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Activistas con pañuelos verdes, que simbolizan la defensa del aborto legal, salieron este jueves a las calles de Buenos Aires para "abrazar la lucha", un año después de que el senado argentino rechazara el proyecto de ley del aborto, tras varios meses de debate.
"Si bien no es para celebrar, sí es para abrazar que vamos a seguir de pie y vamos a seguir pidiendo por nuestros derechos como siempre", señaló a Efe Claudia Acuña, la fundadora de la cooperativa Lavaca, una de las colectividades organizadoras del evento.
Las activistas se concentraron en la sede social de Lavaca, donde el año pasado se organizó gran parte de la defensa parlamentaria del aborto, para recorrer la escasa distancia que la separa del simbólico Congreso, en el que se tomaron una foto conjunta al grito de "aborto legal ya".
Hace un año, el Senado argentino tumbó las ilusiones de las miles de personas que se agolpaban en las afueras del edificio, esperando que se refrendara un proyecto de ley que proponía la despenalización del aborto hasta la semana 14 de gestación y que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados.
A pesar del resultado final, la imagen de los pañuelos verdes dio la vuelta al mundo y generó una red de solidaridad internacional. Eso es lo que un año después las activistas valoran.
"No tenés la ley, se siguen muriendo mujeres por abortos clandestinos todos los días, pero nos tenemos a nosotras. Creemos que eso ha sido una gran lección del debate que se formó, que sé que maduró un movimiento social transversal", añadió Acuña.
Según lo plantean ellas, la lucha no es porque se realicen abortos o no, ya que consideran que estos nunca van a desaparecer, sino porque se realicen de forma clandestina o legal, lo que Acuña expresa como "la batalla entre la vida y la muerte".
"Desde que no se sancionó la ley, a los dos días ya había una persona muerta por aborto clandestino", subrayó.
Su ideal apunta a un aborto legal, seguro y que cada vez sea menos necesario, para lo que solicitan un cambio en la educación que incluya una visión integral de la sexualidad.
"Junto con el aborto legal pedimos la educación sexual integral. Me parece que sin una cosa no se entiende lo que estamos reclamando. Nosotras no queremos llegar a un situación de aborto, pero hoy la clandestinidad viene acompañada de la ignorancia", manifestó.
A pesar de la incertidumbre que arrojan los comicios primarios de cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo , que según las encuestas se resolverán por una pequeña diferencia de votos, Acuña está "segura" que después de estas elecciones el debate sobre el aborto volverá a los legisladores y finalmente se hará realidad una de sus mayores proclamas: "Que sea ley".