Las claves del escándalo por espionaje que puso a temblar al gobierno español
Ha sido bautizado como el “Caso Pegasus” y ha puesto a temblar al gobierno español. ¿Por qué es tan importante?
El escándalo por el espionaje a políticos catalanes de la órbita independentista que estalló en abril en España ya cobró su primera cabeza. La directora Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, fue destituida el martes, luego de los múltiples cuestionamientos que recibió tras reconocer ante una comisión de investigación del Congreso español que los servicios de inteligencia usaron un software para espiar a una larga lista de personalidades españolas. Ha sido bautizado como el “Caso Pegasus” y ha puesto a temblar al gobierno español. ¿Por qué es tan importante? El Espectador le explica.
¿Qué está pasando en España?
El 18 de abril, un informe realizado por el grupo especializado en ciberseguridad Citizen Lab reveló que los teléfonos de por lo menos 63 políticos, abogados, periodistas y activistas independentistas fueron infectados con Pegasus, un software de origen israelí que le permite a sus operadores acceder a todos los archivos del dispositivo de la víctima, así como a las funciones de grabación y cámara.
El software ha estado en la lupa de las autoridades. Los gobiernos que lo compraron aseguraban que lo usaban para rastrear criminales y terroristas, pero se ha descubierto que también espiaban a la oposición. Eso es precisamente lo que han denunciado las víctimas de Pegasus en España. Los independentistas catalanes no tardaron en acusar al CNI de perseguirlos y acosarlos. Esto podría desencadenar una crisis monumental en el gobierno.
¿Cuándo comenzó la campaña de espionaje?
Según el análisis de Citizen Lab, los primeros casos comenzaron en 2015, año en el que se registró la multitudinaria manifestación de la Diada de Cataluña con la que se impulsó el movimiento independentista. Dos años después, en 2017, ya figuraban más dispositivos interceptados. Esto fue poco antes de que los separatistas catalanes declararan la independencia de Cataluña tras un referéndum no autorizado. El movimiento secesionista, sin embargo, fracasó, pues no pudo ejecutar la declaración.
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¿Cómo cayeron las víctimas?
El software le envía un mensaje de texto a la víctima con un enlace a un medio de comunicación o a algún tipo de información. Este es el cebo. El objetivo es que el usuario pinche en el enlace. Cuando este lo hace, Pegasus se instala en el dispositivo y el operador comienza a tener el acceso total a él.
¿Quiénes son las víctimas del espionaje?
Principalmente, personalidades de la órbita independentista de Cataluña, como el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mano derecha del expresidente Quim Torra. Aragonès afirmó recibir tres mensajes de cebo. También fue víctima las diputadas Meritxell Serret, Míriam Nogueras, y la exdiputada Elsa Artadi, así como Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont. Sin embargo, la sorpresa fue que los teléfonos de por lo menos tres grandes figuras del gobierno español también fueron infectados: el del presidente, Pedro Sánchez, el de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
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¿Qué ha dicho el gobierno sobre esto?
Dado que los teléfonos de Sánchez y su gabinete también fueron interceptados, el interrogante es quién estaba espiando a quién y para qué. El gobierno catalán sostiene que la trama de espionaje era parte de la estrategia del CNI para acosar al movimiento independentista. El gobierno de Sánchez ha negado espiar a sus rivales políticos.
La explicación del CNI ha sido que actuó “en conformidad con el ordenamiento jurídico”, pues el Tribunal Supremo de España supervisó las labores, y siempre “respetó las leyes aplicables”. Sin embargo, no se ha explicado con claridad qué se buscaba con el espionaje. La misión del servicio de inteligencia, cabe recordar, es “evitar peligros y amenazas contra la integridad territorial de España”.
Este no es el primer escándalo de la agencia. Los servicios secretos españoles, que han vivido grandes reorganizaciones tras la llegada de la democracia en 1978, han protagonizado varios escándalos en las últimas décadas.
En 1995, unas escuchas telefónicas ilegales acabaron costándole el cargo a dos antecesores de Robles y Esteban, Julián García Vargas y Emilio Alonso Manglano, respectivamente, así como al vicepresidente del gobierno socialista de la época, Narcís Serra.
Más recientemente, el anterior director del CNI, Félix Sanz Roldán, fue acusado por una examante del rey emérito Juan Carlos I de haberla hostigado para que no revelara secretos, algo que él negó.
El NSO Group, propietario del software, ha señalado por su lado que los informes de Citizen Lab persiguen “motivaciones políticas” y aseguró que no tienen fundamentos.
¿Por qué es tan importante para España este escándalo?
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez es una minoría en el Congreso y cuenta con una alianza frágil con el partido Unidas Podemos. Sánchez logró ser investido en enero de 2020 gracias a la abstención del partido Esquerra Republicana Catalana (ERC) y la coalición Euskal Herria Bildu (EH Bildu), quienes pactaron con el presidente una alianza para discutir la cuestión catalana, un enfoque conciliador que no tuvo el conservador Mariano Rajoy.
Ahora, las revelaciones del Caso Pegasus y el espionaje contra las figuras independentistas no tiene contentos a los miembros del ERC. Si el partido retira el apoyo a Sánchez, esto podría conducir a unas elecciones anticipadas que el PSOE no quiere tener que enfrentar, pero menos el mismo Sánchez. Hay miembros del gabinete del presidente que cuentan con un mayor respaldo entre su partido, como la ministra Robles o la jefa de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz.
La destitución de Esteban podría ser recibida positivamente por el ERC, peo el partido todavía requiere de explicaciones sobre el escándalo con Pegasus.
“No es suficiente”, dijo a la prensa Patricia Plaja, portavoz del gobierno catalán, que reclamó en días pasados la dimisión de Robles.
“Sánchez consuma el esperpento y ofrece la cabeza de la directora del CNI a los independentistas, debilitando una vez más al Estado para buscar su supervivencia”, aseguró en Twitter Alberto Núñez Feijóo, líder del primer partido de la oposición, el conservador Partido Popular.
Las explicaciones de Esteban el jueves ante una comisión parlamentaria no convencieron a los aliados parlamentarios del gobierno, la extrema izquierda y los independentistas catalanes y vascos.
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El escándalo por el espionaje a políticos catalanes de la órbita independentista que estalló en abril en España ya cobró su primera cabeza. La directora Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, fue destituida el martes, luego de los múltiples cuestionamientos que recibió tras reconocer ante una comisión de investigación del Congreso español que los servicios de inteligencia usaron un software para espiar a una larga lista de personalidades españolas. Ha sido bautizado como el “Caso Pegasus” y ha puesto a temblar al gobierno español. ¿Por qué es tan importante? El Espectador le explica.
¿Qué está pasando en España?
El 18 de abril, un informe realizado por el grupo especializado en ciberseguridad Citizen Lab reveló que los teléfonos de por lo menos 63 políticos, abogados, periodistas y activistas independentistas fueron infectados con Pegasus, un software de origen israelí que le permite a sus operadores acceder a todos los archivos del dispositivo de la víctima, así como a las funciones de grabación y cámara.
El software ha estado en la lupa de las autoridades. Los gobiernos que lo compraron aseguraban que lo usaban para rastrear criminales y terroristas, pero se ha descubierto que también espiaban a la oposición. Eso es precisamente lo que han denunciado las víctimas de Pegasus en España. Los independentistas catalanes no tardaron en acusar al CNI de perseguirlos y acosarlos. Esto podría desencadenar una crisis monumental en el gobierno.
¿Cuándo comenzó la campaña de espionaje?
Según el análisis de Citizen Lab, los primeros casos comenzaron en 2015, año en el que se registró la multitudinaria manifestación de la Diada de Cataluña con la que se impulsó el movimiento independentista. Dos años después, en 2017, ya figuraban más dispositivos interceptados. Esto fue poco antes de que los separatistas catalanes declararan la independencia de Cataluña tras un referéndum no autorizado. El movimiento secesionista, sin embargo, fracasó, pues no pudo ejecutar la declaración.
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¿Cómo cayeron las víctimas?
El software le envía un mensaje de texto a la víctima con un enlace a un medio de comunicación o a algún tipo de información. Este es el cebo. El objetivo es que el usuario pinche en el enlace. Cuando este lo hace, Pegasus se instala en el dispositivo y el operador comienza a tener el acceso total a él.
¿Quiénes son las víctimas del espionaje?
Principalmente, personalidades de la órbita independentista de Cataluña, como el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, mano derecha del expresidente Quim Torra. Aragonès afirmó recibir tres mensajes de cebo. También fue víctima las diputadas Meritxell Serret, Míriam Nogueras, y la exdiputada Elsa Artadi, así como Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont. Sin embargo, la sorpresa fue que los teléfonos de por lo menos tres grandes figuras del gobierno español también fueron infectados: el del presidente, Pedro Sánchez, el de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
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¿Qué ha dicho el gobierno sobre esto?
Dado que los teléfonos de Sánchez y su gabinete también fueron interceptados, el interrogante es quién estaba espiando a quién y para qué. El gobierno catalán sostiene que la trama de espionaje era parte de la estrategia del CNI para acosar al movimiento independentista. El gobierno de Sánchez ha negado espiar a sus rivales políticos.
La explicación del CNI ha sido que actuó “en conformidad con el ordenamiento jurídico”, pues el Tribunal Supremo de España supervisó las labores, y siempre “respetó las leyes aplicables”. Sin embargo, no se ha explicado con claridad qué se buscaba con el espionaje. La misión del servicio de inteligencia, cabe recordar, es “evitar peligros y amenazas contra la integridad territorial de España”.
Este no es el primer escándalo de la agencia. Los servicios secretos españoles, que han vivido grandes reorganizaciones tras la llegada de la democracia en 1978, han protagonizado varios escándalos en las últimas décadas.
En 1995, unas escuchas telefónicas ilegales acabaron costándole el cargo a dos antecesores de Robles y Esteban, Julián García Vargas y Emilio Alonso Manglano, respectivamente, así como al vicepresidente del gobierno socialista de la época, Narcís Serra.
Más recientemente, el anterior director del CNI, Félix Sanz Roldán, fue acusado por una examante del rey emérito Juan Carlos I de haberla hostigado para que no revelara secretos, algo que él negó.
El NSO Group, propietario del software, ha señalado por su lado que los informes de Citizen Lab persiguen “motivaciones políticas” y aseguró que no tienen fundamentos.
¿Por qué es tan importante para España este escándalo?
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez es una minoría en el Congreso y cuenta con una alianza frágil con el partido Unidas Podemos. Sánchez logró ser investido en enero de 2020 gracias a la abstención del partido Esquerra Republicana Catalana (ERC) y la coalición Euskal Herria Bildu (EH Bildu), quienes pactaron con el presidente una alianza para discutir la cuestión catalana, un enfoque conciliador que no tuvo el conservador Mariano Rajoy.
Ahora, las revelaciones del Caso Pegasus y el espionaje contra las figuras independentistas no tiene contentos a los miembros del ERC. Si el partido retira el apoyo a Sánchez, esto podría conducir a unas elecciones anticipadas que el PSOE no quiere tener que enfrentar, pero menos el mismo Sánchez. Hay miembros del gabinete del presidente que cuentan con un mayor respaldo entre su partido, como la ministra Robles o la jefa de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz.
La destitución de Esteban podría ser recibida positivamente por el ERC, peo el partido todavía requiere de explicaciones sobre el escándalo con Pegasus.
“No es suficiente”, dijo a la prensa Patricia Plaja, portavoz del gobierno catalán, que reclamó en días pasados la dimisión de Robles.
“Sánchez consuma el esperpento y ofrece la cabeza de la directora del CNI a los independentistas, debilitando una vez más al Estado para buscar su supervivencia”, aseguró en Twitter Alberto Núñez Feijóo, líder del primer partido de la oposición, el conservador Partido Popular.
Las explicaciones de Esteban el jueves ante una comisión parlamentaria no convencieron a los aliados parlamentarios del gobierno, la extrema izquierda y los independentistas catalanes y vascos.
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