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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó el lunes 12 de agosto al ejército ruso “expulsar” a las tropas ucranianas que en casi una semana se apoderaron de 28 localidades de la región de Kursk, según las autoridades locales. Este sería el ataque más importante de un ejército extranjero en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial y el más grande desde el inicio de la guerra.
Ucrania lanzó el martes 6 de agosto una sorpresiva operación a gran escala en esa región fronteriza, dos años y medio después del inicio de la ofensiva rusa en la exrepública soviética, tras meses de repliegue ante las fuerzas de Moscú en el frente oriental.
Según autoridades rusas, al menos 12 civiles murieron y 121 resultaron heridos, “incluyendo 10 niños”.
“Miles” de soldados ucranianos participan en la operación, declaró un alto funcionario de seguridad ucraniano, con el objetivo de “estirar las posiciones del enemigo, infligir el máximo de pérdidas (y) desestabilizar la situación en Rusia”.
“La principal tarea del Ministerio de Defensa es, obviamente, expulsar al enemigo de nuestros territorios”, declaró Putin en una reunión retransmitida por televisión.
El ejército ucraniano pretende “sembrar la discordia en nuestra sociedad, intimidar a la gente, destruir la unidad y la cohesión de la sociedad rusa”, agregó el mandatario ruso, que acusó a Kiev de “cumplir la voluntad” de las potencias occidentales.
Hasta ahora, las fuerzas ucranianas tomaron el control de 28 localidades en la región de Kursk, una zona de 40 kilómetros de ancho y 12 kilómetros de profundidad en territorio ruso, reconoció el gobernador en funciones, Alexéi Smirnov, que participó en la videoconferencia.
A causa de esto, las autoridades rusas ordenaron el 12 de agosto evacuar 121.000 civiles en las regiones de Kursk y Bélgorod, también fronteriza con Ucrania, de acuerdo con Smirnov.
Estas cifras revelan la magnitud del ataque de las fuerzas ucranianas, aunque el ejército ruso afirma a diario desde el 6 de agosto que está infligiendo grandes pérdidas a los ucranianos e impidiendo los “intentos de avance”.
En Moscú, la acogida de desplazados se organiza desde hace varios días.
En vistas a “negociaciones futuras”
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, admitió por primera vez la implicación de su país en la incursión en Rusia, indicando que esta busca “desplazar la guerra al territorio del agresor”.
El asalto a la región de Kursk costituye la mayor y más exitosa operación transfronteriza ucraniana desde el inicio del conflicto.
El funcionario aseguró que Kiev respeta “estrictamente el derecho humanitario” en su ofensiva y que no tiene la intención de anexionar las zonas que ocupa actualmente.
También admitió que Rusia “detendrá” tarde o temprano el avance de las tropas ucranianas en la región de Kursk, pero si “al cabo de cierto tiempo no consigue retomar estos territorios, podrían ser utilizados con fines políticos”, por ejemplo durante negociaciones de paz.
“El enemigo busca mejorar su posición en negociaciones futuras”, estimó Putin este lunes.
Las autoridades ucranianas instaron por su lado a unos 20.000 civiles de la región de Sumy a evacuar sus localidades.
Polonia producirá lanzamisiles estadounidenses
Polonia firmó el 12 de agosto un acuerdo por valor de 1.130 millones de euros (US$1.230 millones) para la producción de 48 lanzamisiles antiaéreos estadounidenses Patriot, destinados a reforzar la defensa de este país fronterizo con Rusia y Ucrania. Una compra que hace parte de una serie de importantes transacciones de equipos militares, por valor de miles de millones de dólares, principalmente a Estados Unidos y Corea del Sur.
Los lanzadores M903 se fabricarán en Polonia, según un acuerdo firmado entre la empresa estadounidense Raytheon y el grupo polaco Huta Stalowa Wola, y está previsto que se entreguen al ejército polaco entre 2027 y 2029.
“Este contrato refuerza la seguridad de Polonia”, declaró el ministro polaco de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, durante el acto de su firma.
Polonia, que aceleró la modernización de su ejército en el contexto de la invasión rusa en Ucrania, destinará este año más del 4 % de su producto interior bruto (PIB) en defensa, una suma de unos US$33.000 millones y el doble del 2 % exigido por la OTAN.
También, está llevando a cabo una serie de importantes compras de equipos militares, por valor de miles de millones de dólares, principalmente a Estados Unidos y Corea del Sur.
El viernes pasado, Polonia firmó un acuerdo con Estados Unidos sobre la compra de cientos de misiles aire-aire de medio alcance AIM-120C AMRAAM.
Según medios de comunicación polacos, Varsovia y Washington firmarán en los próximos días otro acuerdo sobre la compra de 96 helicópteros AH-64E Apache por un valor estimado de más de 9.000 millones de dólares.
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