El presidente Bill Clinton, el primer ministro israelí Yitzhak Rabin (izq.) y el líder palestino Yasser Arafat (der.) en Washington, 13 de septiembre de 1993.
Foto: AP - RON EDMONDS
Inolvidable el momento aquel en que el primer ministro de Israel, Yitzhak Rabin, y el líder palestino, Yasser Arafat, empujados sutilmente por Bill Clinton, se estrecharon la mano en el jardín de la Casa Blanca, rubricando los Acuerdos de Paz de Oslo. Se abría, o eso se pensaba, la puerta para darle fin al conflicto palestino-israelí con base en la solución de dos Estados para dos pueblos.
Treinta años después paz no hay, y el conflicto sigue gravitando en la región.