Luego de dos meses de negociaciones, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), el Partido Verde y el Partido Democrático Libre (FDP) han llegado a un acuerdo para formar un gobierno de coalición con Olaf Scholz, actual vicecanciller y ministro de Finanzas, a la cabeza.
El acuerdo tripartito presentado el miércoles es inédito, pues por primera vez tres partidos alemanes tuvieron que reunirse para formar gobierno. El anuncio tranquilizará a los países europeos que, sin saber quién iba a tomar el timón de Alemania cuando la cuarta ola de casos de coronavirus se aproxima, comenzaban a inquietarse.
Los resultados de los comicios del pasado 26 de septiembre dejaron al SPD a la cabeza con el 25,7 % de los votos, seguido del bloque conservador de la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana de Baviera (CDU/CSU), que se quedó en el segundo lugar con el 24,1 % de los votos, el peor resultado desde su formación en 1945. Ahora la coalición, que ya no contará con la figura de Merkel, pasará a la oposición.
Según lo que se sabe del acuerdo, los ministerios claves del futuro gobierno de Scholz serán atribuidos al presidente del FDP, Christian Lindner, que podría asumir la cartera de Finanzas. Sus copartidarios del FDP asumirían también Defensa, mientras que los liberales obtendrían Hacienda, Justicia y Educación. Por otro lado, los dirigentes ecologistas, Annalena Baerbock, sería la posible nueva ministra de Relaciones Exteriores, y Robert Habeck, quedaría al frente de la cartera de Medioambiente.
Un total de 16 ministerios conformarán el gabinete de Scholz. Según Der Spiegel, las carteras quedarán divididas de la siguiente manera:
- 🔴 Para el SPD: Interior, Defensa, Construcción y Vivienda, Trabajo, Asuntos Sociales, Salud y Cooperación Económica.
- 🟢 Para el Verde: Economía y Clima, Exteriores, Familia, Agricultura y Medioambiente.
- 🟡 Para los Liberales: Hacienda, Justicia, Transporte y Educación e Investigación.
Dentro de los planes más ambiciosos del nuevo gobierno está un pacto para eliminar las emisiones de carbón para 2030, aumentar el salario mínimo a 12 euros por hora y reducir la edad mínima para votar. También está en los planes construir 400.000 casas al año para enfrentar la crisis de vivienda.
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Se espera que el documento oficial sea presentado a lo largo del miércoles y que Scholz, sucesor de Angela Merkel, sea investido la semana del 6 de diciembre. Un dato clave sobre la investidura: si el calendario se cumple, Merkel no superaría el actual récord de permanencia frente al Gobierno alemán que sostiene Helmut Kohl. Para superar esta marca, la canciller debería permanecer en el cargo hasta el 17 de diciembre.
Scholz, un sucesor poco probable
El actual vicecanciller y ministro de Finanzas sostuvo un perfil bajo durante el mandato de Merkel. Solo fue hasta que presentó su candidatura que comenzó a darse a conocer. Dicho bajo perfil no fue negativo para él, sino que lo ayudó a superar escándalos como el de la compañía de pagos electrónicos Wirecard, cuyos ejecutivos fueron acusados de fraude por miles de millones de dólares.
Scholz, quien promocionó su cercanía con Merkel imitando su icónico gesto del rombo, ha sido objeto de burlas por su talante austero y sus discursos en tono robótico que le valieron el sobrenombre de “Scholzomat”. A pesar de esto, el exalcalde de Hamburgo, de 63 años, logró posicionarse delante de sus rivales en un contexto de crisis de la socialdemocracia en toda Europa ofreciendo una imagen de competencia.
El ministro rompió con el tono a menudo tajante y moralizador de su antecesor, especialmente ante países del sur de Europa considerados laxistas, pero no desbarató su rigurosa gestión financiera.
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A nivel local, el exalcalde casado con una militante del SPD, pudo parecer dispendioso al hacer de la niñez y de la vivienda social las prioridades de su mandato en Hamburgo. Pero, aunque disparó el presupuesto de la ciudad que gobernó entre 2011 y 2018, como ministro se aferró a su credo: “No se da lo que no se tiene”.
Ahora, sin embargo, deberá tener una línea más flexible a la hora de gastar dinero con su nueva coalición, que tiene pensada la modernización de la infraestructura digital del país y una inversión más grande en la economía verde para cerrar las brechas entre ricos y pobres, según reporta Quartz. Por otro lado, deberá retener el liderazgo en Europa que Alemania consiguió con Merkel. “No lo subestimaría”, dice Markus Ziener, miembro del German Marshall Fund.
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