Video: agricultores franceses llenan de estiércol edificios municipales, ¿qué sigue?
Dos grandes gremios del sector agropecuario francés anunciaron un “cerco de la capital” a partir del lunes para denunciar su difícil situación económica.
Las protestas de agricultores en Europa no se detienen. En Agen, al suroeste de Francia, un grupo de manifestantes lanzó miles de litros de estiércol al edificio municipal, luego de quemar neumáticos y basura.
No es la primera vez que esto ocurre en el contexto de estas protestas. Hace un mes, cuando las manifestaciones de agricultores estaban en una etapa inicial, también se pudo observar a grupos de trabajadores arrojando fardos de heno para reclamar por mejores condiciones laborales.
¿Por qué protestan en Francia?
Los agricultores denuncian en particular la caída de los ingresos, las bajas pensiones, la complejidad administrativa, la inflación de las normas y la competencia extranjera. También se muestran reticentes a las reformas adoptadas para mitigar los efectos del cambio climático que, según dicen, no tuvieron en cuenta a las familias dependientes de esta industria.
La regulación ambiental, el aumento en los combustibles, y la considerada competencia desleal de las importaciones provenientes de Ucrania encabezan las protestas de los productores agrícolas.
No son exclusivas de Francia
La ira de los agricultores franceses se hace eco de la de sus homólogos alemanes, movilizados desde finales de diciembre contra la reforma de la fiscalidad del diésel agrícola decidida por el gobierno de Olaf Scholz.
Las protestas de productores agropecuarios, que también se registraron en Países Bajos, Polonia y Rumania, se producen a unos cuatro meses de las elecciones al Parlamento Europeo, institución clave para fijar las normas medioambientales del bloque. La extrema derecha lidera los sondeos en Francia.
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¿Qué sigue?
Dos grandes gremios del sector agropecuario francés anunciaron un “cerco de la capital” a partir del lunes para denunciar su difícil situación económica.
“Desde el lunes 29 a las 14:00 (8:00 a. m., hora de Colombia) los agricultores (....) pondrán en pie un cerco de la capital por una duración ilimitada”, anunciaron dos de las principales centrales sindicales agropecuarias de Francia, incluyendo la poderosa FNSEA.
Hasta ahora, los agricultores han logrado atraer la atención de la opinión pública, que apoya sus reivindicaciones —según los sondeos—, a través de acciones concretas como el lanzamiento de purín sobre delegaciones del Gobierno y supermercados o el corte de carreteras.
Además, el registro de camiones con mercancía procedente de otros países ha sido generalizado en algunos puntos de Francia, donde muchas de esas cargas, como frutas o vino procedentes de España, fueron desvalijadas en protesta, por lo que consideran una competencia desleal.
En medio de las tensiones, presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, llamó el domingo “a la calma y a la determinación”.
“No puede haber otros accidentes”, declaró, refiriéndose a lo ocurrido a principios de esta semana en el suroeste del país, donde una agricultora y su hija murieron atropelladas por un vehículo que intentó atravesar una barricada.
El primer ministro, Gabriel Attal, prometió el viernes la supresión del encarecimiento del diésel de uso agrícola y reafirmó su oposición a la firma del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, formado por potencias agrícolas sudamericanas (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Attal, nombrado este mes como jefe de gobierno por el presidente centrista Emmanuel Macron, anunció igualmente un mayor control de las negociaciones entre productores y distribuidores, ayudas a sectores específicos como la agricultura orgánica y una disminución de trámites administrativos. Sin embargo, sus anuncios no convencieron a la FNSEA, que llamó a “proseguir la movilización”.
Desactivar esta protesta aparece como clave para el “macronismo” de cara a las elecciones europeas de junio próximo, cuando todas las encuestas auguran un nuevo triunfo de la extrema derecha, como ya sucedió en 2019.
*Con información de EFE y AFP
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Las protestas de agricultores en Europa no se detienen. En Agen, al suroeste de Francia, un grupo de manifestantes lanzó miles de litros de estiércol al edificio municipal, luego de quemar neumáticos y basura.
No es la primera vez que esto ocurre en el contexto de estas protestas. Hace un mes, cuando las manifestaciones de agricultores estaban en una etapa inicial, también se pudo observar a grupos de trabajadores arrojando fardos de heno para reclamar por mejores condiciones laborales.
¿Por qué protestan en Francia?
Los agricultores denuncian en particular la caída de los ingresos, las bajas pensiones, la complejidad administrativa, la inflación de las normas y la competencia extranjera. También se muestran reticentes a las reformas adoptadas para mitigar los efectos del cambio climático que, según dicen, no tuvieron en cuenta a las familias dependientes de esta industria.
La regulación ambiental, el aumento en los combustibles, y la considerada competencia desleal de las importaciones provenientes de Ucrania encabezan las protestas de los productores agrícolas.
No son exclusivas de Francia
La ira de los agricultores franceses se hace eco de la de sus homólogos alemanes, movilizados desde finales de diciembre contra la reforma de la fiscalidad del diésel agrícola decidida por el gobierno de Olaf Scholz.
Las protestas de productores agropecuarios, que también se registraron en Países Bajos, Polonia y Rumania, se producen a unos cuatro meses de las elecciones al Parlamento Europeo, institución clave para fijar las normas medioambientales del bloque. La extrema derecha lidera los sondeos en Francia.
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¿Qué sigue?
Dos grandes gremios del sector agropecuario francés anunciaron un “cerco de la capital” a partir del lunes para denunciar su difícil situación económica.
“Desde el lunes 29 a las 14:00 (8:00 a. m., hora de Colombia) los agricultores (....) pondrán en pie un cerco de la capital por una duración ilimitada”, anunciaron dos de las principales centrales sindicales agropecuarias de Francia, incluyendo la poderosa FNSEA.
Hasta ahora, los agricultores han logrado atraer la atención de la opinión pública, que apoya sus reivindicaciones —según los sondeos—, a través de acciones concretas como el lanzamiento de purín sobre delegaciones del Gobierno y supermercados o el corte de carreteras.
Además, el registro de camiones con mercancía procedente de otros países ha sido generalizado en algunos puntos de Francia, donde muchas de esas cargas, como frutas o vino procedentes de España, fueron desvalijadas en protesta, por lo que consideran una competencia desleal.
En medio de las tensiones, presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, llamó el domingo “a la calma y a la determinación”.
“No puede haber otros accidentes”, declaró, refiriéndose a lo ocurrido a principios de esta semana en el suroeste del país, donde una agricultora y su hija murieron atropelladas por un vehículo que intentó atravesar una barricada.
El primer ministro, Gabriel Attal, prometió el viernes la supresión del encarecimiento del diésel de uso agrícola y reafirmó su oposición a la firma del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, formado por potencias agrícolas sudamericanas (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Attal, nombrado este mes como jefe de gobierno por el presidente centrista Emmanuel Macron, anunció igualmente un mayor control de las negociaciones entre productores y distribuidores, ayudas a sectores específicos como la agricultura orgánica y una disminución de trámites administrativos. Sin embargo, sus anuncios no convencieron a la FNSEA, que llamó a “proseguir la movilización”.
Desactivar esta protesta aparece como clave para el “macronismo” de cara a las elecciones europeas de junio próximo, cuando todas las encuestas auguran un nuevo triunfo de la extrema derecha, como ya sucedió en 2019.
*Con información de EFE y AFP
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