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No paran las transgresiones de los turistas en icónicos monumentos; esta vez, de nuevo, sucedió en Roma. Una turista, en pleno calor de verano, trepó la icónica Fontana di Trevi para llenar su botella de agua.
Así quedó registrado en un video grabado el mes pasado, pero que se ha vuelto viral en las últimas horas.
En las imágenes se ve a la mujer entrando en la fuente, que data del siglo XVIII y que es uno de los lugares más visitados en la capital italiana.
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La mujer llena su botella bajo una de las caídas de agua cuando una agente de vigilancia hace sonar su pito para alertarle a la turista que lo que hace está prohibido.
Posteriormente, la mujer sale de la fuente y es abordada por la vigilante.
Una turista cammina attraverso la Fontana di Trevi a #Roma per riempire la sua bottiglia d'acqua. pic.twitter.com/MEJ5bPMlTV
— Leonardo Sonzogni (@Leosonzo) August 16, 2023
Según medios locales, la turista se disculpó con la guardia y dijo que no sabía que estaba prohibido, pese a que la ciudad tiene numerosas fuentes de agua accesibles al público para beber y llenar las cantimploras en la calle.
En el pasado, actos como bañarse en la icónica fuente, en donde los turistas suelen arrojar monedas para pedir deseos, han sido multados hasta con 500 euros.
Según datos citados por CNN, cada año se recogen cerca de US$1,5 millones en monedas arrojadas a la fuente, que se dedican a obras de caridad de la Iglesia católica.
El hecho con la botella de agua se registra pocos días después de que circulara otro video en el que se ve a un turista trepar en la fuente, para luego echarse un clavado y zambullirse en las aguas de la Fontana, diseñada por Nicola Salvi, bajo encargo del papa Clemente XII, y culminada por Giuseppe Pannini.
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“Asediado por miles de turistas extranjeros e italianos que lo visitan, la reacción es de diversión, como si ya fuera parte de las atracciones oficiales. Todos retoman, muchos aplauden y ríen, nadie discute la ‘hazaña’”, escribió el diario La Repubblica.
“Para el buzo, la intervención habitual tras el hecho la realiza la policía, que solo impone una multa”, añadió el medio italiano.
Roma, además, ha sido escenario de otras transgresiones contra el patrimonio. Uno de los casos más recordados en los últimos meses es el del hombre que grabó su nombre en el Coliseo Romano y que argumentó que no sabía que el monumento era tan antiguo.
Semanas después, otra joven hizo exactamente lo mismo.
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