Este viernes, la delegación de Argelia protagonizó uno de los momentos más llamativos de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos al lanzar flores en el río Sena. ¿Por qué lo hicieron?
El gesto tiene sus orígenes en octubre de 1961, cuando la ciudad fue testigo de uno de los episodios más oscuros de la historia francesa: la Masacre de París. Ese año, Argelia estaba enfrentándose a Francia por su independencia en una guerra que había iniciado en 1954.
Al interior del país, la tensión del conflicto había llevado a una creciente represión de la población argelina. El 5 de octubre de 1961, el entonces jefe de policía de París, Maurice Papon, impuso un toque de queda para los argelinos. La medida desembocó en una gran manifestación pacífica, convocada por el partido argelino Frente de Liberación Nacional, el 17 de octubre del mismo año.
Más de 30.000 argelinos participaron de las protestas contra las autoridades francesas que, en cabeza de Papon, respondieron a la convocatoria con toda su artillería. Según investigadores, entre 200 y 400 personas murieron en la noche de las protestas. Algunos de los cuerpos fueron arrojados al Sena, mientras que otros manifestantes fueron llevados al Palacio de Deportes y al estadio Pierre de Coubertin, en donde fueron torturados. La cifra que mantiene Francia en sus registros oficiales, sin embargo, es de apenas de tres muertos.
La represión hacia los argelinos continuó durante todo el otoño francés para enviar un mensaje al movimiento independentista argelino en Argelia, que de todas maneras no logró contener la liberación del pueblo argelino en 1962.
Durante varias décadas, el gobierno de Francia trató de negar su responsabilidad en la masacre y de restar importancia a las denuncias. No fue sino hasta 2001 que se presentó un primer gran reconocimiento con la instalación de una placa conmemorativa en el puente Saint-Michel, desde donde muchos cuerpos fueron arrojados al Sena.
En 2012, 51 años después de la tragedia, el expresidente francés, François Hollande, reconoció oficialmente la masacre, mientras que el actual mandatario, Emmanuel Macron, le encomendó al historiador Benjamin Stora hacer un diagnóstico “justo y preciso” de los ataques al pueblo argelino para traerle dignidad y justicia a las víctimas.
Es por esta historia que la delegación argelina arrojó flores sobre el Sena en la inauguración de los Olímpicos de París 2024, como homenaje a los “mártires inocentes” que murieron en 1961, según publicó el equipo en sus redes sociales. Algunos atletas habían condenado la organización de la ceremonia en el Sena, destacando que era el “cementerio de sus hermanos.
Francia continúa reflexionando sobre su pasado colonial. En marzo de este año, la Asamblea Nacional votó a favor de declarar el 17 de octubre como un día de conmemoración para las víctimas de esta masacre. Durante más de 132 años de colonización, se estima que Francia asesinó entre 400.000 y 1,5 millones de argelinos, siendo esta una de sus conquistas coloniales más sangrientas en la historia de África.
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