Así fue el incendio que catapultó las históricas protestas en China
Un incendio en la ciudad de Urumqi impulsó las protestas en China, que ya se venían presentando por el descontento con la política de “covid cero”. ¿Qué está pasando en ese país?
El incendio en un bloque de apartamentos en la ciudad de Urumqi, que cobró la vida de 10 personas, ha catapultado el movimiento de protestas contra la política de “covid cero” en China, el cual ya cumple meses expresando su descontento con las restricciones por la pandemia.
La ciudadanía atribuye este trágico accidente en Urumqi a las dificultades que tuvieron los rescatistas para acceder al edificio debido a las rigurosas medidas de confinamiento sanitario de dicha política. Según los manifestantes, las políticas actuales habrían retrasado la llegada de los bomberos hasta las víctimas.
Abdulhafiz Maimaitimin, un uigur oriundo de Xinjiang, llora la muerte de cinco familiares en el mortífero incendio en Urumqi. Este hombre de 27 años que reside en Suiza teme que el gobierno chino reprima a los manifestantes y a la minoría musulmana.
El domingo las manifestaciones se extendieron a la capital, Pekín, y a Shanghái. En general, la policía ha permitido las protestas, pero en Shanghái detuvieron a varias personas en el lugar donde se concentraban las protestas.
En algunas zonas se registraron altercados violentos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. Mientras tanto, en Pekín, varias patrullas de policías rodearon la zona cerca del río Liangma, donde más de 400 jóvenes se habían concentrado durante varias horas el domingo.
Algunas de las personas que se manifestaron sostenían hojas de papel en blanco como forma de protesta silenciosa. Las quejas han ido aumentando y las exigencias son cada vez mayores: hay quienes piden libertad y mayor democracia y otros demandan la salida del líder chino, Xi Jinping.
Ante el levantamiento ciudadano, la máquina de censura china se ha esforzado por contener la información libre sobre las manifestaciones. Se han bloqueado de palabras clave y nombres de lugares relativos a las protestas en los motores de búsqueda de Internet. En respuesta, las hojas en blanco señalan la falta de libertad de expresión.
Algunos usuarios de redes sociales usaron juegos de palabras para poder hablar de sus quejas. Utilizaron términos como “cáscara de plátano”, que tiene las mismas iniciales que el nombre del presidente Xi Jinping en chino, y “mousse de camarón”, que suena similar a “dimisión”.
Las redes sociales como Twitter e Instagram están bloqueadas en China por la “Gran muralla electrónica”, un cortafuegos que censura internet, pero algunos ciudadanos han podido publicar información sobre las protestas utilizando un software especial de red privada virtual (VPN).
Otros manifestantes en varios lugares de China cantaron el himno nacional para mostrar que sus protestas no podían ser calificadas de antipatrióticas o instigadas por fuerzas extranjeras. También, en Shanghái algunas personas encendieron velas y dejaron flores para las víctimas del incendio en Urumqi.
Aunque las autoridades chinas niegan que la política de “covid cero” haya sido la causa de la tragedia, los funcionarios de la ciudad emitieron una disculpa en la que se comprometieron a eliminar gradualmente las restricciones para restablecer el orden.
Esta clase de demandas son inusuales en China, ya que las críticas directas al gobierno generalmente pueden terminar en duras sanciones. Por su parte, la estrategia de covid cero se debe en cierta medida a los niveles de vacunación relativamente bajos de China y al esfuerzo que hacen por proteger a las personas mayores.
De todas formas, a pesar de las estrictas medidas, el número de casos de China esta semana alcanzó récords históricos desde que comenzó la pandemia.
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El incendio en un bloque de apartamentos en la ciudad de Urumqi, que cobró la vida de 10 personas, ha catapultado el movimiento de protestas contra la política de “covid cero” en China, el cual ya cumple meses expresando su descontento con las restricciones por la pandemia.
La ciudadanía atribuye este trágico accidente en Urumqi a las dificultades que tuvieron los rescatistas para acceder al edificio debido a las rigurosas medidas de confinamiento sanitario de dicha política. Según los manifestantes, las políticas actuales habrían retrasado la llegada de los bomberos hasta las víctimas.
Abdulhafiz Maimaitimin, un uigur oriundo de Xinjiang, llora la muerte de cinco familiares en el mortífero incendio en Urumqi. Este hombre de 27 años que reside en Suiza teme que el gobierno chino reprima a los manifestantes y a la minoría musulmana.
El domingo las manifestaciones se extendieron a la capital, Pekín, y a Shanghái. En general, la policía ha permitido las protestas, pero en Shanghái detuvieron a varias personas en el lugar donde se concentraban las protestas.
En algunas zonas se registraron altercados violentos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. Mientras tanto, en Pekín, varias patrullas de policías rodearon la zona cerca del río Liangma, donde más de 400 jóvenes se habían concentrado durante varias horas el domingo.
Algunas de las personas que se manifestaron sostenían hojas de papel en blanco como forma de protesta silenciosa. Las quejas han ido aumentando y las exigencias son cada vez mayores: hay quienes piden libertad y mayor democracia y otros demandan la salida del líder chino, Xi Jinping.
Ante el levantamiento ciudadano, la máquina de censura china se ha esforzado por contener la información libre sobre las manifestaciones. Se han bloqueado de palabras clave y nombres de lugares relativos a las protestas en los motores de búsqueda de Internet. En respuesta, las hojas en blanco señalan la falta de libertad de expresión.
Algunos usuarios de redes sociales usaron juegos de palabras para poder hablar de sus quejas. Utilizaron términos como “cáscara de plátano”, que tiene las mismas iniciales que el nombre del presidente Xi Jinping en chino, y “mousse de camarón”, que suena similar a “dimisión”.
Las redes sociales como Twitter e Instagram están bloqueadas en China por la “Gran muralla electrónica”, un cortafuegos que censura internet, pero algunos ciudadanos han podido publicar información sobre las protestas utilizando un software especial de red privada virtual (VPN).
Otros manifestantes en varios lugares de China cantaron el himno nacional para mostrar que sus protestas no podían ser calificadas de antipatrióticas o instigadas por fuerzas extranjeras. También, en Shanghái algunas personas encendieron velas y dejaron flores para las víctimas del incendio en Urumqi.
Aunque las autoridades chinas niegan que la política de “covid cero” haya sido la causa de la tragedia, los funcionarios de la ciudad emitieron una disculpa en la que se comprometieron a eliminar gradualmente las restricciones para restablecer el orden.
Esta clase de demandas son inusuales en China, ya que las críticas directas al gobierno generalmente pueden terminar en duras sanciones. Por su parte, la estrategia de covid cero se debe en cierta medida a los niveles de vacunación relativamente bajos de China y al esfuerzo que hacen por proteger a las personas mayores.
De todas formas, a pesar de las estrictas medidas, el número de casos de China esta semana alcanzó récords históricos desde que comenzó la pandemia.
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