¿Y Lukashenko? Un mediador por supervivencia para Rusia
El presidente de Bielorrusia vendió el relato en el que él fue quien mitigó la posibilidad de una escalada sobre el gobierno ruso y Wagner.
En medio de la incertidumbre ante una posible llegada de los mercenarios de Wagner liderados por Yevgueni Prigozhin, y con el silencio y la discreción predominante por parte de Vladimir Putin, la figura de Aleksandr Lukashenko se presenta como una solución clave cuando una incursión de los mercenarios en Moscú era inminente.
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En medio de la incertidumbre ante una posible llegada de los mercenarios de Wagner liderados por Yevgueni Prigozhin, y con el silencio y la discreción predominante por parte de Vladimir Putin, la figura de Aleksandr Lukashenko se presenta como una solución clave cuando una incursión de los mercenarios en Moscú era inminente.
El presidente bielorruso logró que tanto el ejército privado como su comandante se retiraran hacia su territorio sin ser juzgados ni procesados en Rusia por una sublevación que estuvo cerca de poner en peligro el orden interno ruso.
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Según Lukashenko, evitó que Putin “destruyera” a Wagner si continuaban su marcha. Sin embargo, este relato parece subestimar el verdadero poder militar de Wagner.
Según el profesor de la Universidad Icesi, Vladimir Rouvinski: “Creo que es mucho más poderoso que todo el ejército que tenemos aquí en Colombia. Tienen sistemas antimisiles S-300 capaces de derribar misiles nucleares y tanques altamente sofisticados. Es impresionante. Además, se rumorea que estaban comprando municiones de los Estados Unidos, como se reveló con las balas. Eso es algo impresionante”.
Esto podría interpretarse como una amenaza real por parte de Wagner hacia Rusia. Es en este punto donde, a pesar de lo exagerado del discurso de Lukashenko, cobra valor su mediación entre dos antiguos aliados (Putin y Prigozhin) enfrentados en una encrucijada cuyo desenlace aún es incierto.
“Lo que él hizo fue jugar el papel de intermediario, de comunicador, porque no pueden comunicarse directamente con precaución después de que Putin dijo que Prigozhin es un traidor. Entonces ya no hay forma de que vuelvan a comunicarse directamente. Necesitaba alguien como yo, que pueda transmitir todos los mensajes de manera segura, sin delegar en nadie más”, cuenta Rouvinski. Sin embargo, es importante destacar que tanto Rouvinski como el analista de la Universidad Javeriana, Jesús Arnedo, coinciden en que lo hecho por Lukashenko no obedece a otra cosa más que a un pleno instinto de supervivencia.
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Ante una muestra de debilidad de Putin, el principal interés de Lukashenko es “mantener su principado en Bielorrusia y manejarlo a su antojo, pero con el dinero que recibe de Rusia, ya que sin ese dinero la economía bielorrusa colapsaría inmediatamente”, afirma Rouvinski.
El profesor también compara esta situación con el amparo que Cuba recibía durante la Guerra Fría bajo la Unión Soviética, con la salvedad de que “no es Cuba, pero sigue siendo costoso”.
Aunque este heroísmo que Lukashenko se atribuye podría eventualmente darle algún tipo de poder o la oportunidad de hacer algo más desde esta posición, Bielorrusia no es un país con la capacidad de armarse para intentar algo más.
Arnedo también destaca que “Lukashenko depende mucho de la estabilidad política y el apoyo de Moscú para mantenerse en el poder. Él está muy preocupado por evitar una mayor inestabilidad política en Rusia, porque cualquier inestabilidad en Rusia automáticamente podría trasladarse a una inestabilidad política en Bielorrusia”.
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Ambos analistas expresan opiniones encontradas respecto a la estadía de Prigozhin y Wagner en territorio bielorruso. Mientras Arnedo cree que al ser un territorio directamente conectado a Moscú no es el espacio más seguro para refugiarse, Rouvinski asegura que desde allí podrían reconstruir su influencia, destacando que incluso el poder militar de Wagner es mayor que el de Bielorrusia. Sin embargo, deja abierta la posibilidad de un eventual nuevo acuerdo para regresar a combatir en Ucrania.
“Si hablamos de la posibilidad de que vuelvan a luchar en el frente, no estoy seguro de si podrán hacerlo directamente desde el territorio de Bielorrusia. Pero si el acuerdo fue cierto, y no sabemos realmente qué prometió Putin a Prigozhin, si le prometió volver a financiar lo que ellos pueden hacer en el frente en Ucrania, es muy probable que lo hagan nuevamente”, concluye.
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