¿Wagner está de regreso? Sus mercenarios reaparecieron en Ucrania y Chechenia
Células del extinto ejército privado que sirvió a Rusia en su guerra con Ucrania han vuelto al combate en Donbás, ¿qué impacto puede tener el regreso de parte del grupo paramilitar?
Hugo Santiago Caro
Mientras Rusia y Ucrania disputan puestos clave en Donbás, casi cinco meses después de su desaparición de escena en esta guerra, el grupo paramilitar Wagner está volviendo a tomar relevancia en el conflicto con antiguas unidades que han regresado para apoyar la ofensiva rusa.
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Mientras Rusia y Ucrania disputan puestos clave en Donbás, casi cinco meses después de su desaparición de escena en esta guerra, el grupo paramilitar Wagner está volviendo a tomar relevancia en el conflicto con antiguas unidades que han regresado para apoyar la ofensiva rusa.
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La lucha se da por el bastión de Avdivka, punto clave en la contraofensiva ucraniana y que está actualmente bajo asedio de Rusia, una ofensiva que se ha visto ampliamente mermada desde la salida de escena de Wagner en junio, un episodio que ha tenido diferentes capítulos, incluida la muerte de los dos máximos dirigentes del grupo paramilitar: Yevgeny Prigozhin y Andre Utkin, ambos muertos en un accidente aéreo llegando a San Petersburgo.
Wagner fue la avanzada no oficial de Rusia. A ellos se les adjudica la mayoría de las victorias militares de la invasión; eran la fuerza militar que no respondía legalmente ante el Ministerio de Defensa ruso, por lo que el Kremlin no tenía que responder por su actuar en tierra invadida.
“Se está volviendo cada vez más difícil para el gobierno ruso no solo ocultar sus pérdidas, sino también ocultar la falta de resultados. Entonces, mientras existía Wagner y estaba operando directamente, las pérdidas eran mínimas para el gobierno oficial porque eran pérdidas del grupo Wagner que se podían ocultar. Era mucho más fácil. Esto generaba menor preocupación o cuestionamiento por parte de la opinión pública”, afirma Jesús Agreda, experto en este conflicto y docente de la Universidad Javeriana.
La salida de Wagner fue abrupta, en medio de un motín hacia el Kremlin por una disputa entre Prigozhin y el ministro de Defensa Sergei Shoigu, que terminó con las fuerzas wagneritas saliendo hacia Bielorrusia ante una irreconciliable ruptura con el Gobierno Federal ruso.
Desde entonces ha sido una incógnita el devenir de los mercenarios. Agreda hace énfasis en que ante todo eran eso, hombres que tenían firmado un contrato para prestar sus servicios militares a quien mejor les pagara.
Además, Wagner tenía gran presencia en África. De hecho, una de las últimas apariciones públicas de Yevgeny Prigozhin tras el motín fallido fue en África, en un video difundido por Wagner, en el que afirmaba que seguía vivo y que su ejército de mercenarios regresaría.
Por estos intereses, para Agreda no es descabellado pensar en una eventual relación de la diáspora wagnerita posmotín con la serie de golpes antidemocráticos dados en 2023 en el África subsahariana.
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“Sabemos que Rusia tiene muchos intereses en África y ha buscado mayor influencia allí, sobre todo, digamos, como un mecanismo para legitimar su guerra en Ucrania. Lo que vimos hacer hace algunos meses con una serie de golpes de Estado en algunos países africanos, Mali, Níger y demás, era justamente, una serie de situaciones políticas un poco extrañas en las que mal que bien Wagner tuvo algún grado de involucramiento, pues eso significa que para fuera del territorio ruso, sobre todo para África subsahariana, Wagner ya es un agente ruso claramente establecido y con un enorme reconocimiento”, afirma.
Otro grupo de mercenarios recibió contratos con el Ministerio de Defensa, idea principalmente del presidente Vladimir Putin tras la disolución oficial del grupo como unidad militar con la muerte de Prigozhin. En especial, la unidad del batallón especial Arbat, que combate precisamente en Avdivka, está integrada exclusivamente por wagneritas.
“Fuentes ucranianas también confirmaron la presencia en Donetsk de esos mercenarios, que habrían accedido a firmar contratos con Defensa. A su vez, el comandante de las fuerzas especiales de Chechenia, Apti Alaudínov, confirmó que la Guardia Nacional está contratando antiguos wagneritas para integrar el destacamento Ajmat”, afirmó la agencia EFE días atrás.
Más de 150 agentes de Wagner fueron reclutados por las fuerzas chechenas para reforzar sus milicias. Esto, teniendo en cuenta episodios cercanos en el Cáucaso como la recuperación de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán (durante las últimas semanas de septiembre), hace que no sea descabellado que Chechenia, comandada por Ramzán Kadírov, hombre cercano a Putin, entre de alguna forma en conflicto.
Cabe resaltar que también existen fuerzas chechenas antirrusas que están combatiendo en Ucrania contra la invasión. Sin embargo, para Agreda puede haber una razón de peso más compleja con la aparición de wagneritas en las filas chechenas: la guerra que se libra en Israel contra las fuerzas islámicas de Hamás.
“Kadírov es uno de los mayores contratistas para este tipo de propósitos y está a cargo no solo de Chechenia como presidente, sino que finalmente es la persona encargada de perseguir cualquier movimiento de radicalización islámica a nivel regional. Lo que está pasando en Israel es una señal de que, efectivamente, es posible que vuelva a aparecer una especie de radicalización islámica dentro de Rusia. Por eso, con más razón, Kadírov ganará una importancia significativa para Putin como estabilizador de la región islámica en Chechenia”, afirma. Esto, como medida de prevención, tendría lógica teniendo en cuenta que el Islam es la segunda religión más profesada en Rusia.
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Agreda finaliza su análisis sobre el presente de Wagner afirmando que es muy difícil que su presencia en Ucrania vuelva a convertirlos en un actor determinante en el avance de las fuerzas rusas. Es enfático en que como ejército privado, Wagner ya no existe, a pesar de que los residuos que queden presuntamente están comandados por Andréi Troshev, tercero al mando en el grupo y más cercano a Putin.
“Es uno de los pocos comandantes de alto nivel que quedaban, que efectivamente reemplaza a Utkin y es mucho más cercano a Putin de alguna forma por su tradición. Tiene también una relación cercana con la oficina de inteligencia militar rusa y bajo esa misma estructura, según entiendo, pues obviamente Putin tendrá un control mucho más cercano de alguna forma al grupo”, afirma.
Así Wagner, o las células de Wagner, actúen de forma menos independiente, para el docente es claro que no van a volver a ser determinantes en el transcurso de la guerra: “No solo la estructura de Wagner ya no está, sino tampoco todas las capacidades que tenían. Personalmente, creo que el impacto no será tan significativo como si volviera la organización al combate”.
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