de la barca se movieron hacia el mismo lado y provocaron que volcara en medio de condiciones climatológicas adversas, con rachas de viento de hasta 37 kilómetros por hora, y a pocos kilómetros de la costa.
La ruta canaria
La conocida como ruta canaria de la emigración, la que siguen los barcos que salen de la costa atlántica africana hasta Canarias, es considerada como una de las más peligrosas del mundo.
Cruz Roja estima que en esta ruta mueren o desaparecen entre el 5 y el 8% de los migrantes. Solo en los siete primeros meses de 2024 se ha cobrado 702 vidas.
En lo que va de año, cerca de 27.000 migrantes en situación irregular han llegado a las islas, casi el doble que en el mismo periodo del año anterior.
La llegada de migrantes al archipiélago canario no se detiene y este lunes los equipos de Salvamento rescataron dos barcazas más, ambas en aguas próximas a la isla de El Hierro: una con 35 personas a bordo de nacionalidad maliense, mauritana, senegalesa y guineana, que partieron hace cuatro días desde Mauritania, y otra con 77 personas a bordo.
Desde la noche del domingo han llegado a las costas canarias 158 migrantes.
Negociaciones y críticas políticas
La tragedia se produce en medio de las negociaciones que mantiene el Gobierno del socialista Pedro Sánchez con las autoridades canarias en busca de soluciones al problema migratorio que ha colapsado las instituciones de acogida de las islas.
El presidente canario, Fernando Clavijo, del partido regionalista Coalición Canaria, asegura que el archipiélago pasa por una “crisis humanitaria” y reclama que el Gobierno derive parte de los migrantes a otras regiones españolas, un reparto que requiere de un acuerdo que involucre al líder de la oposición, el Partido Popular (derecha).
Precisamente el portavoz del PP, Borja Sémper, responsabilizó al Gobierno español de la crisis migratoria debido a su “parálisis” e “inacción” a la hora de tomar decisiones y una falta de sensibilidad hacia los inmigrantes y los españoles.
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