¿Qué se viene para la Unión Europea sobre la política migratoria del bloque?
Toda esta semana se estuvieron negociando posiciones entre varias naciones para definir cómo tratarán a futuro el fenómeno migratorio y las futuras crisis.
Mientras Estados Unidos, en solitario, aprobó la construcción de 32 kilómetros de muro fronterizo en el terreno que lo separa de México, al otro lado del mundo, en simultáneo, los 27 países de la Unión Europea terminaban de discutir un aspecto clave de su futura política, el Reglamento de Crisis, que forma parte del Nuevo Pacto migratorio que vienen discutiendo desde 2020.
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Mientras Estados Unidos, en solitario, aprobó la construcción de 32 kilómetros de muro fronterizo en el terreno que lo separa de México, al otro lado del mundo, en simultáneo, los 27 países de la Unión Europea terminaban de discutir un aspecto clave de su futura política, el Reglamento de Crisis, que forma parte del Nuevo Pacto migratorio que vienen discutiendo desde 2020.
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A pesar de que Polonia y Hungría, del ala más conservadora de los 27, boicotearon la declaración final del bloque, reunido esta semana en Granada, España, impidiendo que la migración sea un tema incluido, sí se logró cerrar ese capítulo en lo referente a las crisis, a pesar de las diferencias marcadas, específicamente entre las posiciones de Italia y Alemania.
De hecho, el capítulo de Hungría y Polonia tuvo lugar ya cerca del cierre de la cumbre. En primer lugar, Italia, cercana a Polonia y Hungría por su titular, la primera ministra, Giorgia Meloni, se oponía férreamente al apoyo que da Alemania a las ONG que rescatan migrantes en alta mar cuando buscan llegar a Europa.
Aquí cabe resaltar que Italia es uno de los principales receptores de estos migrantes, que llegan por el mar Mediterráneo a Lampedusa, la isla que recibe masivos grupos de personas diariamente. Italia alcanzó incluso a bloquear el primer borrador del Reglamento de Crisis por este tema.
Alemania, del otro lado, defendía el apoyo a estas organizaciones y se preocupaba porque parte del paquete de medidas más duras que puedan tomar los países en estos Estados aumenten la “crisis humanitaria” de los migrantes, pues a grandes rasgos los expone a confinamientos prolongados por evaluaciones y deportaciones de hasta 40 días.
“En términos generales esto demuestra que el eurocentrismo empieza a ganar espacios, con la posición de países como Polonia y Hungría, que históricamente se han opuesto a la llegada masiva de migrantes. Eso muestra una Europa que abandona los valores humanos, y el interés migratorio”, afirma sobre el paquete de decisiones Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de la Universidad del Rosario.
Tras el retraso que sufrió el acuerdo por la pugna entre Alemania e Italia, el apartado sobre el tema que los dividía se resolvió así en el texto: “Las operaciones de ayuda humanitaria no deben considerarse instrumentalización de los emigrantes cuando no haya objetivo de desestabilizar la Unión o un Estado miembro”.
Otro de los puntos discutidos durante las negociaciones entre los 27 fue la protección inmediata a migrantes que lleguen al territorio del bloque en peligro de cualquier tipo, pero no hay finalmente ninguna referencia al asilo de refugiados por guerras o demás aspectos por el estilo.
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Pese a que el Nuevo Pacto cuenta con aceptación dentro del bloque y su objetivo a la larga es mejorar la política migratoria con una “solidaridad obligatoria”, que contemple mejores gestiones con solicitudes de asilo y protección a migrantes en general, como destacaba Jaramillo Jassir, caló fuertemente la posición antirrecepción de países del este como Hungría y Polonia.
Hubo, incluso, oposición abierta del populista presidente de Hungría, Viktor Orbán, que, con sus declaraciones sobre lo negociado en materia migratoria, se mostró en completo desacuerdo: “No hay ninguna posibilidad de llegar a ningún tipo de compromiso y acuerdo sobre migración. Políticamente, es imposible. No hoy, sino en general, en los próximos años. Porque legalmente estamos, cómo decirlo, violados. Así que, si te violan legalmente, te obligan a aceptar algo que no te gusta”.
Budapest y Varsovia exigen ante cualquier negociación que las decisiones migratorias que tomen los países una vez acordado el Nuevo Pacto sean por completa unanimidad. En palabras del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que está también en campaña política, la migración es hoy por hoy el “punto más sensible y más político” para la Unión Europea.
Uno de los puntos tangenciales que preocupaban a Polonia y Hungría es la cooperación en cuanto al origen y tránsito de la migración. Por esto, Morawiecki y Orbán bloquearon por un rato largo el último jueves el acuerdo para la declaración final, logrando al final que de los 40 puntos tratados, se eliminara todo lo que tuviese que ver con migración.
Por esto, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, emitió una declaración aparte en la que sí menciona el tema.
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“La migración es un desafío europeo que requiere una respuesta europea. Es necesario abordar inmediatamente y de manera decidida la migración irregular. No permitiremos que los contrabandistas decidan quién entra en la UE. Continuaremos implementando efectiva y rápidamente todas nuestras decisiones”, rezan las palabras de Michel.
Y sigue: “Seguiremos un enfoque integral de la migración que combine una mayor acción exterior, asociaciones integrales mutuamente beneficiosas con los países de origen y tránsito, abordando las causas profundas de la migración, oportunidades para la migración legal, una protección más efectiva de las fronteras exteriores de la UE, una lucha resuelta contra el crimen organizado, trata y contrabando de seres humanos, instrumentalización de la migración como amenaza híbrida, intensificación de los retornos y aspectos internos, de conformidad con el derecho internacional, los principios y valores de la UE y la protección de los derechos fundamentales”,
Seguridad, ampliación del bloque a futuro y la invasión de Rusia a Ucrania fueron temas que también se trataron en la cumbre de Granada. De momento, el Nuevo Pacto parece estar viendo los detalles finales de lo que será la relación futura de la Unión Europea con el fenómeno migratorio que se vive en ese lado del mundo.
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