Alberto Fernández gana la Presidencia en Argentina
De acuerdo con los resultados oficiales, Alberto Fernández y su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se impusieron en las urnas en primera vuelta. Aunque Mauricio Macri no forzó la segunda vuelta, la diferencia fue menor a la esperada.
- Redacción Internacional
Debido a que la justicia electoral ordenó al Gobierno de Argentina difundir los datos de las elecciones presidenciales de este domingo, una vez que hayan sido contabilizados los votos de al menos el 10% de las mesas de votación de los cuatro mayores distritos electorales de Argentina, los resultados tuvieron más tiempo en ascuas a los argentinos.
De acuerdo con encuestas a boca de urna, el resultado era favorable a Alberto Fernández, peronista; sin embargo, las malas noticias para el actual mandatario, Mauricio Macri, solo se confirmaron a las nueve de la noche, cinco horas después del cierre de las urnas.
Con el 65% de los votos escrutados, los periódicos Clarin y La Nación le daban el triunfo a Fernández (Frente de Todos), quien gana la Presidencia en primera vuelta con el 47,21% de los votos. Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) queda a seis puntos de diferencia, con el 41,41% de los sufragios, según los primeros datos oficiales.
De esta forma, el Presidente no lograría forzar el ballottage, pero la diferencia con Fernández fue menor a la esperada.
Ver más: ¿Están enfermas las democracias latinoamericanas?
De acuerdo con el ente electoral argentino, más del 80% del padrón electoral acudió a votar. La Cámara Nacional Electoral (CNE) informó hoy que alrededor de que votó el 81 por ciento del padrón electoral en los comicios generales. La cifra supera en cinco puntos el nivel de concurrencia de las PASO del 11 de agosto pasado, que fue del 76,40%.
Macri, un ingeniero de 60 años, termina su mandato con el país sumido en la peor crisis económica desde 2001, con alta inflación (37,7% a septiembre) y un aumento de la pobreza (35,4%). Pero el presidente defendió que durante su gestión debió hacer ajustes para ordenar el desequlibrio económico que encontró al asumir en 2015, y que si le daban otra oportunidad se verían los resultados. Un poco tarde para muchos argentinos. El mandatario igual fue cauto durante la tarde, esperando una segunda oportunidad.
"Alberto y Cristina representan un modelo de mayor equidad. Me entusiasma que se acabe con un país que solo beneficia a un pequeño grupo", apuntó Liliana, una arquitecta de 64 años.
Ver más: Argentina eligió Presidente en medio de una de las peores crisis de su historia
Los inversores temen que una victoria de Fernández implique el retorno de las políticas intervencionistas del kirchnerismo (2003-2015). Analistas se preguntan además quien gobernará: Fernández -exjefe de gabinete de Cristina y de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner- o la expresidenta de 66 años.
Fernández aseguró una y otra vez que los depósitos bancarios argentinos están a salvo y rechazó que se vuelva a repetir el fantasma de la crisis del año 2001, cuando se congelaron y se pesificaron los que eran en dólares.
Pero los argentinos ya dieron muestras de su temor. Desde las primarias de agosto, cuando Fernández obtuvo 49% de los votos frente a 32% de Macri, hubo retiros de depósitos en dólares por más de 12.000 millones (36,4% del total). Y tan solo el viernes, el Banco Central perdió otros 1.755 millones de dólares en reservas para frenar la depreciación de la moneda.
El lunes "habrá mucha presión sobre el peso y sobre los bancos, pero los mercados ya anticiparon los resultados, la reacción no será tan brutal como luego de las primarias" de agosto, vaticinó Nicolás Saldías, investigador del Wilson Center.
La sombra de Cristina
Un día me llamó Cristina y me dijo 'Alberto, es tu turno'. Gracias, Cristina, por la confianza", dijo el postulante, que celebró la unidad del peronismo de cara a estos comicios y pidió "tender la mano" a quienes no forman parte de su frente opositor pero quieren igualmente la recuperación del país.Fernández aseveró que Argentina, durante los últimos cuatro años del Gobierno de Mauricio Macri, quien buscará la reelección el domingo, ha vivido "sinsabores", como el cierre de empresas, la pérdidas de miles de puestos de empleo, el deterioro de los salarios y el aumento de la pobreza.
Ver más: Claudio Bonadío, el juez que quiere sentar en el banquillo a Cristina Kirchner
"Todo eso pasó con un Gobierno que no tuvo ningún empacho en llenar los bolsillos de los bancos, dejar que los bancos se enriquezcan, mientras toda la Argentina se empobrecía. Le pedimos que no lo hicieran y lo hicieron", aseguró en el acto de cierre de campaña, realizado a metros de una playa sobre el Atlántico.
Cubierta con un poncho celeste y blanco, colores de la bandera argentina, Cristina Fernández destacó la figura de Alberto Fernández, con el que no tuvo una buena relación hasta hace poco menos de un año y al que ella misma eligió en mayo como cabeza de la fórmula presidencial del Frente de Todos.
Ver más: ¿Por qué la justicia argentina está detrás de Cristina Fernández?
"Alberto fue el jefe de Gabinete del proyecto político que en el 2003 le devolvió la dignidad a los argentinos", sostuvo la senadora al recordar la función que Alberto Fernández ocupó durante todo el gobierno de Kirchner y la primera parte del suyo propio.
Cristina Fernández, de 66 años e involucrada en varias causas por presunta corrupción, dijo que los integrantes del Frente de Todos tienen "convicciones" y creen en el rol del Estado como el "gran igualador de las diferencias".
"Hoy no estamos cerrando una campaña electoral, estamos cerrando un ciclo histórico que debe ser que, definitivamente, nunca más la patria vuelva a caer en manos del neoliberalismo. Queremos evitarles el dolor a los argentinos y por eso estamos aquí juntos", sostuvo.
"¡Nunca más estas políticas!", añadió la exmandataria, visiblemente emocionada, ante una multitud que coreaba "¡nunca más!"
Debido a que la justicia electoral ordenó al Gobierno de Argentina difundir los datos de las elecciones presidenciales de este domingo, una vez que hayan sido contabilizados los votos de al menos el 10% de las mesas de votación de los cuatro mayores distritos electorales de Argentina, los resultados tuvieron más tiempo en ascuas a los argentinos.
De acuerdo con encuestas a boca de urna, el resultado era favorable a Alberto Fernández, peronista; sin embargo, las malas noticias para el actual mandatario, Mauricio Macri, solo se confirmaron a las nueve de la noche, cinco horas después del cierre de las urnas.
Con el 65% de los votos escrutados, los periódicos Clarin y La Nación le daban el triunfo a Fernández (Frente de Todos), quien gana la Presidencia en primera vuelta con el 47,21% de los votos. Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) queda a seis puntos de diferencia, con el 41,41% de los sufragios, según los primeros datos oficiales.
De esta forma, el Presidente no lograría forzar el ballottage, pero la diferencia con Fernández fue menor a la esperada.
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De acuerdo con el ente electoral argentino, más del 80% del padrón electoral acudió a votar. La Cámara Nacional Electoral (CNE) informó hoy que alrededor de que votó el 81 por ciento del padrón electoral en los comicios generales. La cifra supera en cinco puntos el nivel de concurrencia de las PASO del 11 de agosto pasado, que fue del 76,40%.
Macri, un ingeniero de 60 años, termina su mandato con el país sumido en la peor crisis económica desde 2001, con alta inflación (37,7% a septiembre) y un aumento de la pobreza (35,4%). Pero el presidente defendió que durante su gestión debió hacer ajustes para ordenar el desequlibrio económico que encontró al asumir en 2015, y que si le daban otra oportunidad se verían los resultados. Un poco tarde para muchos argentinos. El mandatario igual fue cauto durante la tarde, esperando una segunda oportunidad.
"Alberto y Cristina representan un modelo de mayor equidad. Me entusiasma que se acabe con un país que solo beneficia a un pequeño grupo", apuntó Liliana, una arquitecta de 64 años.
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Los inversores temen que una victoria de Fernández implique el retorno de las políticas intervencionistas del kirchnerismo (2003-2015). Analistas se preguntan además quien gobernará: Fernández -exjefe de gabinete de Cristina y de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner- o la expresidenta de 66 años.
Fernández aseguró una y otra vez que los depósitos bancarios argentinos están a salvo y rechazó que se vuelva a repetir el fantasma de la crisis del año 2001, cuando se congelaron y se pesificaron los que eran en dólares.
Pero los argentinos ya dieron muestras de su temor. Desde las primarias de agosto, cuando Fernández obtuvo 49% de los votos frente a 32% de Macri, hubo retiros de depósitos en dólares por más de 12.000 millones (36,4% del total). Y tan solo el viernes, el Banco Central perdió otros 1.755 millones de dólares en reservas para frenar la depreciación de la moneda.
El lunes "habrá mucha presión sobre el peso y sobre los bancos, pero los mercados ya anticiparon los resultados, la reacción no será tan brutal como luego de las primarias" de agosto, vaticinó Nicolás Saldías, investigador del Wilson Center.
La sombra de Cristina
Un día me llamó Cristina y me dijo 'Alberto, es tu turno'. Gracias, Cristina, por la confianza", dijo el postulante, que celebró la unidad del peronismo de cara a estos comicios y pidió "tender la mano" a quienes no forman parte de su frente opositor pero quieren igualmente la recuperación del país.Fernández aseveró que Argentina, durante los últimos cuatro años del Gobierno de Mauricio Macri, quien buscará la reelección el domingo, ha vivido "sinsabores", como el cierre de empresas, la pérdidas de miles de puestos de empleo, el deterioro de los salarios y el aumento de la pobreza.
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Cubierta con un poncho celeste y blanco, colores de la bandera argentina, Cristina Fernández destacó la figura de Alberto Fernández, con el que no tuvo una buena relación hasta hace poco menos de un año y al que ella misma eligió en mayo como cabeza de la fórmula presidencial del Frente de Todos.
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"Alberto fue el jefe de Gabinete del proyecto político que en el 2003 le devolvió la dignidad a los argentinos", sostuvo la senadora al recordar la función que Alberto Fernández ocupó durante todo el gobierno de Kirchner y la primera parte del suyo propio.
Cristina Fernández, de 66 años e involucrada en varias causas por presunta corrupción, dijo que los integrantes del Frente de Todos tienen "convicciones" y creen en el rol del Estado como el "gran igualador de las diferencias".
"Hoy no estamos cerrando una campaña electoral, estamos cerrando un ciclo histórico que debe ser que, definitivamente, nunca más la patria vuelva a caer en manos del neoliberalismo. Queremos evitarles el dolor a los argentinos y por eso estamos aquí juntos", sostuvo.
"¡Nunca más estas políticas!", añadió la exmandataria, visiblemente emocionada, ante una multitud que coreaba "¡nunca más!"