Reino Unido y el divorcio más catastrófico de la historia
La novela del ‘Brexit’ está lejos de terminar. El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, está a punto de hacer trizas la confianza en su país, pues pretende incumplir con el acuerdo de divorcio que firmó con la Unión Europea. ¿Qué está pasando?
“¿Cómo puede el gobierno convencer a futuros socios internacionales de que se puede confiar en que Reino Unido respetará las obligaciones legales de cualquier tratado?”, se pregunta la exprimera ministra británica Theresa May. No será posible, desde luego, si Londres llega a traicionar su palabra sobre lo que pactó con la Unión Europea en el acuerdo del ‘Brexit’. Y eso es justamente lo que está buscando el primer ministro británico, Boris Johnson: traición.
El Parlamento británico está discutiendo un proyecto para una Ley de Mercado Interior que, impulsado por Johnson, le dará una bofetada al derecho internacional.
Si se convierte en ley, este proyecto de mercado autorizará a los ministros británicos a determinar las normas sobre comercio entre Reino Unido e Irlanda del Norte, modificando las declaraciones de exportación y procedimientos de salida, dándoles el poder de revertir los términos acordados en el Acuerdo de Retirada que se firmó entre Londres y Bruselas para la salida de Reino Unido del bloque europeo. Así, en pocas palabras, Reino Unido estaría incumpliendo su palabra con la Unión Europea y el Brexit estaría en un riesgo enorme.
Para que el proyecto se convierta en ley se necesita que lo aprueben tanto en la Cámara de los Comunes, donde se encuentra ahora en consideración por el Comité de Pleno de la Cámara, y por la Cámara de los Lores. Este martes, el proyecto podría entrar a la tercera lectura en la Cámara de los Comunes y de allí saltaría a la de los Lores. Es un proyecto de ley controvertido, pero cuenta con el apoyo de los parlamentarios que apoyaron el acuerdo del Brexit y, considerando la gran mayoría con la que cuenta Johnson en el Parlamento, este tiene una posibilidad alta de convertirse en ley.
Los antiguos líderes británicos que permanecen con vida, como David Cameron o Theresa May, han advertido que tal medida podría socavar la reputación de Londres. El Reino Unido, donde nació la Carta Magna y el estado de derecho, tendría dificultades enormes para sellar acuerdos comerciales con otros países debido al deterioro de su confianza internacional, pues estaría mostrando que no respeta los pactos firmados. El propio secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, reconoció que esta era una violación al derecho internacional. Entonces ¿por qué Johnson quiere incumplir el Acuerdo de Retirada?
EE le explica: ¿Le avergüenza no saber nada del Brexit?
Los expertos aseguran que este es un intento de Johnson por satisfacer a los partidarios del Brexit más radicales o de desviar la atención de su manejo por la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. Pero también puede tratarse de un mecanismo para ejercer presión a la Unión Europea para que firmen un acuerdo comercial antes del 15 de octubre, cuando se cumple el plazo fijado por Londres para terminar con las negociaciones sobre las nuevas relaciones comerciales.
Reino Unido abandonó la Unión Europea en enero de este año, pero todavía es un miembro del mercado único europeo y de su unión aduanera, así ya no tenga voto en la toma de decisiones. Lo que están haciendo Londres y Bruselas desde enero es negociar cómo serán las relaciones entre ambos una vez se termine el periodo de transición de salida, el cual se cumple el 31 de diciembre de este año. Si no alcanzan un acuerdo, las relaciones se regirán bajo las pautas dictadas por la Organización Mundial de Comercio.
“No hay buenas explicaciones para la decisión de Johnson, en el sentido de que no aporta ningún beneficio racional a Reino Unido. Sin embargo, la explicación más probables en esta etapa es que se trata de una medida para tratar de mostrarle a la Unión Europea que el costo de no llegar a un acuerdo comercial sería mayor de lo que podrían pensar, empujándolos a hacer concesiones a Reino Unidos a tiempo para cerrar un trato”, señaló el profesor Simon Usherwood de la Universidad de Surrey al diario La Tercera.
Johnson también señala que las disposiciones del proyecto son necesarias para proteger el Acuerdo de Viernes Santo que puso fin al conflicto en Irlanda del Norte, aunque la UE dice que hará justo lo contrario.
El Acuerdo de Retirada obligaba a controlar el flujo de productos que salían de Reino Unido hacia Irlanda del Norte para evitar de nuevo una “frontera dura” entre Irlanda, que es parte de la UE, e Irlanda del Norte, que es parte de Reino Unido, pero que a la vez está ligada a la normativa de la UE sobre bienes. Con esta ley, Johnson busca darle a los británicos el derecho a saltarse esas reglas de control para “mantener la integridad” de su mercado interno".
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“¿Cómo puede el gobierno convencer a futuros socios internacionales de que se puede confiar en que Reino Unido respetará las obligaciones legales de cualquier tratado?”, se pregunta la exprimera ministra británica Theresa May. No será posible, desde luego, si Londres llega a traicionar su palabra sobre lo que pactó con la Unión Europea en el acuerdo del ‘Brexit’. Y eso es justamente lo que está buscando el primer ministro británico, Boris Johnson: traición.
El Parlamento británico está discutiendo un proyecto para una Ley de Mercado Interior que, impulsado por Johnson, le dará una bofetada al derecho internacional.
Si se convierte en ley, este proyecto de mercado autorizará a los ministros británicos a determinar las normas sobre comercio entre Reino Unido e Irlanda del Norte, modificando las declaraciones de exportación y procedimientos de salida, dándoles el poder de revertir los términos acordados en el Acuerdo de Retirada que se firmó entre Londres y Bruselas para la salida de Reino Unido del bloque europeo. Así, en pocas palabras, Reino Unido estaría incumpliendo su palabra con la Unión Europea y el Brexit estaría en un riesgo enorme.
Para que el proyecto se convierta en ley se necesita que lo aprueben tanto en la Cámara de los Comunes, donde se encuentra ahora en consideración por el Comité de Pleno de la Cámara, y por la Cámara de los Lores. Este martes, el proyecto podría entrar a la tercera lectura en la Cámara de los Comunes y de allí saltaría a la de los Lores. Es un proyecto de ley controvertido, pero cuenta con el apoyo de los parlamentarios que apoyaron el acuerdo del Brexit y, considerando la gran mayoría con la que cuenta Johnson en el Parlamento, este tiene una posibilidad alta de convertirse en ley.
Los antiguos líderes británicos que permanecen con vida, como David Cameron o Theresa May, han advertido que tal medida podría socavar la reputación de Londres. El Reino Unido, donde nació la Carta Magna y el estado de derecho, tendría dificultades enormes para sellar acuerdos comerciales con otros países debido al deterioro de su confianza internacional, pues estaría mostrando que no respeta los pactos firmados. El propio secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, reconoció que esta era una violación al derecho internacional. Entonces ¿por qué Johnson quiere incumplir el Acuerdo de Retirada?
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Los expertos aseguran que este es un intento de Johnson por satisfacer a los partidarios del Brexit más radicales o de desviar la atención de su manejo por la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. Pero también puede tratarse de un mecanismo para ejercer presión a la Unión Europea para que firmen un acuerdo comercial antes del 15 de octubre, cuando se cumple el plazo fijado por Londres para terminar con las negociaciones sobre las nuevas relaciones comerciales.
Reino Unido abandonó la Unión Europea en enero de este año, pero todavía es un miembro del mercado único europeo y de su unión aduanera, así ya no tenga voto en la toma de decisiones. Lo que están haciendo Londres y Bruselas desde enero es negociar cómo serán las relaciones entre ambos una vez se termine el periodo de transición de salida, el cual se cumple el 31 de diciembre de este año. Si no alcanzan un acuerdo, las relaciones se regirán bajo las pautas dictadas por la Organización Mundial de Comercio.
“No hay buenas explicaciones para la decisión de Johnson, en el sentido de que no aporta ningún beneficio racional a Reino Unido. Sin embargo, la explicación más probables en esta etapa es que se trata de una medida para tratar de mostrarle a la Unión Europea que el costo de no llegar a un acuerdo comercial sería mayor de lo que podrían pensar, empujándolos a hacer concesiones a Reino Unidos a tiempo para cerrar un trato”, señaló el profesor Simon Usherwood de la Universidad de Surrey al diario La Tercera.
Johnson también señala que las disposiciones del proyecto son necesarias para proteger el Acuerdo de Viernes Santo que puso fin al conflicto en Irlanda del Norte, aunque la UE dice que hará justo lo contrario.
El Acuerdo de Retirada obligaba a controlar el flujo de productos que salían de Reino Unido hacia Irlanda del Norte para evitar de nuevo una “frontera dura” entre Irlanda, que es parte de la UE, e Irlanda del Norte, que es parte de Reino Unido, pero que a la vez está ligada a la normativa de la UE sobre bienes. Con esta ley, Johnson busca darle a los británicos el derecho a saltarse esas reglas de control para “mantener la integridad” de su mercado interno".