Foto tomada desde un avión F-16 danés el 27 de septiembre de 2022 y puesta a disposición por el Comando de Defensa Danés que muestra una fuga de gas del gasoducto Nord Stream 2 frente a Bornholm, Dinamarca, en el mar Báltico.
Foto: EFE - Danish Defence Command / HANDOUT
Entre tantos aviones de combate y tanques que pueden definir el futuro de la guerra en Ucrania, hay un arma que parece haber pasado a un segundo plano en la conversación: el gas proveniente de Siberia. Asediar militarmente al enemigo es una de las estrategias más utilizadas por los ejércitos, pero Vladimir Putin quiso utilizar también la energía, específicamente el gas que exporta al resto de Europa, como arma fundamental en su avanzada contra Ucrania.
Por Tomás Tarazona Ramírez
Periodista de investigación con énfasis en conflicto, memoria y paz.ttarazona@elespectador.com
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