“Una salida sin acuerdo nunca será una opción para la Unión Europea”
El vice primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda explicó a El Espectador los planes de contingencia que viene preparando su gobierno de cara a la salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo. Las próximas 24 horas serán claves para ver si el primer ministro, Boris Johnson, puede lograr un acuerdo con la UE.
Lorena Arboleda Zárate - Londres
El revuelo político que sigue causando la discusión alrededor del Brexit ha arreciado aún más las divisiones entre la población británica. Especialmente porque la incertidumbre sobre si el Reino Unido saldrá de la Unión Europea (UE) sin acuerdo crece cuanto más se acerca la fecha fijada por el primer ministro británico, Boris Johnson, para materializar el resultado del referendo de 2016. Si esto ocurre, el 31 de octubre quedará oficializada tal decisión. Mientras tanto, los países miembros de la UE y los que conforman el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) preparan planes de contingencia para mitigar el impacto que tendría un “Brexit duro”.
Ayer, el gobierno británico publicó la propuesta de acuerdo para el Brexit, destinada a eliminar la controvertida salvaguarda irlandesa y toda necesidad de controles aduaneros en la isla de Irlanda, el punto más conflictivo del acuerdo de divorcio. Johnson propuso mantener Irlanda del Norte dentro de las reglas de la UE durante al menos cuatro años luego del Brexit.
Precisamente, uno de los escollos más complejos en torno al Brexit tiene que ver con el futuro de las dos Irlandas. Evitar una frontera física entre las naciones, protegida por la salvaguarda irlandesa, y mantener la estabilidad de la isla, representada en el Acuerdo de Paz del Viernes Santo, son dos pilares fundamentales para los gobiernos de la República de Irlanda e Irlanda del Norte. Un régimen aduanero distinto y controles en la frontera han significado una larga discusión que, según el vice primer ministro irlandés y ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Simon Coveney, ha derivado en la tramitación de una avalancha de leyes necesarias para afrontar un escenario en el que no se logre un acuerdo en torno al Brexit.
Mantener los acuerdos de extradición, el acceso a servicios sanitarios en el Reino Unido, facilidades de traslado entre ambos países y subsidios sociales, así como mantener unificada la red eléctrica de toda la isla son apenas algunos ejemplos. En diálogo con El Espectador, el diplomático irlandés, uno de los más férreos críticos de Johnson, explicó de qué forma se está preparando su país de cara al Brexit.
¿Está preparado el Gobierno irlandés para enfrentar un Brexit sin acuerdo si, al llegar el 31 de octubre, el primer ministro británico, Boris Johnson, hace efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea?
Los preparativos para un Brexit sin acuerdo tienen la máxima prioridad para el gobierno. Nos hemos estado preparando activamente para el Brexit en aras de asegurar que no solo los ciudadanos sino también las empresas irlandesas estén lo más preparados posible para todos los escenarios establecidos en el Plan de Acción de Contingencia de nuestro gobierno. Hemos aprobado, por ejemplo, leyes claves al respecto y, al mismo tiempo, hemos organizado cerca de 1.200 eventos de preparación con las partes interesadas de todos los sectores. Además, les hemos proveído entrenamiento y apoyo económico para aumentar nuestra capacidad aduanera. Las medidas específicas para preparar a Irlanda para el Brexit fueron incluidas en los presupuestos de 2017, 2018 y 2019. El presupuesto del año entrante se está preparando sobre la base de las evaluaciones que haga el gobierno respecto de las implicaciones de un Brexit sin acuerdo, no porque estemos resignados a esta situación sino porque es la única forma prudente que tenemos para prepararnos.
Uno de los puntos más álgidos de cara al Brexit tiene que ver con la denominada salvaguarda irlandesa. ¿Cómo se verá afectada la frontera entre las dos Irlandas si no se logra un acuerdo de aquí al 31 de octubre?
Estamos trabajando extremadamente cerca con la Comisión Europea todo lo referente a la frontera con Irlanda del Norte en el escenario de un Brexit sin acuerdo, en aras de proteger nuestros dos principales objetivos: el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Irlanda del Norte y el mercado único, y el lugar de Irlanda en torno a ello. Estas discusiones se enfocan en los arreglos provisionales que tendríamos que implementar en caso de no llegar a un acuerdo, los cuales no involucran infraestructura física en la frontera, pero que permitan los controles necesarios para proteger el mercado único. Cualquier arreglo respecto de la frontera en el escenario de un Brexit sin acuerdo será, en todo caso, temporal. No pueden proveer el mismo nivel de protección de la salvaguarda irlandesa, y el resultado sería una interrupción significativa para la economía, tanto de Irlanda del Norte como de toda la isla. Solo la salvaguarda irlandesa puede proteger completamente el mercado único, evitar una frontera física y proteger ambas economías, tanto la de Irlanda del Norte como la de la República de Irlanda.
Usted ha venido insistiendo en que espera que las propuestas del gobierno británico en torno a una salida de la Unión Europea se materialicen con acciones concretas y se logre un buen acuerdo. ¿Qué sería un buen acuerdo para usted?
Una prioridad fundamental para Irlanda alrededor del proceso del Brexit —totalmente compartida por nuestros socios de la Unión Europea— ha sido la necesidad de proteger el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Irlanda del Norte y proteger el mercado único de la Unión Europea y el lugar de Irlanda. El Acuerdo de Retirada, incluida la salvaguarda irlandesa, fue el resultado de meses de extensas negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, el cual incluyó compromisos de ambas partes. Allí se tuvieron en cuenta los objetivos mencionados previamente y así debe permanecer.
Algunas críticas de quienes apoyaron la salida del Reino Unido de la Unión Europea apuntan a que mantener la salvaguarda irlandesa mantendrá al Reino Unido supeditado a las reglas comerciales de la UE. ¿Qué opina de estas afirmaciones?
Algunos han intentado sugerir que la salvaguarda irlandesa es antidemocrática o que debilita el Acuerdo de Paz del Viernes Santo. Nada podría estar más lejano de la verdad. Después de todo, fue lo que se negoció por parte del gobierno británico democráticamente electo. La salvaguarda irlandesa tampoco socava el principio de consentimiento en virtud del Acuerdo de Viernes Santo, el cual garantiza que solo la mayoría del pueblo de Irlanda del Norte puede decidir sobre su propio estatus constitucional en el futuro. También es importante recordar que la salvaguarda irlandesa es apoyada de manera casi unánime por empresarios, agricultores, sindicatos y empleadores en toda Irlanda del Norte.
¿Considera que el Acuerdo de Retirada protegerá, efectivamente, la frontera entre ambas naciones?
El Acuerdo de Retirada es un resultado justo y balanceado que aborda las preocupaciones claves de ambas partes. También nos permite movernos hacia la construcción de la relación más fuerte posible con el Reino Unido después de su salida de la Unión Europea. Irlanda y nuestros socios de la Unión Europea apoyan el Acuerdo de Retirada. Sin embargo, también estamos comprometidos con buscar una manera de avanzar. Queremos ser de ayuda. Estamos dispuestos a considerar propuestas que puedan dar fin a este “impasse”, siempre y cuando ofrezcan las mismas protecciones en términos legales y operativos como la salvaguarda irlandesa. Irlanda no se puede mover de una posición negociada y acordada hacia una solución no probada y desconocida. En términos prácticos, ¿qué tipo de garantía otorga la salvaguarda irlandesa?
La salvaguarda irlandesa provee una garantía legal para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda. Ojalá esa salvaguarda no fuera necesaria, pero por ahora es un seguro. Si la salvaguarda irlandesa es invocada, y si en algún momento posterior, subsecuentemente, cualquiera de las partes pensara que ya no se necesita, el Reino Unido o la Unión Europea pueden solicitar al Comité Conjunto considerar este asunto. La decisión del Comité frente a si continuar aplicando la salvaguarda irlandesa puede ser adoptada. Las disposiciones son también para asegurar el involucramiento de las instituciones del Reino Unido e Irlanda del Norte en la implementación de la salvaguarda irlandesa.
Más allá de las repercusiones comerciales que, por supuesto, implica el Brexit y la posición de Irlanda en este proceso, ¿Cree que se podría ver afectada la paz entre las dos Irlandas después de un conflicto tan complejo como el que atravesaron ambas naciones?
El Brexit es mucho más que un problema económico. Tenemos la garantía de que hay un plan claro y un compromiso para adoptar medidas mínimas temporales que permitan preservar el delicado equilibrio del Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Irlanda del Norte y el proceso de paz. La Unión Europea estableció cimientos estables y predecibles para el comercio de bienes y servicios, libertad de movimiento, asuntos relacionados con igualdad y derechos, ciudadanía e identidad, intercambio cultural y educativo, y cooperación transfronteriza dentro de la isla.
Usted ha sido un fuerte crítico del primer ministro británico. ¿Qué opina de la decisión de la Corte Suprema del Reino Unido que dictaminó que la suspensión de las sesiones del Parlamento por parte de Boris Johnson fue ilegal?
No sería apropiado referirme a la reciente decisión de la Corte Suprema del Reino Unido. Ese es un asunto interno que les compete al Parlamento británico y a las cortes. Al final, la responsabilidad de evitar una salida sin acuerdo recae sobre el Reino Unido. Una salida sin acuerdo nunca será una opción para la Unión Europea. Bienvenida la intensificación de las discusiones entre la Comisión Europea y el Reino Unido. Sin embargo, las reuniones no son suficientes. En tan pocas semanas que quedan para que se reúna el Consejo Europeo, en octubre, el Reino Unido debe combinar las aspiraciones que dice tener con acciones, y presentar soluciones concretas. Es vital que el primer ministro, Boris Johnson, use el tiempo que le queda para encontrar el camino a seguir.
El revuelo político que sigue causando la discusión alrededor del Brexit ha arreciado aún más las divisiones entre la población británica. Especialmente porque la incertidumbre sobre si el Reino Unido saldrá de la Unión Europea (UE) sin acuerdo crece cuanto más se acerca la fecha fijada por el primer ministro británico, Boris Johnson, para materializar el resultado del referendo de 2016. Si esto ocurre, el 31 de octubre quedará oficializada tal decisión. Mientras tanto, los países miembros de la UE y los que conforman el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) preparan planes de contingencia para mitigar el impacto que tendría un “Brexit duro”.
Ayer, el gobierno británico publicó la propuesta de acuerdo para el Brexit, destinada a eliminar la controvertida salvaguarda irlandesa y toda necesidad de controles aduaneros en la isla de Irlanda, el punto más conflictivo del acuerdo de divorcio. Johnson propuso mantener Irlanda del Norte dentro de las reglas de la UE durante al menos cuatro años luego del Brexit.
Precisamente, uno de los escollos más complejos en torno al Brexit tiene que ver con el futuro de las dos Irlandas. Evitar una frontera física entre las naciones, protegida por la salvaguarda irlandesa, y mantener la estabilidad de la isla, representada en el Acuerdo de Paz del Viernes Santo, son dos pilares fundamentales para los gobiernos de la República de Irlanda e Irlanda del Norte. Un régimen aduanero distinto y controles en la frontera han significado una larga discusión que, según el vice primer ministro irlandés y ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Simon Coveney, ha derivado en la tramitación de una avalancha de leyes necesarias para afrontar un escenario en el que no se logre un acuerdo en torno al Brexit.
Mantener los acuerdos de extradición, el acceso a servicios sanitarios en el Reino Unido, facilidades de traslado entre ambos países y subsidios sociales, así como mantener unificada la red eléctrica de toda la isla son apenas algunos ejemplos. En diálogo con El Espectador, el diplomático irlandés, uno de los más férreos críticos de Johnson, explicó de qué forma se está preparando su país de cara al Brexit.
¿Está preparado el Gobierno irlandés para enfrentar un Brexit sin acuerdo si, al llegar el 31 de octubre, el primer ministro británico, Boris Johnson, hace efectiva la salida del Reino Unido de la Unión Europea?
Los preparativos para un Brexit sin acuerdo tienen la máxima prioridad para el gobierno. Nos hemos estado preparando activamente para el Brexit en aras de asegurar que no solo los ciudadanos sino también las empresas irlandesas estén lo más preparados posible para todos los escenarios establecidos en el Plan de Acción de Contingencia de nuestro gobierno. Hemos aprobado, por ejemplo, leyes claves al respecto y, al mismo tiempo, hemos organizado cerca de 1.200 eventos de preparación con las partes interesadas de todos los sectores. Además, les hemos proveído entrenamiento y apoyo económico para aumentar nuestra capacidad aduanera. Las medidas específicas para preparar a Irlanda para el Brexit fueron incluidas en los presupuestos de 2017, 2018 y 2019. El presupuesto del año entrante se está preparando sobre la base de las evaluaciones que haga el gobierno respecto de las implicaciones de un Brexit sin acuerdo, no porque estemos resignados a esta situación sino porque es la única forma prudente que tenemos para prepararnos.
Uno de los puntos más álgidos de cara al Brexit tiene que ver con la denominada salvaguarda irlandesa. ¿Cómo se verá afectada la frontera entre las dos Irlandas si no se logra un acuerdo de aquí al 31 de octubre?
Estamos trabajando extremadamente cerca con la Comisión Europea todo lo referente a la frontera con Irlanda del Norte en el escenario de un Brexit sin acuerdo, en aras de proteger nuestros dos principales objetivos: el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Irlanda del Norte y el mercado único, y el lugar de Irlanda en torno a ello. Estas discusiones se enfocan en los arreglos provisionales que tendríamos que implementar en caso de no llegar a un acuerdo, los cuales no involucran infraestructura física en la frontera, pero que permitan los controles necesarios para proteger el mercado único. Cualquier arreglo respecto de la frontera en el escenario de un Brexit sin acuerdo será, en todo caso, temporal. No pueden proveer el mismo nivel de protección de la salvaguarda irlandesa, y el resultado sería una interrupción significativa para la economía, tanto de Irlanda del Norte como de toda la isla. Solo la salvaguarda irlandesa puede proteger completamente el mercado único, evitar una frontera física y proteger ambas economías, tanto la de Irlanda del Norte como la de la República de Irlanda.
Usted ha venido insistiendo en que espera que las propuestas del gobierno británico en torno a una salida de la Unión Europea se materialicen con acciones concretas y se logre un buen acuerdo. ¿Qué sería un buen acuerdo para usted?
Una prioridad fundamental para Irlanda alrededor del proceso del Brexit —totalmente compartida por nuestros socios de la Unión Europea— ha sido la necesidad de proteger el Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Irlanda del Norte y proteger el mercado único de la Unión Europea y el lugar de Irlanda. El Acuerdo de Retirada, incluida la salvaguarda irlandesa, fue el resultado de meses de extensas negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, el cual incluyó compromisos de ambas partes. Allí se tuvieron en cuenta los objetivos mencionados previamente y así debe permanecer.
Algunas críticas de quienes apoyaron la salida del Reino Unido de la Unión Europea apuntan a que mantener la salvaguarda irlandesa mantendrá al Reino Unido supeditado a las reglas comerciales de la UE. ¿Qué opina de estas afirmaciones?
Algunos han intentado sugerir que la salvaguarda irlandesa es antidemocrática o que debilita el Acuerdo de Paz del Viernes Santo. Nada podría estar más lejano de la verdad. Después de todo, fue lo que se negoció por parte del gobierno británico democráticamente electo. La salvaguarda irlandesa tampoco socava el principio de consentimiento en virtud del Acuerdo de Viernes Santo, el cual garantiza que solo la mayoría del pueblo de Irlanda del Norte puede decidir sobre su propio estatus constitucional en el futuro. También es importante recordar que la salvaguarda irlandesa es apoyada de manera casi unánime por empresarios, agricultores, sindicatos y empleadores en toda Irlanda del Norte.
¿Considera que el Acuerdo de Retirada protegerá, efectivamente, la frontera entre ambas naciones?
El Acuerdo de Retirada es un resultado justo y balanceado que aborda las preocupaciones claves de ambas partes. También nos permite movernos hacia la construcción de la relación más fuerte posible con el Reino Unido después de su salida de la Unión Europea. Irlanda y nuestros socios de la Unión Europea apoyan el Acuerdo de Retirada. Sin embargo, también estamos comprometidos con buscar una manera de avanzar. Queremos ser de ayuda. Estamos dispuestos a considerar propuestas que puedan dar fin a este “impasse”, siempre y cuando ofrezcan las mismas protecciones en términos legales y operativos como la salvaguarda irlandesa. Irlanda no se puede mover de una posición negociada y acordada hacia una solución no probada y desconocida. En términos prácticos, ¿qué tipo de garantía otorga la salvaguarda irlandesa?
La salvaguarda irlandesa provee una garantía legal para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda. Ojalá esa salvaguarda no fuera necesaria, pero por ahora es un seguro. Si la salvaguarda irlandesa es invocada, y si en algún momento posterior, subsecuentemente, cualquiera de las partes pensara que ya no se necesita, el Reino Unido o la Unión Europea pueden solicitar al Comité Conjunto considerar este asunto. La decisión del Comité frente a si continuar aplicando la salvaguarda irlandesa puede ser adoptada. Las disposiciones son también para asegurar el involucramiento de las instituciones del Reino Unido e Irlanda del Norte en la implementación de la salvaguarda irlandesa.
Más allá de las repercusiones comerciales que, por supuesto, implica el Brexit y la posición de Irlanda en este proceso, ¿Cree que se podría ver afectada la paz entre las dos Irlandas después de un conflicto tan complejo como el que atravesaron ambas naciones?
El Brexit es mucho más que un problema económico. Tenemos la garantía de que hay un plan claro y un compromiso para adoptar medidas mínimas temporales que permitan preservar el delicado equilibrio del Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Irlanda del Norte y el proceso de paz. La Unión Europea estableció cimientos estables y predecibles para el comercio de bienes y servicios, libertad de movimiento, asuntos relacionados con igualdad y derechos, ciudadanía e identidad, intercambio cultural y educativo, y cooperación transfronteriza dentro de la isla.
Usted ha sido un fuerte crítico del primer ministro británico. ¿Qué opina de la decisión de la Corte Suprema del Reino Unido que dictaminó que la suspensión de las sesiones del Parlamento por parte de Boris Johnson fue ilegal?
No sería apropiado referirme a la reciente decisión de la Corte Suprema del Reino Unido. Ese es un asunto interno que les compete al Parlamento británico y a las cortes. Al final, la responsabilidad de evitar una salida sin acuerdo recae sobre el Reino Unido. Una salida sin acuerdo nunca será una opción para la Unión Europea. Bienvenida la intensificación de las discusiones entre la Comisión Europea y el Reino Unido. Sin embargo, las reuniones no son suficientes. En tan pocas semanas que quedan para que se reúna el Consejo Europeo, en octubre, el Reino Unido debe combinar las aspiraciones que dice tener con acciones, y presentar soluciones concretas. Es vital que el primer ministro, Boris Johnson, use el tiempo que le queda para encontrar el camino a seguir.