Afganistán se convertiría en una “base terrorista”, dice general británico
Muchos afganos viven con temor el espectro de un retorno al poder de los talibanes, que gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001 imponiendo un severo régimen islámico.
Para Sir Richard Barrons, excomandante británico de alto rango, la retirada de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de Afganistán fue un completo “error estratégico”.
“Al tomar la decisión de irnos, creo que no solo hemos vendido el futuro de Afganistán, sino que también hemos enviado un mensaje realmente desafortunado a los aliados en el Golfo, África y Asia”, dijo en conversación con la BBC.
En los últimos tres días, tres capitales regionales en Afganistán cayeron en manos de los talibanes, quienes continúan su avanzada en zonas estratégicas como Kunduz, ciudad que se ubica en la frontera entre Taykistán y un centro político y militar.
Se trata del más importante avance de la ofensiva militar de los talibanes lanzada en mayo pasado, cuando las fuerzas extranjeras presentes en Afganistán empezaron a retirarse del país.
“Tras feroces combates, los muyahidines, por la gracia de Dios, capturaron hoy la capital de la provincia de Kunduz”, ubicada a 300 km al norte de la capital Kabul y a 50 km de la frontera con Tayikistán, anunciaron los talibanes en un comunicado.
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“Corremos el riesgo de que las entidades terroristas se establezcan en Afganistán para causar daño en Europa y en otros lugares. Entonces creo que este es un resultado estratégico muy pobre”, dijo Barrons.
El excomandante Barrons no es el único que piensa que la retirada de tropas de Afganistán fue un error. En Reino Unido, el diputado Tobias Ellwood, quien preside el Comité de Defensa en la Cámara de los Comunes, dijo en una columna en el Daily Mail que su país estaba abandonando Afganistán y entregándolo a la “misma insurgencia que los llevó allí en primer lugar”.
El exembajador estadounidense en Kabul, Ryan Crocker, pronosticó como más probable una prolongada guerra civil que una rápida toma del poder por parte de los talibanes.
“Están haciendo lo que están haciendo en parte para crear un clima de miedo y pánico”, dijo a la cadena ABC.
En las redes sociales, se publicaron imágenes este fin de semana de lo que parecían ser prisioneros talibanes liberados en las ciudades que los insurgentes acababan de tomar.
Muchos afganos viven con temor el espectro de un retorno al poder de los talibanes, que gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001 imponiendo un severo régimen islámico, antes de ser expulsados por una coalición internacional liderada por Estados Unidos.
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Las tropas extranjeras han estado en Afganistán durante casi dos décadas, tras la invasión encabezada por Washington luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El acuerdo firmado en febrero de 2020 en Doha por los talibanes con Estados Unidos, que previó la retirada de todos los soldados extranjeros de Afganistán, impedía teóricamente a los insurgentes llevar a cabo ataques en las grandes ciudades afganas.
Pero, ahora, ante estos avances en las grandes urbes, Estados Unidos, que culminará su salida de Afganistán a finales de agosto, intensificó sus ataques aéreos.
Vea también: La cifra de víctimas civiles en Afganistán alcanza niveles históricos
Para Sir Richard Barrons, excomandante británico de alto rango, la retirada de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de Afganistán fue un completo “error estratégico”.
“Al tomar la decisión de irnos, creo que no solo hemos vendido el futuro de Afganistán, sino que también hemos enviado un mensaje realmente desafortunado a los aliados en el Golfo, África y Asia”, dijo en conversación con la BBC.
En los últimos tres días, tres capitales regionales en Afganistán cayeron en manos de los talibanes, quienes continúan su avanzada en zonas estratégicas como Kunduz, ciudad que se ubica en la frontera entre Taykistán y un centro político y militar.
Se trata del más importante avance de la ofensiva militar de los talibanes lanzada en mayo pasado, cuando las fuerzas extranjeras presentes en Afganistán empezaron a retirarse del país.
“Tras feroces combates, los muyahidines, por la gracia de Dios, capturaron hoy la capital de la provincia de Kunduz”, ubicada a 300 km al norte de la capital Kabul y a 50 km de la frontera con Tayikistán, anunciaron los talibanes en un comunicado.
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“Corremos el riesgo de que las entidades terroristas se establezcan en Afganistán para causar daño en Europa y en otros lugares. Entonces creo que este es un resultado estratégico muy pobre”, dijo Barrons.
El excomandante Barrons no es el único que piensa que la retirada de tropas de Afganistán fue un error. En Reino Unido, el diputado Tobias Ellwood, quien preside el Comité de Defensa en la Cámara de los Comunes, dijo en una columna en el Daily Mail que su país estaba abandonando Afganistán y entregándolo a la “misma insurgencia que los llevó allí en primer lugar”.
El exembajador estadounidense en Kabul, Ryan Crocker, pronosticó como más probable una prolongada guerra civil que una rápida toma del poder por parte de los talibanes.
“Están haciendo lo que están haciendo en parte para crear un clima de miedo y pánico”, dijo a la cadena ABC.
En las redes sociales, se publicaron imágenes este fin de semana de lo que parecían ser prisioneros talibanes liberados en las ciudades que los insurgentes acababan de tomar.
Muchos afganos viven con temor el espectro de un retorno al poder de los talibanes, que gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001 imponiendo un severo régimen islámico, antes de ser expulsados por una coalición internacional liderada por Estados Unidos.
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Las tropas extranjeras han estado en Afganistán durante casi dos décadas, tras la invasión encabezada por Washington luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El acuerdo firmado en febrero de 2020 en Doha por los talibanes con Estados Unidos, que previó la retirada de todos los soldados extranjeros de Afganistán, impedía teóricamente a los insurgentes llevar a cabo ataques en las grandes ciudades afganas.
Pero, ahora, ante estos avances en las grandes urbes, Estados Unidos, que culminará su salida de Afganistán a finales de agosto, intensificó sus ataques aéreos.
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