Rusia tomará “contramedidas” ante el ingreso de Suecia a la OTAN

La embajada de Rusia en Estocolmo aseguró que el Kremlin tomará “contramedidas” ante la adhesión de Suecia a la OTAN, en un mensaje divulgado la noche del martes en su canal de Telegram. “Rusia tomará contramedidas de naturaleza política y técnico-militares para minimizar las amenazas a su seguridad nacional”, en reacción a que el reino escandinavo se convirtió en el miembro 32 de la Alianza Atlántica, escribió la sede diplomática rusa.

El contenido de esas contramedidas “dependerá de las condiciones y del alcance de la integración de Suecia a la OTAN, incluido el posible despliegue de tropas, medios y armas” de la alianza en el país, agregó.

Suecia obtuvo el lunes el aval del Parlamento húngaro para su ingreso a la organización, lo que eliminó el último obstáculo al proceso de adhesión iniciado hace dos años. El país solicitó unirse a la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania, y su adhesión pone fin a más de 200 años de no alineamiento militar. Sin embargo, se encontró con la oposición de Turquía y Hungría, con los que ha tenido roces en el pasado y que tienen cercanía con Rusia.

“La entrada de Suecia a una alianza militar hostil a Rusia tendrá consecuencias negativas para la estabilidad del norte de Europa y alrededor del mar Báltico, que es nuestro espacio común”, y que nunca será un “lago de la OTAN”, agregó la embajada rusa.

Con la adhesión de Suecia, y la de Finlandia el año pasado, que en total suman casi 300.000 tropas en reserva y activas que ingresan al bloque, todos los países ribereños del mar Báltico son ahora miembros de la alianza, con la excepción de Rusia, para quien el cuerpo marítimo es de gran importancia y donde funciona una base naval.

Ello llevó a algunos observadores a referirse a ese mar como el “lago de la OTAN”, donde los aliados podrían restringir considerablemente los movimientos de la flota rusa en caso de un conflicto. De acuerdo con expertos, Suecia ha mantenido una “neutralidad armada”, con una política de defensa regional y una fuerte industria de armas, que produce sistemas avanzados y misiles que son usados por Ucrania.

Sin embargo, su equipamiento y sus tropas son, en número, inferiores a las de varios países que integran la organización, como Alemania, Reino Unido y Polonia. Además, su gasto militar corresponde al 1,54 % del PIB, menor al umbral del 2 % requerido para miembros de la alianza, aunque no todos cumplen el objetivo.

Desde 2014, la ampliación de la OTAN figura entre las “principales amenazas externas” en la doctrina militar rusa, un documento que determina la política de defensa de este país.

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El contenido de esas contramedidas “dependerá de las condiciones y del alcance de la integración de Suecia a la OTAN, incluido el posible despliegue de tropas, medios y armas” de la alianza en el país, agregó.

Suecia obtuvo el lunes el aval del Parlamento húngaro para su ingreso a la organización, lo que eliminó el último obstáculo al proceso de adhesión iniciado hace dos años. El país solicitó unirse a la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania, y su adhesión pone fin a más de 200 años de no alineamiento militar. Sin embargo, se encontró con la oposición de Turquía y Hungría, con los que ha tenido roces en el pasado y que tienen cercanía con Rusia.

“La entrada de Suecia a una alianza militar hostil a Rusia tendrá consecuencias negativas para la estabilidad del norte de Europa y alrededor del mar Báltico, que es nuestro espacio común”, y que nunca será un “lago de la OTAN”, agregó la embajada rusa.

Con la adhesión de Suecia, y la de Finlandia el año pasado, que en total suman casi 300.000 tropas en reserva y activas que ingresan al bloque, todos los países ribereños del mar Báltico son ahora miembros de la alianza, con la excepción de Rusia, para quien el cuerpo marítimo es de gran importancia y donde funciona una base naval.

Ello llevó a algunos observadores a referirse a ese mar como el “lago de la OTAN”, donde los aliados podrían restringir considerablemente los movimientos de la flota rusa en caso de un conflicto. De acuerdo con expertos, Suecia ha mantenido una “neutralidad armada”, con una política de defensa regional y una fuerte industria de armas, que produce sistemas avanzados y misiles que son usados por Ucrania.

Sin embargo, su equipamiento y sus tropas son, en número, inferiores a las de varios países que integran la organización, como Alemania, Reino Unido y Polonia. Además, su gasto militar corresponde al 1,54 % del PIB, menor al umbral del 2 % requerido para miembros de la alianza, aunque no todos cumplen el objetivo.

Desde 2014, la ampliación de la OTAN figura entre las “principales amenazas externas” en la doctrina militar rusa, un documento que determina la política de defensa de este país.

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