Participación alta durante las elecciones presidenciales en Portugal

La participación hasta el mediodía en las elecciones presidenciales de Portugal subió más de un punto porcentual respecto a los comicios de hace cinco años y a pesar de que las previsiones apuntaban a una abstención histórica debido a la pandemia de coronavirus, que mantiene al país confinado.

Transcurridas cuatro horas desde la apertura de las urnas, el 17,07 % de los electores ya habían votado para escoger al jefe del Estado, por encima del 15,82 % que se registró a la misma hora en 2016, según los datos divulgados por la Secretaria General del Ministerio de Administración Interna.

Durante la mañana se han registrado colas en muchos colegios electorales a pesar de que se esperaba una abstención récord, que podría situarse entre el 60 % y el 70 %, por encima del dato de 2016, cuando superó el 51 %.

Ver más: Detenciones y represión durante masivas manifestaciones contra Putin

Más de 10,8 millones de electores están llamados a elegir al presidente para los próximos cinco años, en unos comicios en los que el actual jefe del Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, parte como claro favorito.

Rebelo de Sousa acudió a votar sobre las 13.00 horas (local y GMT) a un colegio electoral de Celorico de Basto, en el norte del país, donde aseguró que “es posible votar a pesar de las circunstancias” de la pandemia.

“Ha sido posible votar. Ha habido respeto por todas las reglas, la distancia, la desinfección... Todo sin riesgo y sin problema”, dijo en declaraciones a la prensa tras depositar su papeleta, al tiempo que instó a los portugueses a que “superen” el miedo y acudan a las urnas.

Rebelo de Sousa, de 72 años, aseguró que tras haber perdido y ganado varias elecciones a lo largo de su vida, ya está “acostumbrado a todo”: “Tengo preparado un discurso para la derrota, otro para la segunda vuelta y otro para la victoria”, dijo.

Minutos antes votaba en Lisboa el primer ministro portugués, António Costa, que tuvo que hacer cola durante 30 minutos y señaló que, a pesar de que las normas de seguridad hacen que se tarde más en poder votar, “no todos los días se tiene el privilegio de elegir al presidente de la República”.

“Estamos en un momento gravísimo de la pandemia pero se ha hecho todo para que la gente pueda ejercer su derecho de voto”, aseguró Costa, que consideró que sean cuales sean los datos de participación, no quitarán “legitimidad” al vencedor.

Costa señaló además que la participación no es comparables a la de elecciones pasadas por la situación sanitaria y porque, con el censo automático de los residentes en el extranjero, ha aumentado el universo de electores (antes sólo unas 300.000 personas podían votar en el extranjero, hoy son 1,5 millones). Los colegios electorales cerrarán a las siete de la noche en Portugal.

La participación hasta el mediodía en las elecciones presidenciales de Portugal subió más de un punto porcentual respecto a los comicios de hace cinco años y a pesar de que las previsiones apuntaban a una abstención histórica debido a la pandemia de coronavirus, que mantiene al país confinado.

Transcurridas cuatro horas desde la apertura de las urnas, el 17,07 % de los electores ya habían votado para escoger al jefe del Estado, por encima del 15,82 % que se registró a la misma hora en 2016, según los datos divulgados por la Secretaria General del Ministerio de Administración Interna.

Durante la mañana se han registrado colas en muchos colegios electorales a pesar de que se esperaba una abstención récord, que podría situarse entre el 60 % y el 70 %, por encima del dato de 2016, cuando superó el 51 %.

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Más de 10,8 millones de electores están llamados a elegir al presidente para los próximos cinco años, en unos comicios en los que el actual jefe del Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, parte como claro favorito.

Rebelo de Sousa acudió a votar sobre las 13.00 horas (local y GMT) a un colegio electoral de Celorico de Basto, en el norte del país, donde aseguró que “es posible votar a pesar de las circunstancias” de la pandemia.

“Ha sido posible votar. Ha habido respeto por todas las reglas, la distancia, la desinfección... Todo sin riesgo y sin problema”, dijo en declaraciones a la prensa tras depositar su papeleta, al tiempo que instó a los portugueses a que “superen” el miedo y acudan a las urnas.

Rebelo de Sousa, de 72 años, aseguró que tras haber perdido y ganado varias elecciones a lo largo de su vida, ya está “acostumbrado a todo”: “Tengo preparado un discurso para la derrota, otro para la segunda vuelta y otro para la victoria”, dijo.

Minutos antes votaba en Lisboa el primer ministro portugués, António Costa, que tuvo que hacer cola durante 30 minutos y señaló que, a pesar de que las normas de seguridad hacen que se tarde más en poder votar, “no todos los días se tiene el privilegio de elegir al presidente de la República”.

“Estamos en un momento gravísimo de la pandemia pero se ha hecho todo para que la gente pueda ejercer su derecho de voto”, aseguró Costa, que consideró que sean cuales sean los datos de participación, no quitarán “legitimidad” al vencedor.

Costa señaló además que la participación no es comparables a la de elecciones pasadas por la situación sanitaria y porque, con el censo automático de los residentes en el extranjero, ha aumentado el universo de electores (antes sólo unas 300.000 personas podían votar en el extranjero, hoy son 1,5 millones). Los colegios electorales cerrarán a las siete de la noche en Portugal.