En Corea del Sur se produjeron manifestaciones en contra y algunos ciudadanos, alarmados, hicieron acopio de sal marina por temor a que el agua de la que se obtiene termine contaminada, sin embargo, el gobierno del presidente Yoon Suk Yeol, en plena campaña de distensión de las históricamente distantes relaciones con Tokio, no se ha opuesto al plan de Japón.