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Este miércoles la administración de Joe Biden reveló que el Departamento de Justicia de Donald Trump espió los registros telefónicos de cuatro reporteros del New York Times durante casi cuatro meses en 2017; del 14 de enero al 30 de abril. Se trata de los reporteros Matt Apuzzo, Adam Goldman, Eric Lichtblau y Michael Schmidt. También se conoció que los funcionarios tenían una orden judicial para confiscar los registros, pero no el contenido, de sus correos electrónicos, pero estos no se obtuvieron.
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“La incautación de los registros telefónicos de los periodistas socava profundamente la libertad de prensa. Amenaza con silenciar las fuentes de las que dependemos para brindar al público información esencial sobre lo que está haciendo el gobierno”, dijo Dean Baquet, editor ejecutivo de The Times.
¿Qué buscaban en los registros telefónicos?
El diario estadounidense informó que el Departamento de Justicia no explicó qué artículo estaba siendo investigado. Sin embargo, de acuerdo con el Times, los registros coinciden con “información clasificada reportada en un artículo del 22 de abril de 2017 que los cuatro reporteros escribieron sobre cómo James B. Comey, entonces director del FBI, manejó investigaciones con carga política durante las elecciones presidenciales de 2016″.
¿Hay otros casos similares?
El 13 de mayo, el Departamento de Justicia informó a Barbara Starr, corresponsal de CNN en el Pentágono, que los fiscales obtuvieron sus registros telefónicos desde el 1 de junio de 2017 hasta el 31 de julio de 2017. “La carta enumeraba los números de teléfono de la extensión del Pentágono de Starr, el número de teléfono de la cabina del Pentágono de CNN, y los teléfonos de su casa y celular, así como las cuentas de correo electrónico personal y del trabajo de Starr”, informó CNN.
La cadena de noticias explicó que no era clarp en qué momento se abrió la investigación, si ocurrió bajo el fiscal general Jeff Sessions o William Barr. Tampoco es claro qué buscaba la administración de Trump al obtener estos registros.
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“CNN condena enérgicamente la recopilación secreta de cualquier aspecto de la correspondencia de un periodista, que está claramente protegida por la Primera Enmienda”, dijo el presidente de CNN, Jeff Zucker, en un artículo publicado el 21 de mayo. “Estamos pidiendo una reunión inmediata con el Departamento de Justicia para obtener una explicación”, agregó.
A este caso se suma el de tres reporteros del Washington Post que cubireron la investigación del FBI sobre Rusia. El Departamento de Justicia de Trump obtuvo los registros telefónicos de los periodistas de abril a julio de 2017. “Estamos profundamente preocupados por este uso del poder del gobierno para buscar acceso a las comunicaciones de los periodistas”, dijo Cameron Barr, editor ejecutivo interino de The Post, en un comunicado.
“Los objetivos de estas investigaciones no son los destinatarios de los medios de comunicación, sino aquellos con acceso a la información de defensa nacional que la proporcionaron a los medios y, por lo tanto, no la protegieron como se requiere legalmente”, explicó en ese momento Marc Raimondi, un portavoz del Departamento de Justicia al New York Times.
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Los registros a periodistas en la administración Obama
Bajo la administración del expresidente Barack Obama, el Departamento de Justicia también persiguió a los funcionarios que dieron información a periodistas. En 2013, el Times informó que investigadores federales confiscaron en secreto registros telefónicos de reporteros y editores de The Associated Press (AP). En ese caso, los funcionarios obtuvieron los registros de unas 20 líneas telefónicas de sus oficinas y periodistas, incluidos sus números de teléfono celular y residencial.