Rusia aprueba la “doctrina antioccidente”, política que recuerda la Guerra Fría
El Kremlin ha abierto un nuevo frente de guerra en contra de Occidente. Con la adopción de esta nueva política diplomática, todos los países aliados de Estados Unidos se convertirán un riesgo para los intereses rusos. Aunque casi la totalidad de Europa haya condenado las acciones militares de Vladimir Putin en Ucrania, el presidente ha buscado nuevos aliados y con esto mueve las fichas en el tablero geopolítico mundial.
Rusia adoptó este viernes una nueva doctrina estatal que será utilizada para determinar qué acciones se toman desde el Kremlin en los próximos años. Desde Moscú, la política en relaciones exteriores consiste en definir quiénes son amigos de Rusia, y quienes en definitiva son una “amenaza existencial”, según reza el texto.
Esta política estatal recuerda a doctrina Monroe, que acogió Estados Unidos en 1823 en que aseguraba que la prioridad del país era “América para los americanos”. Aunque ambos enfoques políticos tengan puntos de contraste, son textos que se usan a nivel estatal para definir los objetivos e intereses de cada país en el futuro inmediato.
De acuerdo con esta nueva doctrina rusa, Occidente se ha convertido en una amenaza que busca la “dominación” de Rusia. Por ende, asegura el Kremlin, se debe cortar relaciones con Occidente y combatir este flagelo que representa para los intereses de Moscú. Esta situación se había iniciado desde la invasión de las tropas de Putin a Ucrania en febrero de 2022.
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En más de una ocasión, Putin ha mencionado que hay una alianza entre la OTAN, Occidente y Ucrania para desafiar a Rusia y “destruirla”. Por ende, la nueva doctrina adoptada por el Kremlin asegura que los nuevos aliados dentro del tablero geopolítico ruso serán China e India.
En un documento de más de 40 páginas, que por su contenido y tono recuerda a la Guerra Fría del siglo pasado, Rusia se presenta como la defensora del mundo rusoparlante, frente a un Occidente que quiere “debilitarla por todos los medios”.
“Rusia se propone prestar una atención prioritaria a la eliminación de los vestigios de dominación de Estados Unidos y de otros Estados hostiles en los asuntos globales”, estipula el documento.
En una reunión de su Consejo de Seguridad nacional, el presidente Putin justificó este cambio amparándose en “los grandes cambios en la escena internacional”, que obligan a Rusia a “adaptar sus documentos de planificación estratégica”.
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La nueva doctrina subraya “la naturaleza existencial de las amenazas (...) creadas por las acciones de países inamistosos”, y designa a Estados Unidos como “el instigador principal y jefe de orquesta de la línea antirrusa”, resumió el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
“De manera general, la política de Occidente tendente a debilitar a Rusia por todos los medios se caracteriza como una guerra híbrida de un nuevo tipo”, agregó el canciller Lavrov.
China e India, socios clave
Estados Unidos y sus aliados implementaron una serie de sanciones económicas contra Rusia, que los acusa a su vez de librar una guerra subsidiaria en Ucrania, al entregar armas a Kiev. Rusia, cada vez más aislada en Occidente, ha tratado de acercarse política y económicamente de Asia, concretamente de China, que considera una prioridad en su nueva doctrina.
En la nueva estrategia, Moscú hace hincapié en la importancia de “la profundización de las relaciones y la coordinación con los centros globales soberanos de poder y desarrollo amistosos situados en el continente euroasiático”.
Putin mostró una relación de complicidad con su homólogo chino Xi Jinping durante una cumbre en Moscú en marzo y puso en valor la “naturaleza especial” de las relaciones entre ambos países.
Los vínculos parecen sin embargo cada vez más desequilibrados a favor de China, debido a la creciente dependencia de Rusia.
La nueva doctrina rusa otorga también un lugar importante a las relaciones con África, donde Moscú ha reforzado su presencia entre otros a través del grupo paramilitar Wagner.
Finalmente, el documento presenta a Rusia como una “civilización” que reúne a los pueblos que definen “el mundo ruso”. El concepto ha sido usado por el Kremlin para justificar la ofensiva en Ucrania, donde asegura defender la minoría de habla rusa.
Putin se presenta como el estandarte de los “valores tradicionales” de la Iglesia ortodoxa frente a la decadencia de Occidente, lo que se refleja también en esta nueva doctrina.
En el documento, se puede leer que es necesario “neutralizar los intentos de imponer principios ideológicos pseudohumanistas y neoliberales, que conducen a la pérdida de la espiritualidad tradicional y de los principios morales”.
Los pilares de la doctrina
La nueva política exterior que el Kremlin tomará tendrá algunos ejes sobre los cuales puede moverse Rusia en el futuro. Además de mencionar la guerra en Ucrania, los objetivos políticos y el tipo de decisiones que se tomarán en la escena internacional, Moscú destaca que habrá un nuevo cambio dentro de la geopolítica mundial. Estos son los aspectos fundamentales de la doctrina:
-Tendencias y prioridades
- Rusia no se considera un enemigo de Occidente, no se aísla de él, no tiene intenciones hostiles hacia él y espera que en el futuro los Estados occidentales se den cuenta de la inutilidad de su política de confrontación y sus ambiciones hegemónicas, tengan en cuenta las realidades complejas de un mundo multipolar y vuelvan a una interacción pragmática con Rusia.
- Rusia insiste en la seguridad indivisible a nivel mundial y regional, la eliminación de los vestigios de la dominación de EE. UU. y otros Estados inamistosos en los asuntos mundiales.
- Moscú quiere reivindicar el papel de Naciones Unidas como mecanismo central de coordinación para alinear los intereses de los Estados miembros y sus acciones.
- Rusia pretende excluir de las relaciones internacionales la práctica de imponer sanciones unilaterales y mejorar el mecanismo de aplicación de sanciones internacionales exclusivamente a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
-Seguridad
- Rusia aboga por la indivisibilidad de la seguridad internacional y está abierta a una acción conjunta para construir una arquitectura de seguridad internacional renovada y más sostenible con todos los Estados y agrupaciones interestatales interesados.
- Pretende fortalecer la estabilidad estratégica, eliminar las condiciones previas para estallido de una guerra mundial y los riesgos del uso de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva.
- Las Fuerzas Armadas pueden ser utilizadas, entre otras cosas, para repeler y prevenir un ataque armado contra Rusia o sus aliados, resolver crisis, mantener (reestablecer) la paz de acuerdo con una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y de otras estructuras de seguridad colectiva en las que participa Rusia, y para proteger a sus ciudadanos en el extranjero.
- Rusia adoptará medidas simétricas y asimétricas en respuesta a actos hostiles que pongan en peligro su soberanía e integridad territorial, incluyendo sanciones.
-Armas nucleares y carrera armamentística.
- El país aboga por el fortalecimiento y desarrollo de un sistema de tratados internacionales en los ámbitos de la estabilidad estratégica, el control de armas y la prevención de la proliferación de armas de destrucción masiva.
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- Moscú quiere prevenir una carrera armamentística y crear las condiciones para una mayor reducción gradual de las capacidades nucleares, teniendo en cuenta todos los factores que afectan a la estabilidad estratégica.
- Pretende prevenir una carrera armamentística en el espacio, sobre todo mediante un tratado internacional.
-Economía
- Rusia quiere reducir la dependencia de su economía de las acciones de Estados inamistosos mediante el desarrollo de una infraestructura internacional de pagos despolitizada, segura e independiente, así como con un mayor uso de monedas nacionales en los pagos.
- Moscú pretende fortalecer la presencia rusa en los mercados mundiales, aumentar las exportaciones que no sean materias primas y energía, y reorientar sus vínculos económicos a Estados que aplican políticas constructivas y neutrales, sin descartar una cooperación pragmática con círculos empresariales de Estados hostiles.
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Rusia adoptó este viernes una nueva doctrina estatal que será utilizada para determinar qué acciones se toman desde el Kremlin en los próximos años. Desde Moscú, la política en relaciones exteriores consiste en definir quiénes son amigos de Rusia, y quienes en definitiva son una “amenaza existencial”, según reza el texto.
Esta política estatal recuerda a doctrina Monroe, que acogió Estados Unidos en 1823 en que aseguraba que la prioridad del país era “América para los americanos”. Aunque ambos enfoques políticos tengan puntos de contraste, son textos que se usan a nivel estatal para definir los objetivos e intereses de cada país en el futuro inmediato.
De acuerdo con esta nueva doctrina rusa, Occidente se ha convertido en una amenaza que busca la “dominación” de Rusia. Por ende, asegura el Kremlin, se debe cortar relaciones con Occidente y combatir este flagelo que representa para los intereses de Moscú. Esta situación se había iniciado desde la invasión de las tropas de Putin a Ucrania en febrero de 2022.
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En más de una ocasión, Putin ha mencionado que hay una alianza entre la OTAN, Occidente y Ucrania para desafiar a Rusia y “destruirla”. Por ende, la nueva doctrina adoptada por el Kremlin asegura que los nuevos aliados dentro del tablero geopolítico ruso serán China e India.
En un documento de más de 40 páginas, que por su contenido y tono recuerda a la Guerra Fría del siglo pasado, Rusia se presenta como la defensora del mundo rusoparlante, frente a un Occidente que quiere “debilitarla por todos los medios”.
“Rusia se propone prestar una atención prioritaria a la eliminación de los vestigios de dominación de Estados Unidos y de otros Estados hostiles en los asuntos globales”, estipula el documento.
En una reunión de su Consejo de Seguridad nacional, el presidente Putin justificó este cambio amparándose en “los grandes cambios en la escena internacional”, que obligan a Rusia a “adaptar sus documentos de planificación estratégica”.
📝 Sugerimos: Rusia sitúa a Estados Unidos como principal responsable de políticas en su contra
La nueva doctrina subraya “la naturaleza existencial de las amenazas (...) creadas por las acciones de países inamistosos”, y designa a Estados Unidos como “el instigador principal y jefe de orquesta de la línea antirrusa”, resumió el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
“De manera general, la política de Occidente tendente a debilitar a Rusia por todos los medios se caracteriza como una guerra híbrida de un nuevo tipo”, agregó el canciller Lavrov.
China e India, socios clave
Estados Unidos y sus aliados implementaron una serie de sanciones económicas contra Rusia, que los acusa a su vez de librar una guerra subsidiaria en Ucrania, al entregar armas a Kiev. Rusia, cada vez más aislada en Occidente, ha tratado de acercarse política y económicamente de Asia, concretamente de China, que considera una prioridad en su nueva doctrina.
En la nueva estrategia, Moscú hace hincapié en la importancia de “la profundización de las relaciones y la coordinación con los centros globales soberanos de poder y desarrollo amistosos situados en el continente euroasiático”.
Putin mostró una relación de complicidad con su homólogo chino Xi Jinping durante una cumbre en Moscú en marzo y puso en valor la “naturaleza especial” de las relaciones entre ambos países.
Los vínculos parecen sin embargo cada vez más desequilibrados a favor de China, debido a la creciente dependencia de Rusia.
La nueva doctrina rusa otorga también un lugar importante a las relaciones con África, donde Moscú ha reforzado su presencia entre otros a través del grupo paramilitar Wagner.
Finalmente, el documento presenta a Rusia como una “civilización” que reúne a los pueblos que definen “el mundo ruso”. El concepto ha sido usado por el Kremlin para justificar la ofensiva en Ucrania, donde asegura defender la minoría de habla rusa.
Putin se presenta como el estandarte de los “valores tradicionales” de la Iglesia ortodoxa frente a la decadencia de Occidente, lo que se refleja también en esta nueva doctrina.
En el documento, se puede leer que es necesario “neutralizar los intentos de imponer principios ideológicos pseudohumanistas y neoliberales, que conducen a la pérdida de la espiritualidad tradicional y de los principios morales”.
Los pilares de la doctrina
La nueva política exterior que el Kremlin tomará tendrá algunos ejes sobre los cuales puede moverse Rusia en el futuro. Además de mencionar la guerra en Ucrania, los objetivos políticos y el tipo de decisiones que se tomarán en la escena internacional, Moscú destaca que habrá un nuevo cambio dentro de la geopolítica mundial. Estos son los aspectos fundamentales de la doctrina:
-Tendencias y prioridades
- Rusia no se considera un enemigo de Occidente, no se aísla de él, no tiene intenciones hostiles hacia él y espera que en el futuro los Estados occidentales se den cuenta de la inutilidad de su política de confrontación y sus ambiciones hegemónicas, tengan en cuenta las realidades complejas de un mundo multipolar y vuelvan a una interacción pragmática con Rusia.
- Rusia insiste en la seguridad indivisible a nivel mundial y regional, la eliminación de los vestigios de la dominación de EE. UU. y otros Estados inamistosos en los asuntos mundiales.
- Moscú quiere reivindicar el papel de Naciones Unidas como mecanismo central de coordinación para alinear los intereses de los Estados miembros y sus acciones.
- Rusia pretende excluir de las relaciones internacionales la práctica de imponer sanciones unilaterales y mejorar el mecanismo de aplicación de sanciones internacionales exclusivamente a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
-Seguridad
- Rusia aboga por la indivisibilidad de la seguridad internacional y está abierta a una acción conjunta para construir una arquitectura de seguridad internacional renovada y más sostenible con todos los Estados y agrupaciones interestatales interesados.
- Pretende fortalecer la estabilidad estratégica, eliminar las condiciones previas para estallido de una guerra mundial y los riesgos del uso de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva.
- Las Fuerzas Armadas pueden ser utilizadas, entre otras cosas, para repeler y prevenir un ataque armado contra Rusia o sus aliados, resolver crisis, mantener (reestablecer) la paz de acuerdo con una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y de otras estructuras de seguridad colectiva en las que participa Rusia, y para proteger a sus ciudadanos en el extranjero.
- Rusia adoptará medidas simétricas y asimétricas en respuesta a actos hostiles que pongan en peligro su soberanía e integridad territorial, incluyendo sanciones.
-Armas nucleares y carrera armamentística.
- El país aboga por el fortalecimiento y desarrollo de un sistema de tratados internacionales en los ámbitos de la estabilidad estratégica, el control de armas y la prevención de la proliferación de armas de destrucción masiva.
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- Moscú quiere prevenir una carrera armamentística y crear las condiciones para una mayor reducción gradual de las capacidades nucleares, teniendo en cuenta todos los factores que afectan a la estabilidad estratégica.
- Pretende prevenir una carrera armamentística en el espacio, sobre todo mediante un tratado internacional.
-Economía
- Rusia quiere reducir la dependencia de su economía de las acciones de Estados inamistosos mediante el desarrollo de una infraestructura internacional de pagos despolitizada, segura e independiente, así como con un mayor uso de monedas nacionales en los pagos.
- Moscú pretende fortalecer la presencia rusa en los mercados mundiales, aumentar las exportaciones que no sean materias primas y energía, y reorientar sus vínculos económicos a Estados que aplican políticas constructivas y neutrales, sin descartar una cooperación pragmática con círculos empresariales de Estados hostiles.
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