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Merkel declaró que no se postulará de nuevo cuando los demócratas cristianos elijan a su líder en diciembre, lo que significa que abandonará el cargo que ha desempeñado desde el año 2000. Explicó que planea cumplir su cuarto periodo como canciller, hasta el año 2021, pero en vista de las tensiones existentes dentro de su partido y con sus compañeros de coalición, incluso algunos miembros de su partido dudan que permanezca en el poder hasta entonces.
Quien resulte electo para dirigir a la Unión Demócrata Cristiana tras la salida de Merkel estará en una excelente posición para, llegado el momento, asumir también sus funciones como gobernante de Alemania, lo que hace todavía más importantes las elecciones de diciembre. Al arranque de esta lucha de poder, veamos quiénes podrían ser los candidatos:
Annegret Kramp-Karrenbauer — La “Mini Merkel”
Foto: Wikimedia Commons
De todos los posibles sucesores, Annegret Kramp-Karrenbauer, de 56 años, es la candidata más parecida a Merkel en su estilo de gobierno pragmático y moderado, por lo que se le ha dado el sobrenombre de “mini Merkel”.
Este mismo año, los demócratas cristianos eligieron a Kramp-Karrenbauer como secretaria general del partido (el puesto que aprovechó Merkel para catapultarse a la posición más alta), con la encomienda de rejuvenecerlo. Se espera que participe en la contienda por el liderazgo en diciembre.
También se cree que Kramp-Karrenbauer, antigua gobernadora del minúsculo estado de Saarland, es la persona que más le gustaría a la canciller ver como su sucesora, y ambas han demostrado que pueden colaborar sin afectar sus perfiles políticos independientes. Kramp-Karrenbauer, quien debido al largo apellido con frecuencia se designa con las iniciales AKK, goza de apoyo en las filas conservadoras del partido, donde la admiran por los valores de su familia católica, así como del respaldo de los miembros de ideología de centro.
Jens Spahn — El Anti-Merkel
Foto: Wikimedia Commons
El ministro de Salud de Merkel, Jens Spahn, se considera uno de los críticos más francos de la política que aplicó la canciller cuando llegaron los refugiados en 2015 y es un favorito del grupo conservador del partido. Puesto que tiene 38 años, podría ser la elección perfecta para muchos miembros que quieren un líder joven que le infunda nueva vida a los demócratas cristianos, al estilo del canciller austriaco, Sebastian Kurz, de 32 años.
En 2002, Spahn se convirtió en el miembro más joven del partido en ocupar un escaño en el Parlamento, y más tarde obtuvo un asiento en el consejo del partido conservador. Se ha forjado un nombre gracias a sus ataques en contra de la canciller por las leyes que autorizan la doble ciudadanía y que empleados de habla inglesa trabajen en cafés de la capital alemana. Desde que asumió funciones como ministro de Salud, ha puesto énfasis en temas más serios, en particular en la asistencia a los enfermos y desvalidos.
Desde hace un año, Spahn ha desarrollado una relación estrecha con el embajador de Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell, quien le ayudó a organizar este mes una reunión en la Casa Blanca con John Bolton, el asesor del presidente Donald Trump en temas de seguridad nacional.
Armin Laschet — La voz de la razón
Foto: Wikimedia Commons
A Armin Laschet, un aliado cercano de la canciller, se le advirtió no cambiar el rumbo del partido demasiado hacia la derecha, por lo que se ha presentado como la voz de la razón en medio de las sublevaciones constantes de la conflictiva coalición de Merkel con los socialdemócratas de centro izquierda y los conservadores bávaros.
Laschet, de 57años, ya funge como vicepresidente del partido y el año pasado triunfó en las elecciones para encabezar al estado más populoso de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, cuyo control les arrebató a los socialdemócratas.
Friedrich Merz — El antiguo rival desterrado
Foto: Wikimedia Commons
El antiguo rival de Merkel, Friedrich Merz, se destacó en el partido al mismo tiempo que la canciller, cuando un grupo de líderes más antiguos perdió fuerza debido a un escándalo sobre fondos de campaña.
No obstante, abandonó por completo la política después de que Merkel influyó para retirarlo del liderazgo del grupo conservador del Parlamento en 2002.
Merz, quien ahora tiene 62 años, asumió la presidencia en Alemania de BlackRock, considerada en general la mayor gestora de fondos privados, además de ser uno de los principales abogados del despacho internacional Mayer Brown en Düsseldorf.
Los conservadores le pidieron que regresara a la política en 2014, para integrarse a una comisión interna con el propósito de fortalecer a la sociedad. El año pasado, Laschet le dio un nombramiento sin salario, el cargo de comisionado para el brexit por Renania del Norte-Westfalia.
El estado se promociona como una excelente opción para que se reubiquen los negocios que decidan abandonar el Reino Unido tras su salida de la Unión Europea.