Una planta nuclear de Ucrania ocupada por los rusos se enfrenta a un nuevo riesgo
La planta de Zaporiyia está en una zona de guerra, la primera vez en la historia que una planta nuclear ha sido ocupada por una potencia extranjera.
Matthew Mpoke Bigg - The New York Times
Esta semana, al director del organismo de control atómico de Naciones Unidas, Rafael Mariano Grossi, le preocupó tanto un nuevo peligro en la Planta Nuclear de Zaporiyia, que fue a Ucrania y cruzó la línea de combate en la guerra de este país con Rusia para ver la situación con sus propios ojos.
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Esta semana, al director del organismo de control atómico de Naciones Unidas, Rafael Mariano Grossi, le preocupó tanto un nuevo peligro en la Planta Nuclear de Zaporiyia, que fue a Ucrania y cruzó la línea de combate en la guerra de este país con Rusia para ver la situación con sus propios ojos.
Grossi ya había estado en la planta antes y también había manifestado sus serias preocupaciones acerca de una posible catástrofe nuclear, pero esta amenaza era diferente: la destrucción reciente de una presa en el río Dniéper le quitó a la planta su principal fuente de agua que se emplea para el trabajo indispensable de enfriar sus seis reactores y varillas de combustible usado.
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Pero el viernes, después de su visita a la planta, Grossi traía algunas buenas noticias y comentó que el agua almacenada que hay en la planta serviría de respaldo para los reactores durante “algunos meses” y que las autoridades ahí habían comenzado a tomar otras medidas para reabastecer el suministro.
A continuación, un reportaje acerca de la industria nuclear de Ucrania y de por qué la planta de Zaporiyia se encuentra bajo amenaza:
¿Por qué es importante la planta de Zaporiyia?
Pocos países dependen tanto de su energía nuclear para el suministro de energía como Ucrania. Antes de que Rusia iniciara su invasión a gran escala en febrero de 2022, esta industria nuclear alimentaba cerca de la mitad de las necesidades energéticas de Ucrania.
Ucrania cuenta con quince reactores en cuatro plantas. Tres de ellas se ubican lejos de las líneas de combate de la guerra. La cuarta, la planta de Zaporiyia, fue ocupada por las fuerzas rusas durante un ataque en marzo de 2022. Esta ya no produce energía para la red eléctrica de Ucrania, pero, al ser una planta nuclear activa, sigue siendo indispensable que sus operaciones sean seguras para evitar una catástrofe.
La historia de esta industria en el país es escabrosa. El primer reactor entró en funcionamiento en la era soviética y, en 1986, una explosión e incendio en la planta de Chernóbil al norte de Ucrania provocó el peor accidente nuclear de la historia.
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¿Por qué es tan importante el agua para la planta?
El agua enfría tanto los núcleos de los reactores como el combustible nuclear usado y, como resultado, la planta depende de un suministro abundante y constante de agua. Para resolver esta necesidad, está construida cerca de un embalse de hasta 22 kilómetros de ancho en el río Dniéper. Ese cuerpo de agua alimenta un enorme estanque de enfriamiento en el sitio —más grande que la Explanada Nacional en Washington— y, a su vez, el agua del depósito es bombeada a los seis reactores de la planta. Este diseño reduce al mínimo el riesgo de que los reactores ser queden sin el agua que se requiere para evitar una catástrofe.
¿Cuál es el peligro más reciente y qué se está haciendo al respecto?
El nivel del embalse que funciona como la principal fuente de agua de la planta nuclear ha disminuido de manera drástica desde el 6 de junio, cuando una explosión destruyó la presa de Kajovka, inundó la cuenca baja del río y mató al menos a catorce personas. Sin embargo, en la planta no existe ningún peligro inmediato debido a que el depósito de enfriamiento está lleno y los reactores requieren mucho menos agua de la que tendrían normalmente. Debido a las amenazas que plantea la guerra a la planta, cinco de los reactores han estado en modo de “cierre en frío” desde el año pasado, un estado de inactividad en el cual no generan energía. El sexto está en modo de “cierre en caliente”, lo cual significa que produce algo de energía para que haya seguridad en la planta.
El viernes, Grossi afirmó que se siente alentado de que se estén tomando medidas de apoyo para ayudar a completar el agua existente del depósito, la cual se está evaporando. Grossi señaló que de no ser así, “seguramente habrá un problema muy grave antes de que termine el año”.
Según Grossi, pasarán años antes de que se rehabiliten la presa y el embalse, así que los trabajadores de la planta han comenzado a instalar bombas para traer agua del embalse reducido, cuyos bancos están retrocediendo al lecho del río original. También están pensando hacer perforaciones más profundas en la tierra hacia la capa freática a fin de formar pozos que puedan alimentar el depósito, añadió Grossi.
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¿Cuál es el mayor problema?
El más evidente: la planta de Zaporiyia está en una zona de guerra, la primera vez en la historia que una planta nuclear ha sido ocupada por una potencia extranjera.
Las autoridades ucranianas señalan que las fuerzas rusas han colocado minas en los terrenos de la planta para evitar un ataque, han almacenado armas y explosivos en sus salas, instalado emplazamientos de armas y alojado soldados ahí que están en tránsito al campo de batalla.
Moscú también ha intentado imponer un control administrativo, con personal directivo ruso en el sitio que ejerce presión sobre los trabajadores para que estos rompan sus contratos con la empresa estatal nuclear de Ucrania, Energoatom, y firmen con la compañía nuclear rusa, Rosatom. De acuerdo con Oleh Korikov, el inspector ucraniano para la seguridad nuclear y de radiación, también los han presionado para que soliciten pasaportes rusos.
En este proceso, los trabajadores señalan que algunas personas han sido detenidas y torturadas y que el personal de 11.000 trabajadores ha sido reducido a una cuadrilla de cerca de 2000 personas, aseveró Korikov. El martes, Grossi señaló que a muchos de los trabajadores restantes no se les permite ir a la planta porque se niegan a firmar contratos con los controladores rusos.
La seguridad nuclear a largo plazo requiere una adhesión a los principios enunciados por el Organismo Internacional de Energía Atómica, entre ellos un entorno político estable, una estructura directiva predecible y un ambiente tranquilo para los trabajadores, además de una dotación competa de personal. De acuerdo con Grossi, en la planta de Zaporiyia se han violado estos principios.
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