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Una explosión sacudió este jueves el centro de Kiev, capital de Ucrania, en medio de la visita del primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, quien llegó al país para reafirmar su apoyo a los ucranianos.
“En el centro de la capital funcionan las fuerzas de defensa aérea. ¡Diríjanse a los refugios!”, escribió en su cuenta de Telegram el alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, justo después de que se escuchara el estruendo de la explosión.
Según The Guardian, un dron sobrevoló el lugar de la reunión de Starmer y el presidente ucraniano. La Fuerza Aérea ucraniana había advertido previamente de que drones de ataque lanzados por Rusia se dirigían hacia la región de Kiev y hacia la propia capital. Este ataque ruso se produce como una represalia al uso de armas suministradas por Occidente.
Ucrania y Reino Unido reafirman su alianza
El primer ministro Starmer firmó con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, un ambicioso tratado denominado “Asociación de 100 años”, un acuerdo que busca garantizar la seguridad, promover el desarrollo económico y tecnológico, y reforzar las alianzas estratégicas entre ambos países.
El tratado abarca áreas como defensa, ciencia, energía y comercio, destacando la cooperación en seguridad marítima y la tecnología de drones, elementos clave en el conflicto con Rusia. Además, incluye mecanismos para rastrear el grano ucraniano robado por las fuerzas rusas y exportado ilegalmente.
Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en 2022, el Reino Unido ha sido uno de los mayores aliados de Ucrania. Londres ha aportado 12.800 millones de libras (US$ 16.000 millones) en ayuda militar y civil, además de entrenar a más de 50.000 soldados ucranianos.
La visita de Starmer se produce en un contexto de incertidumbre política mundial. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca genera preocupaciones entre los aliados de Ucrania debido a su postura crítica respecto al alto costo de la ayuda estadounidense a Kiev.
Desde hace semanas se especula sobre las condiciones de unas posibles negociaciones de paz, sobre todo tras el retorno el 20 de enero a la Casa Blanca de Trump, que prometió poner fin rápidamente a este conflicto, sin decir cómo.
Rusia se ha mostrado dispuesta a negociar un acuerdo que ponga fin al conflicto en Ucrania, siempre y cuando las conversaciones tengan en cuenta las “realidades sobre el terreno”. Moscú, con una posición fuerte en el frente de guerra, no tiene intenciones de devolver casi el 20 % del territorio de su vecino que se ha acaparado en casi tres años de conflicto.
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