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Es posible que el recuento final no se conozca hasta este sábado, pero el Sinn Féin, el histórico partido nacionalista que busca la reunificación de la isla y alguna vez conocido como el ala política del grupo paramilitar del Ejército Republicano Irlandés (IRA), está muy cerca de ganar la mayor cantidad de escaños en la asamblea de Irlanda del Norte. ¿Por qué es clave?
Una victoria lo podría convertir en el primer partido nacionalista irlandés en liderar el gobierno, “y eso podría allanar el camino para que Irlanda del Norte abandone el Reino Unido”, explican algunos reporteros de NPR. Sin mencionar que, a la vez, esto les daría el poder para nombrar a la líder del partido, Michelle O’Neill, como primera ministra en el gobierno regional.
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Y aquí viene una pregunta clave, ¿realmente es posible que la isla se convierta en un solo país? Bueno, no es tan fácil y no sería algo inmediato. Así lo explica Willem Marx, reportero de NPR en Londres: “Según el acuerdo de paz conocido como el Acuerdo del Viernes Santo, firmado en 1998, sería necesario celebrar un referéndum entre los residentes de Irlanda del Norte y otro separado en la República de Irlanda”, comentó. Marx agrega que eso requeriría que Sinn Fein controle las palancas del gobierno tanto al norte como al sur de esa frontera, y ese todavía es un asunto pendiente al sur.
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De hecho, y como lo explicamos hace unos días, el éxito del Sinn Féin no se debe a su discurso sobre la unificación, sino a las posturas que ha tomado acerca del aborto o el matrimonio del mismo sexo, las cuales han atraído a más votantes jóvenes. Con todo y eso, Jonathan Tonge, un experto en política de la Universidad de Liverpool, le dijo al Washington Post que la idea no había que dejarse de lado. “No habrá una encuesta fronteriza sobre la unidad irlandesa pronto, pero la habrá un día”, comentó.
- 📃📃 Unos datos de contexto: El acuerdo del Viernes Santo, firmado en 1998, ayudó a detener el conflicto que se desarrollaba en territorio norirlandés entre protestantes y católicos. Ambos grupos religiosos manifestaron diferencias políticas a finales de los años sesenta, pues se dividían entre la independencia del territorio y la unión de este.
- Los roces resultaron en una gran crisis en 1993. Para ese momento, el Ejército Republicano (IRA) junto con otras organizaciones paramilitares que tenían por objeto lograr una unión entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, realizaron varios atentados en el territorio nacional.
- Con el acuerdo, se decidió formar un gobierno autónomo de poder compartido entre dos rivales, el unionista Ian Paisley y el nacionalista Martin McGuinness.
“Un partido nacionalista al mando en Irlanda del Norte encenderá nuevas esperanzas para la unidad irlandesa, pero también podría sembrar el retorno de la inquietud entre católicos y protestantes”, comentaron periodistas del New York Times. Todo esto en un territorio donde los acuerdos para compartir el poder han mantenido la paz durante más de dos décadas, agregaron.
Pero de resultar victoriosos, el camino que se avecina es complicado. El Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario durante los últimos 20 años, reiteró hoy que no entrará en un Ejecutivo con los republicanos si las conversaciones que mantienen Londres y Bruselas no desembocan en la eliminación del protocolo del Brexit para la región.
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“Hasta que no se resuelva este asunto podrán celebrarse las elecciones que quieras, pero no habrá Gobierno hasta que no arreglemos la cuestión del protocolo”, advirtió Ian Paisley, parlamentario del DUP en Westminster. El dirigente unionista confió en que, a la luz de los resultados electorales, Londres tiene ahora que centrarse en resolver los problemas que los arreglos comerciales pos-Brexit están causando en Irlanda del Norte.
El protocolo obliga a revisar las mercancías que llegan desde Gran Bretaña para la entrada incontrolada de productos al mercado comunitario europeo, al tiempo que impide una frontera dura entre las dos Irlandas, clave para el proceso de paz. No obstante, esta solución ha elevado las tensiones políticas, sobre todo en la comunidad unionista-protestante, que ve peligrar su posición dentro del Reino Unido cuando los nacionalistas más agitan la bandera de la unificación.
Con información de Efe*