¿Por qué Musk no deja de postear sobre bandas de engaño pederasta en Reino Unido?
En los últimos días, el dueño de X ha utilizado su plataforma para atizar un escándalo de hace más de una década relacionado con una serie de abusos sexuales a menores en el Reino Unido.
Megan Specia | The New York Times
Elon Musk, el multimillonario magnate de la tecnología, se ha lanzado sobre la política británica en las últimas semanas, utilizando su plataforma de redes sociales X para atacar y difundir información errónea sobre el primer ministro Keir Starmer y otros miembros del gobierno laborista.
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Elon Musk, el multimillonario magnate de la tecnología, se ha lanzado sobre la política británica en las últimas semanas, utilizando su plataforma de redes sociales X para atacar y difundir información errónea sobre el primer ministro Keir Starmer y otros miembros del gobierno laborista.
En una serie de publicaciones hostiles dirigidas a sus 211 millones de seguidores en los últimos días, Musk ha acusado falsamente a Starmer y a otros legisladores del Partido Laborista de permitir las llamadas bandas de grooming, o engaño pederasta. La expresión se refiere a un escándalo de hace una década relacionado con una serie de casos de abusos sexuales a menores en los que niñas fueron agredidas y violadas por bandas de hombres en varios pueblos y ciudades del Reino Unido. La mayoría de los agresores eran de ascendencia pakistaní británica.
Las publicaciones de Musk incluían múltiples inexactitudes y trataban un tema ampliamente cubierto como si nunca se hubiera mencionado. Sin embargo, las publicaciones volvieron a centrar la atención en un doloroso escándalo de explotación sexual infantil que perturbó al Reino Unido y ha provocado durante mucho tiempo un acalorado debate sobre cuestiones de raza, inmigración y abusos.
¿En qué consistió el escándalo de las bandas de engaño pederasta?
En 2011, The Times de Londres publicó una serie de artículos de investigación sobre la explotación sexual de niñas por bandas de delincuentes en el norte y las Tierras Medias de Inglaterra a partir de 1997. Un detective de la época, el inspector jefe Alan Edwards, declaró al periódico: “Todo el mundo ha estado demasiado asustado para abordar el factor étnico”. Los casos llegaron a conocerse como el escándalo de las “bandas de grooming”.
En 2014, las conclusiones de una investigación oficial de años de duración sobre este tipo de abusos en la ciudad de Rotherham, en el norte de Inglaterra, desencadenaron un ajuste de cuentas nacional. Se descubrió que, entre 1997 y 2013, al menos 1400 niñas, algunas de tan solo 11 años, habían sido captadas con fines de explotación sexual, mientras las autoridades locales hacían la vista gorda durante años. También se descubrió que bandas similares operaban en otros pueblos y ciudades de Inglaterra.
El engaño pederasta en Rotherham, de 257.000 habitantes, tendía a seguir un patrón similar: el cortejo de las niñas por hombres jóvenes en lugares públicos como centros urbanos y centros comerciales; la introducción gradual de alcohol y otras drogas; después, una relación sexual con un hombre, quien exigía que la niña demostrara su amor manteniendo relaciones sexuales con sus amigos.
El informe del gobierno local reveló que la mayoría de las víctimas y padres que pedían ayuda eran defraudados por la policía y los servicios sociales. Se descubrió que algunos policías se referían a las víctimas como “zorras” y a los abusos de las chicas como una “elección de estilo de vida”.
El caso era altamente combustible por el contraste racial entre las víctimas, que en el caso de Rotherham eran mayoritariamente blancas, y los autores. Entre los procesados en Oxford y en las ciudades norteñas de Oldham y Rochdale en 2012 por abusos a decenas de niñas había hombres de ascendencia paquistaní, bangladesí y afgana, que fueron condenados a largas penas de prisión.
¿Qué sabemos sobre el origen étnico y los abusos sexuales?
Los expertos dicen que los datos sobre abusos sexuales a menores deben tratarse con cautela porque muchas víctimas nunca denuncian, o lo hacen años después. Aun así, el gobierno laborista publicó en noviembre datos sobre la etnia de las víctimas y los autores de abusos sexuales a menores —los primeros de este tipo publicados por un gobierno británico— que muestran que el 83 % de los autores condenados en 2023 eran blancos y el 7 % asiáticos, lo que coincide en líneas generales con la demografía general del país. (En las estadísticas oficiales del Reino Unido, “asiático” es un término muy amplio que puede referirse a personas de ascendencia india, paquistaní, bangladesí o china, o de otras partes de Asia del Sur).
Nazir Afzal, fiscal jefe de la región del noroeste de Inglaterra entre 2011 y 2015, él mismo de ascendencia paquistaní, dijo en 2015: “No se puede eludir el hecho de que hay bandas pakistaníes que engañan y abusan de niñas vulnerables”.
Continuó diciendo que los sudasiáticos estaban “desproporcionadamente implicados” en tipos específicos de engaño pederasta callejero que se pusieron de manifiesto en los casos de Rotherham, Rochdale y otros lugares, aunque los tipos más comunes de abusos sexuales a menores a escala nacional son llevados a cabo predominantemente por hombres británicos blancos.
El elemento racial de estos casos de gran repercusión se convirtió en un tema de conversación habitual de la derecha, incluso cuando los expertos señalaron que el origen étnico no es un factor predictivo de la propensión al abuso de menores, y que el abuso generalizado de menores se encubrió durante mucho tiempo en otras comunidades e instituciones, incluida la Iglesia Católica Romana. La imagen también ha sido utilizada como arma por la extrema derecha, incluidos los terroristas. El supremacista blanco que mató a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda en 2019 llevaba una pistola marcada con las palabras “Por Rotherham”.
¿Cuándo empezó Musk a hablar de esto?
En octubre, Jess Phillips, legisladora laborista y ministra que supervisa las cuestiones de violencia contra las mujeres y las niñas, rechazó una petición del gobierno local de Oldham, localidad cercana a Manchester, para que se realizara una investigación pública nacional sobre la explotación sexual infantil en la zona en las décadas de 2000 y 2010. Un informe de 2022 encargado por el alcalde laborista de Manchester, Andy Burnham, concluyó que la policía y las autoridades locales de Oldham les habían fallado a los niños entre 2011 y 2014.
Phillips, que ha dedicado gran parte de su carrera a luchar por las mujeres y las víctimas de violencia sexual, dijo que, en su lugar, el ayuntamiento, órgano de gobierno de la ciudad, debería encargar una investigación local, como habían hecho otras ciudades.
Su respuesta fue aprovechada la semana pasada por GB News, una red de extrema derecha, que publicó un artículo en Internet titulado: “Los laboristas RECHAZAN la petición de Oldham de una investigación gubernamental sobre el escándalo de las bandas de engaño pederasta”.
Poco después, Musk intervino llamando a Phillips “apologista del genocidio y de violación” y “bruja” que “merece estar en la cárcel”, y tachando a Starmer de cómplice del escándalo.
El líder del Consejo de Oldham, Arooj Shah, dijo en un comunicado que el consejo había empezado a establecer su investigación en octubre. “Estamos trabajando estrechamente con las supervivientes y sus familias para garantizar que no solo tienen voz, sino que desempeñarán un papel central en el desarrollo de esta investigación”, dijo. “Esperamos que se acuerde el mandato en los próximos meses”.
¿Qué papel desempeñó Keir Starmer?
Musk ha dicho que Starmer, cuyo Partido Laborista obtuvo una aplastante victoria electoral en julio, “debe irse” y ha afirmado falsamente que Starmer fue “cómplice en profundidad de las violaciones masivas a cambio de votos”.
Antes de entrar en política en 2015, Starmer fue jefe de la fiscalía del Reino Unido de 2008 a 2013, cuando el tema de las bandas de engaño pederasta saltó a la palestra nacional.
Mientras desempeñaba ese cargo, Starmer supervisó el procesamiento de una banda de engaño pederasta en Rochdale, formada en su mayoría por hombres de ascendencia sudasiática. En una conferencia de prensa celebrada el lunes, Starmer calificó la explotación sexual infantil de “completamente enfermiza” y dijo que demasiadas víctimas habían sido defraudadas “por ideas perversas sobre las relaciones comunitarias o por la idea de que las instituciones deben protegerse por encima de todo”.
Y añadió: “Cuando fui fiscal jefe durante cinco años, abordé esto de frente porque podía ver lo que estaba ocurriendo. Cuando dejé el cargo, teníamos el mayor número de casos de abusos sexuales a menores procesados jamás registrado”.
Starmer y su colega de la Fiscalía de la Corona, Afzal, fueron elogiados en un informe parlamentario de 2013 publicado bajo un anterior gobierno dirigido por los conservadores. “Starmer se ha esforzado por mejorar el trato a las víctimas de agresiones sexuales dentro del sistema de justicia penal durante todo su mandato”, decía el informe, y añadía que su “respuesta debería servir de modelo a los demás organismos implicados en la lucha contra el engaño pederasta localizado”.
¿Qué ha ocurrido desde que surgieron los primeros casos de abusos?
La cuestión de las bandas de engaño pederasta ha sido objeto de numerosas investigaciones e informes locales y nacionales en el Reino Unido desde principios de la década de 2010.
A partir de 2015, una investigación pública nacional financiada por el gobierno celebró más de 300 días de audiencias. Finalmente, llevó a cabo 15 investigaciones, entre ellas sobre redes de abusadores y abusos en escuelas y entornos eclesiásticos.
Un informe de febrero de 2022 concluyó que la explotación sexual infantil por redes organizadas seguía siendo un problema importante a escala nacional. El informe final de la investigación, de octubre de 2022, establecía 20 recomendaciones para proteger a los niños, pero el gobierno conservador de entonces puso en práctica muy pocas de ellas. En una declaración de esta semana, el Ministerio del Interior dijo que estaba “trabajando a marchas forzadas” para ponerlas en práctica.
La profesora Alexis Jay, quien dirigió tanto la revisión nacional como la investigación de Rotherham de 2014, declaró el martes a la BBC que “la gente debería ponerse manos a la obra” para poner en práctica sus recomendaciones. “Ya hemos tenido suficientes investigaciones, consultas y debates”, dijo, “especialmente para las víctimas y supervivientes que han tenido el valor de presentarse”.
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