El Ejército israelí mató al jefe del departamento de quemaduras y cirugía plástica del Hospital Naser, Hasan Hamdan, junto a otros ocho miembros de su familia, después de que todos ellos abandonasen por órdenes castrenses Jan Yunis, en el sur de Gaza. Además, el Ejército adelantó incursiones en Tulkarem y Yenín, en la Cisjordania ocupada, mientras continúa la amenaza de una guerra próxima contra Hezbolá en el Líbano.
Según el medio catarí Al Jazeera, cuya retransmisión está prohibida en Israel desde mayo por el Gobierno de Benjamín Netanyahu, el médico y su familia había encontrado refugio en la vivienda de unos parientes en Deir el Balahse, una supuesta “zona segura”, pero fue bombardeada matando al doctor, cinco niños y tres mujeres, de acuerdo con fuentes médicas.
Además, a lo largo del enclave, que ya se aproxima a nueve meses de guerra y supera los 37.900 gazatíes muertos, hubo este miércoles 3 de julio incesantes bombardeos israelíes en el barrio de Shujayia (Gaza, norte) donde las fuerzas retornaron hace una semana.
Allí hubo explosiones, ataques de artillería y disparos desde vehículos militares, drones, cuadricópteros y helicópteros apache israelíes, según fuentes palestinas, mientras que el Ejército israelí aseguró haber matado a un número no especificado de milicianos y confiscado granadas o rifles AK-47.
Incursiones en Tulkarem y Yenín, en la Cisjordania ocupada
En la madrugada del 3 de julio, el Ejército israelí mató a cuatro palestinos en un ataque aéreo con un dron en el campo de refugiados de Nur Shams, en Tulkarem, mientras que un quinto murió en una operación de las fuerzas especiales en Yenín, también en el norte de Cisjordania ocupada, confirmó el Ministerio de Sanidad palestino controlado por Hamás.
El Ministerio de Sanidad palestino reveló de madrugada los nombres de los fallecidos: Yazid Adel Safi (22 años), Nimr Anwar Ahmed Hamarsha (25), Muhammad Yasser Raja Shehadeh (20) y Mohammad Hassan Ghannam Kanouh (22 años).
La Yihad Islámica palestina reivindicó como sus milicianos a los cuatro jóvenes, a los que calificó de “heróicos combatienes” asegurando que su muerte “aumentará su determinación de continuar el camino de la yihad”.
La operación israelí en Nur Shams comenzó el 30 de junio, cuando un ataque con un dron israelí mató a Saeed Izzat Jaber, un reconocido líder de la Yihad Islámica en Tulkarem, mientras que un adolescente de 15 años y una mujer de 47 fallecieron el lunes por heridas de bala cuando estallaron los combates entre soldados y milicianos.
En Yenín, Sanidad confirmó este miércoles la muerte del joven Nidal Ziad al Amer, de 23 años, por herida de bala después de que una unidad especial del Ejército se infiltrase en la zona industrial de esta urbe palestina “en un automóvil civil con matrícula palestina”, según la agencia Wafa, y abriese fuego.
Las incursiones israelíes se han normalizado en Cisjordania ocupada en el último año, especialmente en paralelo a la guerra en Gaza, donde Israel ha llevado a cabo más de 4.100 detenciones de “sospechosos”, entre ellos unos 1.700 con supuestos vínculos con Hamás.
Yenín es el principal foco de violencia entre facciones armadas palestinas y el Ejército israelí, pero en el último año, Tulkarem se ha convertido en el segundo escenario más mortífero, con 60 palestinos muertos solo en 2024, según un recuento de EFE.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 230 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles, incluidos unos 45 menores, según el recuento de EFE, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
Del lado israelí, han muerto este año 16 israelíes, diez uniformados y seis civiles, cinco de ellos colonos.
Amenaza de guerra contra Hezbolá
Respecto a la frontera norte con el Líbano, donde a raíz de la guerra en Gaza el grupo chií libanés Hezbolá perpetra ataques con cohetes (raramente mortales) contra el norte de Israel, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, reiteró la posibilidad de iniciar una guerra para poner fin al fuego cruzado.
“Estos tanques que estáis cuidando, una vez abandonen el campo de batalla (en Rafah) saben cómo llegar al (río) Litani, y estamos decididos a dar este paso en el Líbano si fuera necesario”, dijo Gallant en un encuentro con tropas cerca de la divisoria con Gaza.
Aunque el líder castrense aseguró que Israel prefiere un acuerdo diplomático, que podría facilitar el retorno de unos 60.000 israelíes desplazados, insistió en que, si la realidad les obliga, Israel sabrá cómo luchar.
En este fuego cruzado ya han muerto más de 500 personas, la mayoría milicianos y comandantes de Hezbolá contra los que Israel comete también ataques aéreos selectivos; además de más de 90 civiles en el Líbano y al menos 25 personas en el lado israelí: 15 militares y 10 civiles.
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