Así fue como los cristianos casi desaparecieron de Irak
Este domingo, en uno de sus últimos actos de su viaje a este país, azotado por la guerra y la pandemia, el papa dará una misa en una icónica iglesia blanco de un salvaje ataque terrorista.
El 31 de octubre de 2010, un grupo de seis yihadistas de Al Qaeda llegó hasta la iglesia Nuestra Señora de la Salvación en Bagdad, en donde decenas de cristianos estaban reunidos para la misa semanal. Cuando el padre estaba terminando de leer un pasaje de la Biblia, uno de los atacantes hizo explotar su chaleco lleno de explosivos.
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Entonces se desató uno de los ataques más sangrientos registrados hasta ese momento contra los cristianos, en medio de una ola de violencia contra las minorías religiosas de Irak, que se desató después de la invasión de Estados Unidos a ese país.
Otros atacantes entraron disparando contra las personas que estaban en la iglesia. Cerca de 40 fieles lograron refugiarse en la sacristía, pero los que no lo consiguieron vivieron horas de terror. Los sobrevivientes relatan que se escuchaban llantos, disparos y explosiones. Una unidad antiterrorista llegó cuatro horas después, cuando los terroristas ya habían matado a 52 personas, entre ellas a dos sacerdotes.
La escena que encontraron fue terrible: cadáveres desmembrados por las granadas que lanzaron los terroristas, cabezas, manos y torsos esparcidos por la iglesia destrozada y niños muertos. El Estado Islámico, entonces aliado de Al Qaeda, se adjudicó el ataque. Este grupo terrorista, que sembró el terror en Siria e Irak desde 2014, les declaró la guerra a las minorías religiosas y acentuó la persecución al norte de Irak, en donde cometieron actos de genocidio contra cristianos y yazidíes, principalmente.
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El islam es la religión oficial del Estado según la Constitución iraquí, el 95 % de la población iraquí es musulmana y el 5 % restante son cristianos, yazidíes, mandeos o de otras religiones.
La presencia cristiana en Irak se remonta a la misma aparición de la religión en la historia, de hecho, varios lugares de la Biblia están en este país. Como la Llanura de Ur, en donde el papa Francisco tuvo un encuentro con el gran ayatolá iraquí Alí Sistani, lugar que se considera la tierra que ocupó Abraham, el padre de la fe y pilar de las tres religiones monoteístas. En el encuentro, que fue un diálogo interreligioso, también participaron autoridades yazidíes, sunitas, chiítas y sabeos.
Recuerda el portal The Conversation que, “si bien Saddam Hussein reprimió a grupos étnicos y religiosos, como los kurdos y los chiítas, a los cristianos les fue relativamente mejor bajo su gobierno. Como escribió la erudita en religión Kristian Girling, a cambio de su aquiescencia al autoritarismo de Sadam, los cristianos recibieron protección y ganaron prominencia en la vida comercial y cultural”. De hecho, Tariq Aziz, viceprimer ministro en el gabinete de Hussein entre 1979 y 2003, estaba afiliado a la Iglesia católica caldea.
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El infierno para los cristianos comenzó en 2003, tras la invasión de EE. UU., cuando miles comenzaron el éxodo de ese país. En 1987, según el censo, había 1,4 millones de cristianos, hoy la cifra llega apenas a los 200.000, un 80 % menos que hace dos décadas. La carnicería que se desató en su contra hizo que muchos huyeran a Estados Unidos, Canadá, Europa del Este y otros países de la región, principalmente.
Ante ese calvario, el papa había intentado en varias oportunidades visitar Irak. Todas las visitas resultaron frustradas, pero el viernes comenzó un viaje de tres días que lo llevó por las ciudades de Bagdad, Mosul, Erbil, Najaf y Qaraqosh. Francisco pudo ver lo que en 2010 causó el terror de Al Qaeda al visitar la catedral de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad, donde rezó frente a las fotografías de las víctimas del ataque.
En este lugar, Francisco afirmó que sus muertes “recuerdan con fuerza que la incitación a la guerra, las actitudes de odio, la violencia y el derramamiento de sangre son incompatibles con las enseñanzas religiosas”. Y remató: “No más violencia, extremismos, facciones, intolerancias”.
¿Quiénes son los cristianos de Irak?
La mayoría son étnicamente asirios y pertenecen a la histórica Iglesia del Este, una de las tres ramas principales del cristianismo oriental. El idioma de adoración es un dialecto del arameo, el idioma que se dice que habló Jesús.
La mayor de estas comunidades asirias pertenece a la Iglesia católica caldea y representa más de dos tercios de todos los cristianos que viven en Irak.
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La Iglesia asiria de Oriente y la antigua Iglesia de Oriente son otras comunidades asirias más pequeñas que constituyen aproximadamente el 5 % de los cristianos iraquíes. Los siriacos, que constituyen entre el 10 y 15 % de los cristianos iraquíes, están organizados en torno a la Iglesia católica siriaca y la Iglesia ortodoxa siriaca, que tienen sus oficinas centrales en Líbano y Siria, respectivamente.
El 31 de octubre de 2010, un grupo de seis yihadistas de Al Qaeda llegó hasta la iglesia Nuestra Señora de la Salvación en Bagdad, en donde decenas de cristianos estaban reunidos para la misa semanal. Cuando el padre estaba terminando de leer un pasaje de la Biblia, uno de los atacantes hizo explotar su chaleco lleno de explosivos.
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Entonces se desató uno de los ataques más sangrientos registrados hasta ese momento contra los cristianos, en medio de una ola de violencia contra las minorías religiosas de Irak, que se desató después de la invasión de Estados Unidos a ese país.
Otros atacantes entraron disparando contra las personas que estaban en la iglesia. Cerca de 40 fieles lograron refugiarse en la sacristía, pero los que no lo consiguieron vivieron horas de terror. Los sobrevivientes relatan que se escuchaban llantos, disparos y explosiones. Una unidad antiterrorista llegó cuatro horas después, cuando los terroristas ya habían matado a 52 personas, entre ellas a dos sacerdotes.
La escena que encontraron fue terrible: cadáveres desmembrados por las granadas que lanzaron los terroristas, cabezas, manos y torsos esparcidos por la iglesia destrozada y niños muertos. El Estado Islámico, entonces aliado de Al Qaeda, se adjudicó el ataque. Este grupo terrorista, que sembró el terror en Siria e Irak desde 2014, les declaró la guerra a las minorías religiosas y acentuó la persecución al norte de Irak, en donde cometieron actos de genocidio contra cristianos y yazidíes, principalmente.
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Recuerda el portal The Conversation que, “si bien Saddam Hussein reprimió a grupos étnicos y religiosos, como los kurdos y los chiítas, a los cristianos les fue relativamente mejor bajo su gobierno. Como escribió la erudita en religión Kristian Girling, a cambio de su aquiescencia al autoritarismo de Sadam, los cristianos recibieron protección y ganaron prominencia en la vida comercial y cultural”. De hecho, Tariq Aziz, viceprimer ministro en el gabinete de Hussein entre 1979 y 2003, estaba afiliado a la Iglesia católica caldea.
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El infierno para los cristianos comenzó en 2003, tras la invasión de EE. UU., cuando miles comenzaron el éxodo de ese país. En 1987, según el censo, había 1,4 millones de cristianos, hoy la cifra llega apenas a los 200.000, un 80 % menos que hace dos décadas. La carnicería que se desató en su contra hizo que muchos huyeran a Estados Unidos, Canadá, Europa del Este y otros países de la región, principalmente.
Ante ese calvario, el papa había intentado en varias oportunidades visitar Irak. Todas las visitas resultaron frustradas, pero el viernes comenzó un viaje de tres días que lo llevó por las ciudades de Bagdad, Mosul, Erbil, Najaf y Qaraqosh. Francisco pudo ver lo que en 2010 causó el terror de Al Qaeda al visitar la catedral de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad, donde rezó frente a las fotografías de las víctimas del ataque.
En este lugar, Francisco afirmó que sus muertes “recuerdan con fuerza que la incitación a la guerra, las actitudes de odio, la violencia y el derramamiento de sangre son incompatibles con las enseñanzas religiosas”. Y remató: “No más violencia, extremismos, facciones, intolerancias”.
¿Quiénes son los cristianos de Irak?
La mayoría son étnicamente asirios y pertenecen a la histórica Iglesia del Este, una de las tres ramas principales del cristianismo oriental. El idioma de adoración es un dialecto del arameo, el idioma que se dice que habló Jesús.
La mayor de estas comunidades asirias pertenece a la Iglesia católica caldea y representa más de dos tercios de todos los cristianos que viven en Irak.
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La Iglesia asiria de Oriente y la antigua Iglesia de Oriente son otras comunidades asirias más pequeñas que constituyen aproximadamente el 5 % de los cristianos iraquíes. Los siriacos, que constituyen entre el 10 y 15 % de los cristianos iraquíes, están organizados en torno a la Iglesia católica siriaca y la Iglesia ortodoxa siriaca, que tienen sus oficinas centrales en Líbano y Siria, respectivamente.