Sin el gas ruso, ¿cómo se prepara Europa para el invierno?
Rusia proveía el 40 % de ese combustible. Europa ha logrado aumentar sus reservas ahorrando en el consumo y acudiendo a otros proveedores y fuentes de energía. Lo costoso llegará después del invierno.
La alta dependencia al gas ruso por parte de Europa, particularmente de Alemania, el corazón industrial del continente, parece estar pasando factura. Pero la más cara se teme que llegue tras el inicio del próximo invierno.
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La alta dependencia al gas ruso por parte de Europa, particularmente de Alemania, el corazón industrial del continente, parece estar pasando factura. Pero la más cara se teme que llegue tras el inicio del próximo invierno.
Usualmente es a final de año cuando la región, por las bajas temperaturas, consume mayor cantidad del hidrocarburo para mantenerse caliente.
El verano, en contraste, por el menor consumo, es la época que se aprovecha para llenar las reservas que se usarán al final del año. Pero ahora la guerra en Ucrania, que está a punto de cumplir seis meses, ha cambiado el panorama.
¿Cuánto gas provee Rusia en Europa?
Rusia venía proveyendo cerca del 40 % del gas que necesita Europa. Probablemente consciente de esa dependencia, como señaló David Frum en The Atlantic, Vladimir Putin parece haber hecho un experimento sobre esto el año pasado, cuando “encontró excusas para dejar de vender en los mercados europeos a corto plazo, a pesar de las oportunidades lucrativas presentadas por los precios altísimos del otoño pasado”.
Europa quedó con reservas bajas durante el último invierno. “Putin parece haber esperado que las bajas reservas de gas intimidarían a los gobiernos europeos para que aceptaran su agresión”, agrega Frum.
Y un poco sí. Si bien la Unión Europea acordó reducir las compras de petróleo ruso en cerca de 90 % para el final del año, lo mismo no ha pasado con el gas. Ni siquiera el llamado del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para imponer un embargo total sobre la energía rusa ha cambiado las cosas.
Sugerimos: La Unión Europea acordó reducir el consumo del gas ruso, ¿qué se pactó?
Por ahora, una de las acciones más visibles del bloque de 27 países para prepararse frente a lo que se viene es un acuerdo para reducir el consumo de gas en un 15 % entre agosto de este año y marzo del próximo.
España, por ejemplo, ya anunció medidas, pero para encaminarse a un ahorro de 7 % (al igual que Portugal), dada su menor dependencia a Rusia y mayores esfuerzos para la transición energética.
Más sobre esto: ¿La venganza de los “cerdos”? El recorte sobre el gas que dividió a Europa
Dependencia de Alemania del gas ruso
En la otra orilla ha estado Alemania, que antes de la guerra dependía casi en 60 % del gas ruso (al tiempo que se proponía el cierre total de otra fuente de energía: sus centrales nucleares), proporción que ha logrado bajar a cerca del 35 % desde el inicio de la invasión.
En medio de esto, Alemania se quedó sin el esperado proyecto Nord Stream 2, un gasoducto que a través del mar Báltico llevaría el combustible de Rusia a Alemania y al resto de Europa, pero que fue suspendido por Berlín como represalia a la invasión contra Ucrania, una medida dura de tomar, por ser prácticamente un tiro en el pie, pero inevitable ante la presión internacional.
Lo cierto es que Rusia, en retaliación a las sanciones de Occidente o por problemas técnicos aducidos, ha empezado ya con el recorte, por lo que para la Unión Europea es evidente que Moscú está utilizando esto como un chantaje.
Recortes de gas en Europa
Por ejemplo, en abril, la estatal rusa Gazprom suspendió los envíos a Bulgaria y Polonia, miembros de la OTAN, por no cumplir la imposición de pagar en rublos y no en dólares o euros.
En mayo, a la lista de suspendidos se unió Finlandia, que, además, va camino a formar parte de la alianza atlántica, y, posteriormente, Países Bajos y Dinamarca se quedaron sin el suministro.
En junio, la misma empresa, dijo que por un problema técnico el envío de gas se reduciría en un 60 %, y en julio señaló que el Nord Stream 1 cerraría por 10 días debido a un mantenimiento. Eso hizo temer que la excusa fuera realmente la puerta de entrada para un recorte definitivo, aunque finalmente fue restablecido. ¿O no?
Lo cierto es que el flujo, a punta de cierres por “problemas técnicos” ha venido cayendo. Entre junio y julio pasó de 67 millones de metros cúbicos a solo 33 millones diarios. Rusia, por supuesto, ha sugerido que activar el Nord Stream 2 ayudaría a superar las dificultades técnicas.
Precios récord del gas
En este contexto era de esperarse que los precios del gas rompieran récords. Esta semana los futuros del precio del gas alcanzaron 234,50 euros por megavatio-hora. Hace un año era de apenas 29 euros. Y la perspectiva parece seguir al alza.
La pregunta sigue siendo: de dónde obtendrá Europa el gas. Por un lado, Estados Unidos ha cumplido su compromiso de enviar más gas a Europa; sin embargo, como explicó Frum, el aumento de ese volumen no puede ser tan rápido, pues las exportaciones “deben comprimirse en forma líquida para cargarse a bordo de los barcos”.
“La construcción de nuevas plantas de licuefacción es una tarea compleja y costosa: un cálculo de la regla empírica sugiere un costo de $ 5 mil millones durante cinco años, tal vez cuatro años si se aceleran las aprobaciones regulatorias”, añadió.
Reservas de gas en Europa
De cara al invierno, Europa parece que alcanzará a almacenar suficiente gas, pero, como reportó Reuters, el costo de reponer las existencias superará los 50.000 millones de euros, 10 veces más que el histórico, precisamente por el aumento de precios.
Además de las fuentes mencionadas, el ahorro inmediato en el consumo y el remplazo de fuentes, acudiendo, por ejemplo, al carbón, han sido claves.
Las reservas europeas están en cerca de 70 %, un nivel parecido al de los últimos años, según datos de Gas Infrastructure Europe (GIE), citados por Reuters.
Otras fuentes de gas
Por otro lado, a mediados de julio la Unión Europea anunció un acuerdo con Azerbaiyán para aumentar la compra de gas natural. Las puertas de Catar, Argelia y Noruega también han sido tocadas.
De acuerdo con información citada por Politico, este último país ha sido tradicionalmente el proveedor de un 20 % del gas que consume Alemania, y este año va camino a representar el 30 %. Sin embargo, no es tanto debido a que Oslo aumente sus envíos, sino por la caída de la provisión rusa.
A escala europea, Noruega satisface cerca del 25 % de la demanda, pero, como señaló el primer ministro de ese país, citado por el mismo medio, sin nuevos proyectos de gas, difícilmente habrá aumentos de suministro significativos.
En los planes, hay proyectos de más largo plazo, es decir que no solucionarían el problema en un futuro inmediato. La semana pasada, España anunció que el gasoducto que irá desde España hasta Francia podría entrar en operación en ocho o nueve meses.
El gobierno de ese país dijo que ya ha hecho saber a Berlín “la conveniencia de que Alemania sea invitada a participar en el grupo de alto nivel que trabaja en cómo hacer más efectivas las interconexiones con Francia”, según información de Efe.
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