El homenaje de Turquía a los niños muertos en el terremoto
Atar globos rojos a los escombros del sur del país turco ha sido una manera de despedir a los miles de menores que murieron en el sismo. Los globos contrastan con el gris de los escombros desde hace dos semanas. La Unicef alertó que al menos 1.300 niños que sobrevivieron quedaron huérfanos y la crisis producida por los derrumbes y los colapsos en Siria y Turquía ha afectado cerca de 7 millones jóvenes.
En la ciudad turca de Antakya, pequeños y frágiles globos rojos contrastan con el gris de los escombros.
Días después del terremoto del que azotó el sur del país el 6 de febrero, este hombre comenzó a atarlos en las ruinas, como un último regalo para los niños que perdieron la vida.
Un productor de rosas y fotógrafo, Ogun Sever Okur se ofreció como voluntario en los días que siguieron al terremoto, primero en su ciudad natal, Adana, y luego en Antakya, 200 km más al sur, uno de los lugares más devastados por el desastre. Este padre de dos hijos niega toda intención “política” e insiste en el lado “sentimental” de su acción.
Desde 2020, con su “Asociación de los niños del hermano Ogun”, ayuda a menores pobres de Turquía a los que suministra juguetes, alimentos, a veces prótesis o cuidados.
Más de 42.000 personas murieron en Turquía a causa del terremoto, una cifra que asciende a 46.000 si se suman los que murieron en Siria, país vecino.Las autoridades no especificaron cuántos niños perecieron.
La ministra de la Familia informó que 1.314 de los 1.858 niños descubiertos solos después del terremoto fueron entregados a familiares.
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En la ciudad turca de Antakya, pequeños y frágiles globos rojos contrastan con el gris de los escombros.
Días después del terremoto del que azotó el sur del país el 6 de febrero, este hombre comenzó a atarlos en las ruinas, como un último regalo para los niños que perdieron la vida.
Un productor de rosas y fotógrafo, Ogun Sever Okur se ofreció como voluntario en los días que siguieron al terremoto, primero en su ciudad natal, Adana, y luego en Antakya, 200 km más al sur, uno de los lugares más devastados por el desastre. Este padre de dos hijos niega toda intención “política” e insiste en el lado “sentimental” de su acción.
Desde 2020, con su “Asociación de los niños del hermano Ogun”, ayuda a menores pobres de Turquía a los que suministra juguetes, alimentos, a veces prótesis o cuidados.
Más de 42.000 personas murieron en Turquía a causa del terremoto, una cifra que asciende a 46.000 si se suman los que murieron en Siria, país vecino.Las autoridades no especificaron cuántos niños perecieron.
La ministra de la Familia informó que 1.314 de los 1.858 niños descubiertos solos después del terremoto fueron entregados a familiares.
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