Veto a ley trans: ¿gesto de autoridad de Reino Unido a Escocia con efecto adverso?
El gobierno de Westminster habría tomado esta determinación buscando la unidad del partido conservador al tiempo que pudo apaciguar las corrientes independentistas escocesas.
Hugo Santiago Caro
Con la polémica encendida por la decisión sin precedentes de Reino Unido de vetar una ley del parlamento de Escocia, los reflectores apuntan a los verdaderos motivos para tomar la determinación por parte de Rishi Sunak, primer ministro británico y líder del partido conservador.
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Con la polémica encendida por la decisión sin precedentes de Reino Unido de vetar una ley del parlamento de Escocia, los reflectores apuntan a los verdaderos motivos para tomar la determinación por parte de Rishi Sunak, primer ministro británico y líder del partido conservador.
La ley en cuestión, adoptada el 22 de diciembre en el parlamento local tras intensos debates, permite cambiar de género a personas de 16 y 17 años. El argumento inicial del ministro británico para Escocia, Alister Jack, era una posible influencia negativa de la ley sobre la igualdad en el Reino Unido.
Sin embargo, tal y como lo tomó el gobierno de la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, quien denunció en Twitter un “ataque frontal” contra la autonomía del parlamento escocés, la muestra del gobierno de Sunak parece estar motivada por motivos que buscan demostrar su autoridad al frente de Reino Unido.
Esto, pese a que Londres no ha estado exenta de polémicas en cuanto a minorías discriminadas por género o raza. Recientemente, la policía de Londres admitió que tuvieron un agresor sexual sus filas y una investigadora presuntamente renunció al verse obligada a edulcorar una investigación sobre dos atletas negros retenidos a la fuerza.
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Detrás de la decisión de Sunak también recae una débil imagen frente a su partido, fuertemente debilitado después del Brexit y que en los últimos meses ha visto desde la renuncia de Boris Johnson hasta el efímero paso de Liz Truss como primera ministra.
Por esto, la acción de Sunak buscaría crear un consenso ideológico en cuanto a los principios más conservadores de su partido con un tema tan álgido como la identidad de género.
“La cuestión de los derechos trans, todo lo que tenga que ver con la sexualidades no tradicionales, no binarias, son temas que generan consenso dentro del partido, ese es el consenso aquí en Gran Bretaña. Esto lejos de ser una demostración de fortaleza por parte del gobierno británico, es una demostración de la debilidad interna. En todas las encuestas el gobierno sale muy mal parado, el partido conservador sale muy mal parado”, afirma Óscar Guardiola, docente de la Universidad de Londres y columnista de este diario.
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El temor conservador más grande, teniendo en cuenta su imagen desfavorable en este momento, es que Reino Unido enfrenta elecciones en menos de dos años, por lo que el temor de perderlas está más latente que nunca.
Golpe a los independentistas
La decisión de apelar a la sección 35 de las leyes de devolución de poder a Escocia, de uso inédito en Reino Unido, también le permite a Sunak mostrar autoridad ante las corrientes independentistas escocesas. Esto, teniendo en cuenta que hace apenas dos meses el Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon viera frustrados por el Tribunal Supremo británico sus esfuerzos por celebrar un nuevo referéndum de independencia al que Londres se opone férreamente. Una intención que volvió a salir a discusión en las últimas semanas en el parlamento de Edimburgo.
“Esta es la primera vez que se utiliza. Era innecesario utilizar ese mecanismo porque hay otro, la llamada sección 33 que le permite al gobierno londinense referir una ley aprobada por el parlamento escocés en Edimburgo a la Corte Suprema de Reino Unido”, continúa Guardiola.
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El gran riesgo para Sunak es que la aplicación de la mentada sección 35 genere un efecto adverso en los independentistas escoceses, llenándolos de motivos para argumentar su cruzada en búsqueda de separarse del Reino Unido.
En ese sentido, el ex primer ministro escocés Heny McLeish, fue una de las voces que mostraron preocupación por el precedente que sentó el gobierno de Sunak: “Westminster quiere responder negativamente a muchas cosas que suceden en Escocia. La devolución se trataba de brindar oportunidades a una nación antigua pero ambiciosa, y Westminster no debe adquirir el hábito de enfrentarse al gobierno escocés, porque no está en los intereses de Escocia”. McLeish también acusó a Alister Jack de no tener idea del tema en su alocución sobre el tema en la Cámara de los Comunes.
“El veto le permitirá al gobierno escocés elevar el tono de su retórica independentista acudiendo a esta acción, a este empujar el botón atómico del Gobierno británico, como evidencia de su voluntad de simplemente sacrificar el proceso de devolución con el fin de aparecer ante el público como políticamente más fuerte de lo que es”, concluyó Guardiola.
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