¿Birmania o Myanmar?: esto está pasando en ese país tras el golpe de Estado
El golpe de Estado que dio el Ejército de Birmania con la detención de los principales líderes políticos, entre ellos la Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, pone fin a la década de transición democrática en el país iniciada en 2011. Así está este país hoy.
La situación en Birmania
El Ejército de Birmania terminó este lunes de manera abrupta con la transición hacia la democracia del país al forzar una declaración de emergencia para transferir todos los poderes del Estado al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing.
Le puede interesar: Golpe de Estado en Birmania, así se llegó a este punto
Los militares, que gobernaron con puño de hierro de 1962 a 2011, dispararon hace una semana los rumores sobre una posible asonada al evitar rechazar la posibilidad de un golpe de Estado tras una serie de denuncias sobre fraude electoral en los comicios generales del pasado noviembre.
La Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezada por la líder de facto del Gobierno y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, arrasó en las urnas, pero el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo (USDP), vinculado a los militares, reclamó sin pruebas que la votación fue fraudulenta.
¿Myanmar o Birmania?
Birmania, hoy blanco de un golpe de Estado, cambió su nombre a Myanmar hace varias décadas. En 1989 pasó de llamarse Unión de Birmania a Unión de Myanmar y, tras la aprobación de la Constitución de 2008, pasó a llamarse República de la Unión de Myanmar. La entonces junta militar decía que Burma (Birmania en inglés) era un nombre impuesto por los colonialistas británicos que invadieron el país y lo ocuparon hasta la independencia, en 1948.
Durante los años de la dictadura (1962-2011), la oposición democrática y los diplomáticos occidentales se resistían a utilizar Myanmar porque consideraban que la junta militar no tenía potestad para cambiar el nombre del país.
Le puede interesar: La Unión Europea condena el golpe en Birmania
Sin embargo, la ONU reconoce el nombre oficial de República de la Unión de Myanmar y, desde que comenzaron las reformas en 2011 bajo un Gobierno civil, muchos gobiernos usan los dos nombres Myanmar y Birmania. Gran parte de la comunidad diplomática, sobre todo en Asia, utiliza Myanmar para referirse al país.
También señalan que hablar de “birmanos” sería solo identificar a la etnia bamar, mayoritaria, pero Myanmar incluye a todas las minorías del país como los shan, karen o kachin.
La Fundéu, una institución que asesora sobre el uso del idioma a los medios de comunicación con la colaboración de la Real Academia Española, recomienda utilizar Birmania y Rangún, en lugar de Myanmar y Yangón.
¿Quién es el general golpista?
Aung Hlaing lleva casi una década como comandante jefe de las Fuerzas Armadas y tras el golpe de Estado asumió el cargo de “líder del Estado”. Alistado en el Ejército desde los 18 años, este general de cinco estrellas y de carácter reservado se ha labrado toda una carrera dentro de cuerpo castrense, donde se convirtió en una figura fundamental para las negociaciones con algunos grupos rebeldes.
Le puede interesar: Persecución de Birmania a Rohinyás fue genocidio, dice ONU
¿Qué sigue ahora en el país?
El ejército declaró el estado de emergencia por un año, con generales en los puestos principales.
Myint Swe, quien dirigía el poderoso comando militar de Rangún y actual vicepresidente de Birmania, se convierte en presidente interino por un año, un cargo principalmente honorífico.
El control “legislativo, administrativo y judicial” recae en Min Aung Hlaing, que ahora concentra casi todos los poderes.
Este golpe, condenado por la comunidad internacional, no es el primero: desde su independencia en 1948, Birmania ha estado gobernada por regímenes militares durante casi 50 años. Ya hubo dos golpes de Estado, en 1962 y 1988.
¿Qué dicen la gente de Birmania?
Varios birmanos con los que pudo hablar la AFP expresaron su decepción.
“Esperaba un futuro mejor”, dijo un hombre de 64 años que hacía cola para comprar comida, mientras el país está siendo duramente golpeado por la pandemia de coronavirus, con más de 140.000 casos y 3.000 muertes.
Pero no todo el mundo se siente angustiado, y en las calles de Rangún se vieron pasar varios camiones a gran velocidad con partidarios del ejército, ondeando banderas y cantando himnos nacionalistas.
Los militares han prometido celebrar nuevas elecciones “libres y justas” una vez que se levante el estado de excepción, que debería durar un año.
Le puede interesar: Las otras víctimas del ejército de Birmania
Pero algunos birmanos siguen siendo pesimistas. “Me temo que dure más tiempo”, dijo el realizador Lamin Oo, de 35 años. “Por el momento, todo está en calma en mi barrio de Rangún, pero tenemos que prepararnos para lo peor”.
Aung San Suu Kyi, muy criticada a nivel internacional por su gestión de la crisis de los musulmanes rohinyás (cientos de miles de ellos huyeron de la violencia del ejército en 2017 y se refugiaron en el vecino Bangladés) todavía es venerada por una mayoría de birmanos.
Condena mundial
El mundo condenó el golpe de Estado en Birmania. Desde Naciones Unidas hasta EE. UU., China, la Unión Europea, Francia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Noruega, Canadá, Australia, Japón, India y Singapur, entre otros países, pidieron a los militares liberar a los detenidos y restablecer el camino hacia la democracia que comenzó en 2011.
“La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares (...) representa un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien condenó “firmemente” el arresto por el ejército de Aung San Suu Kyi y de otros dirigentes políticos.
La situación en Birmania
El Ejército de Birmania terminó este lunes de manera abrupta con la transición hacia la democracia del país al forzar una declaración de emergencia para transferir todos los poderes del Estado al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing.
Le puede interesar: Golpe de Estado en Birmania, así se llegó a este punto
Los militares, que gobernaron con puño de hierro de 1962 a 2011, dispararon hace una semana los rumores sobre una posible asonada al evitar rechazar la posibilidad de un golpe de Estado tras una serie de denuncias sobre fraude electoral en los comicios generales del pasado noviembre.
La Liga Nacional para la Democracia (LND), encabezada por la líder de facto del Gobierno y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, arrasó en las urnas, pero el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo (USDP), vinculado a los militares, reclamó sin pruebas que la votación fue fraudulenta.
¿Myanmar o Birmania?
Birmania, hoy blanco de un golpe de Estado, cambió su nombre a Myanmar hace varias décadas. En 1989 pasó de llamarse Unión de Birmania a Unión de Myanmar y, tras la aprobación de la Constitución de 2008, pasó a llamarse República de la Unión de Myanmar. La entonces junta militar decía que Burma (Birmania en inglés) era un nombre impuesto por los colonialistas británicos que invadieron el país y lo ocuparon hasta la independencia, en 1948.
Durante los años de la dictadura (1962-2011), la oposición democrática y los diplomáticos occidentales se resistían a utilizar Myanmar porque consideraban que la junta militar no tenía potestad para cambiar el nombre del país.
Le puede interesar: La Unión Europea condena el golpe en Birmania
Sin embargo, la ONU reconoce el nombre oficial de República de la Unión de Myanmar y, desde que comenzaron las reformas en 2011 bajo un Gobierno civil, muchos gobiernos usan los dos nombres Myanmar y Birmania. Gran parte de la comunidad diplomática, sobre todo en Asia, utiliza Myanmar para referirse al país.
También señalan que hablar de “birmanos” sería solo identificar a la etnia bamar, mayoritaria, pero Myanmar incluye a todas las minorías del país como los shan, karen o kachin.
La Fundéu, una institución que asesora sobre el uso del idioma a los medios de comunicación con la colaboración de la Real Academia Española, recomienda utilizar Birmania y Rangún, en lugar de Myanmar y Yangón.
¿Quién es el general golpista?
Aung Hlaing lleva casi una década como comandante jefe de las Fuerzas Armadas y tras el golpe de Estado asumió el cargo de “líder del Estado”. Alistado en el Ejército desde los 18 años, este general de cinco estrellas y de carácter reservado se ha labrado toda una carrera dentro de cuerpo castrense, donde se convirtió en una figura fundamental para las negociaciones con algunos grupos rebeldes.
Le puede interesar: Persecución de Birmania a Rohinyás fue genocidio, dice ONU
¿Qué sigue ahora en el país?
El ejército declaró el estado de emergencia por un año, con generales en los puestos principales.
Myint Swe, quien dirigía el poderoso comando militar de Rangún y actual vicepresidente de Birmania, se convierte en presidente interino por un año, un cargo principalmente honorífico.
El control “legislativo, administrativo y judicial” recae en Min Aung Hlaing, que ahora concentra casi todos los poderes.
Este golpe, condenado por la comunidad internacional, no es el primero: desde su independencia en 1948, Birmania ha estado gobernada por regímenes militares durante casi 50 años. Ya hubo dos golpes de Estado, en 1962 y 1988.
¿Qué dicen la gente de Birmania?
Varios birmanos con los que pudo hablar la AFP expresaron su decepción.
“Esperaba un futuro mejor”, dijo un hombre de 64 años que hacía cola para comprar comida, mientras el país está siendo duramente golpeado por la pandemia de coronavirus, con más de 140.000 casos y 3.000 muertes.
Pero no todo el mundo se siente angustiado, y en las calles de Rangún se vieron pasar varios camiones a gran velocidad con partidarios del ejército, ondeando banderas y cantando himnos nacionalistas.
Los militares han prometido celebrar nuevas elecciones “libres y justas” una vez que se levante el estado de excepción, que debería durar un año.
Le puede interesar: Las otras víctimas del ejército de Birmania
Pero algunos birmanos siguen siendo pesimistas. “Me temo que dure más tiempo”, dijo el realizador Lamin Oo, de 35 años. “Por el momento, todo está en calma en mi barrio de Rangún, pero tenemos que prepararnos para lo peor”.
Aung San Suu Kyi, muy criticada a nivel internacional por su gestión de la crisis de los musulmanes rohinyás (cientos de miles de ellos huyeron de la violencia del ejército en 2017 y se refugiaron en el vecino Bangladés) todavía es venerada por una mayoría de birmanos.
Condena mundial
El mundo condenó el golpe de Estado en Birmania. Desde Naciones Unidas hasta EE. UU., China, la Unión Europea, Francia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Noruega, Canadá, Australia, Japón, India y Singapur, entre otros países, pidieron a los militares liberar a los detenidos y restablecer el camino hacia la democracia que comenzó en 2011.
“La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares (...) representa un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien condenó “firmemente” el arresto por el ejército de Aung San Suu Kyi y de otros dirigentes políticos.