“Cerca de 3.600 connacionales esperan poder volver al país”: Canciller Claudia Blum
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia explica cómo es el proceso de retorno de los colombianos varados en el extranjero en plena pandemia de coronavirus.
Angélica Lagos Camargo
La pandemia del coronavirus puso a prueba a cada gobierno del mundo, que hace maromas para contener el virus, salvar la economía y ayudar a los miles de ciudadanos que quedaron atrapados en el extranjero en plena crisis. La canciller de Colombia, Claudia Blum, habla de lo que ha tenido que hacer el Ministerio en tiempos de la COVID-19.
¿Cómo cambió la pandemia las prioridades y la agenda de la Cancillería?
Las tareas se han multiplicado; el hecho de no tener desplazamientos hace rendir más el trabajo. La emergencia nos ha impuesto nuevas prioridades en la agenda internacional. En las relaciones bilaterales y en organismos multilaterales estamos ahora enfocados a respuestas conjuntas, cooperación e intercambio de buenas prácticas, para enfrentar los retos de la pandemia. En los consulados y embajadas, la atención a connacionales afectados en otros países ha sido creciente. Y la situación en las fronteras, exige nuevos retos al Ministerio. Gracias a la tecnología y las posibilidades de comunicación virtual, no paramos un minuto para cumplir las obligaciones y hacer seguimiento a los resultados.
¿Cuál es el tema más urgente a escala internacional para Colombia en esta coyuntura?
Tenemos tres frentes urgentes: primero, la búsqueda de cooperación internacional para ayudar a obtener recursos, insumos y equipos médicos que requiere el país; segundo, asistir a connacionales varados en el exterior en medio de cuarentenas y restricciones a viajes; y tercero, trabajar con otros ministerios en medidas de bioseguridad en las fronteras, tanto para contener la entrada de nuevos casos como para apoyar a las comunidades de estas zonas.
(Puede leer: Coronavirus: "Los varados en el exterior se encuentran en grave condición vulnerabilidad": Juan David Vélez )
Desde que comenzó el coronavirus, la Cancillería enfrentó varios retos: la repatriación de los colombianos que estaban en China y ahora la de miles de connacionales varados en el mundo. ¿Qué significó esto en términos logísticos y de presupuesto para el Ministerio?
Hoy el esfuerzo presupuestal se enfoca ante todo a la asistencia a connacionales. De un total de $14.000 millones que estimamos para esto, trasladamos recursos y pudimos girar la mitad de ese monto a 94 consulados para apoyar la subsistencia de colombianos varados en situación vulnerable. También se autorizó que los gastos de representación de embajadas y consulados incluyan apoyos a esta población.
¿Cómo es la coordinación para el retorno de los varados?
En cuanto a los vuelos de repatriación, aunque estos son pagados por los viajeros a compañías comerciales y privadas, la programación nos exige una meticulosa coordinación con Migración Colombia, Mintransporte, Aeronáutica, autoridades sanitarias y de policía. Es un trabajo que incluye la organización de listados de pasajeros, los permisos excepcionales de carácter humanitario, los controles migratorios y sanitarios portuarios, y las verificaciones exhaustivas de las cuarentenas que deben cumplir en la ciudad de llegada.
¿Cuántos colombianos permanecen varados?
Este número cambia día a día porque en la medida en que los países extienden sus cuarentenas o las restricciones a viajes, más personas se registran en los consulados de acuerdo con sus necesidades. A pesar de que hemos repatriado a 1.910 colombianos de trece países, los datos más recientes llegaban a 3.600 connacionales que esperan poder volver. Trabajamos para concretar su regreso.
Le recomendamos: Grupo de colombianos varados en Australia pide ayuda al gobierno
¿Qué les dice a los que todavía esperan una respuesta?
A los que aún no han podido regresar a Colombia les digo que contacten y se registren en el consulado más cercano, donde encontrarán funcionarios dispuestos a orientarlos y acompañarlos. Este registro es, además, la base para posibles asistencias y para avisarles sobre los vuelos de retorno que se programen.
Antes de la pandemia, Venezuela era la prioridad para el Gobierno colombiano, ¿y ahora?
El regreso de la democracia a Venezuela sigue siendo una de las prioridades para Colombia. Más en el contexto de la pandemia, pues el régimen ilegítimo de Maduro ha destruido el sistema de salud de ese país y esto pone en riesgo la salud de los venezolanos y de toda la región. Por eso, seguimos trabajando con el Grupo de Lima y los países que defienden la democracia, para que se produzca el cambio que el pueblo venezolano anhela, y se realicen las elecciones presidenciales libres y transparentes que permitan restablecer el orden institucional y la estabilidad de ese país.
En esta crisis se habla de trabajo conjunto entre países, ¿cómo se da esto en la región?
El presidente Duque ha estado en contacto con presidentes y ministros de todos los continentes, para intercambiar experiencias y definir cooperación. La Cancillería apoya esas gestiones, y países como Estados Unidos, China, Emiratos Árabes, Alemania, Corea, Canadá y organismos del sistema de la ONU ya han anunciado y enviado ayudas, que nuestro país agradece enormemente. Como nuevos miembros de la OCDE, estamos iniciando diálogos sobre respuestas para la recuperación poscrisis. En la región destaco nuestro trabajo con Prosur, grupo que ha tenido varias reuniones presidenciales y comités técnicos ministeriales para coordinar respuestas. Con Ecuador y Perú, estamos destinando a la emergencia recursos de nuestros Planes Binacionales de Desarrollo Fronterizo. Y en la Comunidad Andina, la Alianza del Pacífico y la Celac, trabajamos en una agenda marcada por la pandemia.
(Le recomendamos: Los mensajes de los colombianos varados en otros países)
Vimos a muchos migrantes venezolanos regresando a su país. ¿Qué ha pasado con esta población?
Desde el 13 de marzo, han regresado 45.800 venezolanos. Esto es menos del 3 % de los 1,8 millones de venezolanos que se radicaron en Colombia, huyendo de la crisis del país vecino. A estos migrantes el Gobierno continúa prestándoles atención solidaria: 372.000 niños venezolanos se educan en nuestras escuelas públicas; más de 800.000 personas han sido atendidas en nuestro sistema de salud; y con recursos propios y de cooperación se ha entregado, en el último mes, ayuda alimentaria para los más vulnerables. Sin embargo, nuestras capacidades están al límite. El mundo no puede desamparar a esta población y Colombia espera que se fortalezca la cooperación y la ayuda internacional para la crisis humanitaria más grave del hemisferio occidental.
El gobierno de EE. UU. le garantizó a Colombia ayuda durante la pandemia. ¿En qué consiste?
De EE. UU. hemos recibido generosa ayuda. El presidente Trump le manifestó al presidente Duque apoyo en materia de ventiladores, y más allá de esto los fondos de cooperación de EE. UU. llegan a US$10,4 millones para la respuesta de Colombia a la COVID-19. Estos recursos son para asistencia humanitaria, nos ayudan a hacer seguimiento a la propagación del virus, proporcionar suministro de agua y saneamiento, y apoyar respuestas para los migrantes provenientes de Venezuela, en el marco de la pandemia. Por otro lado, EE. UU. redirigió US$6 millones para apoyar al sistema de salud pública, a los alcaldes y a las comunidades en la contención del virus, y ofrecer asistencia legal y psicológica a víctimas de violencia doméstica.
¿Cómo cree que cambiará esta crisis las relaciones internacionales a futuro?
Podría ser una oportunidad para que cobre fuerza la agenda internacional en desarrollo sostenible, incluidos sus componentes sociales, económicos y ambientales. Pocas veces el mundo ha enfrentado por igual un enemigo común, que impone a todos los países, desarrollados y en desarrollo, retos en salud, derecho al trabajo, recuperación económica, acceso a tecnologías, garantías para la educación, igualdad de género y la vida social de las personas. A futuro, esto debería reflejarse en relaciones exteriores más comprometidas con la cooperación bilateral y multilateral en estos temas esenciales para la vida y el futuro de la humanidad.
La pandemia del coronavirus puso a prueba a cada gobierno del mundo, que hace maromas para contener el virus, salvar la economía y ayudar a los miles de ciudadanos que quedaron atrapados en el extranjero en plena crisis. La canciller de Colombia, Claudia Blum, habla de lo que ha tenido que hacer el Ministerio en tiempos de la COVID-19.
¿Cómo cambió la pandemia las prioridades y la agenda de la Cancillería?
Las tareas se han multiplicado; el hecho de no tener desplazamientos hace rendir más el trabajo. La emergencia nos ha impuesto nuevas prioridades en la agenda internacional. En las relaciones bilaterales y en organismos multilaterales estamos ahora enfocados a respuestas conjuntas, cooperación e intercambio de buenas prácticas, para enfrentar los retos de la pandemia. En los consulados y embajadas, la atención a connacionales afectados en otros países ha sido creciente. Y la situación en las fronteras, exige nuevos retos al Ministerio. Gracias a la tecnología y las posibilidades de comunicación virtual, no paramos un minuto para cumplir las obligaciones y hacer seguimiento a los resultados.
¿Cuál es el tema más urgente a escala internacional para Colombia en esta coyuntura?
Tenemos tres frentes urgentes: primero, la búsqueda de cooperación internacional para ayudar a obtener recursos, insumos y equipos médicos que requiere el país; segundo, asistir a connacionales varados en el exterior en medio de cuarentenas y restricciones a viajes; y tercero, trabajar con otros ministerios en medidas de bioseguridad en las fronteras, tanto para contener la entrada de nuevos casos como para apoyar a las comunidades de estas zonas.
(Puede leer: Coronavirus: "Los varados en el exterior se encuentran en grave condición vulnerabilidad": Juan David Vélez )
Desde que comenzó el coronavirus, la Cancillería enfrentó varios retos: la repatriación de los colombianos que estaban en China y ahora la de miles de connacionales varados en el mundo. ¿Qué significó esto en términos logísticos y de presupuesto para el Ministerio?
Hoy el esfuerzo presupuestal se enfoca ante todo a la asistencia a connacionales. De un total de $14.000 millones que estimamos para esto, trasladamos recursos y pudimos girar la mitad de ese monto a 94 consulados para apoyar la subsistencia de colombianos varados en situación vulnerable. También se autorizó que los gastos de representación de embajadas y consulados incluyan apoyos a esta población.
¿Cómo es la coordinación para el retorno de los varados?
En cuanto a los vuelos de repatriación, aunque estos son pagados por los viajeros a compañías comerciales y privadas, la programación nos exige una meticulosa coordinación con Migración Colombia, Mintransporte, Aeronáutica, autoridades sanitarias y de policía. Es un trabajo que incluye la organización de listados de pasajeros, los permisos excepcionales de carácter humanitario, los controles migratorios y sanitarios portuarios, y las verificaciones exhaustivas de las cuarentenas que deben cumplir en la ciudad de llegada.
¿Cuántos colombianos permanecen varados?
Este número cambia día a día porque en la medida en que los países extienden sus cuarentenas o las restricciones a viajes, más personas se registran en los consulados de acuerdo con sus necesidades. A pesar de que hemos repatriado a 1.910 colombianos de trece países, los datos más recientes llegaban a 3.600 connacionales que esperan poder volver. Trabajamos para concretar su regreso.
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¿Qué les dice a los que todavía esperan una respuesta?
A los que aún no han podido regresar a Colombia les digo que contacten y se registren en el consulado más cercano, donde encontrarán funcionarios dispuestos a orientarlos y acompañarlos. Este registro es, además, la base para posibles asistencias y para avisarles sobre los vuelos de retorno que se programen.
Antes de la pandemia, Venezuela era la prioridad para el Gobierno colombiano, ¿y ahora?
El regreso de la democracia a Venezuela sigue siendo una de las prioridades para Colombia. Más en el contexto de la pandemia, pues el régimen ilegítimo de Maduro ha destruido el sistema de salud de ese país y esto pone en riesgo la salud de los venezolanos y de toda la región. Por eso, seguimos trabajando con el Grupo de Lima y los países que defienden la democracia, para que se produzca el cambio que el pueblo venezolano anhela, y se realicen las elecciones presidenciales libres y transparentes que permitan restablecer el orden institucional y la estabilidad de ese país.
En esta crisis se habla de trabajo conjunto entre países, ¿cómo se da esto en la región?
El presidente Duque ha estado en contacto con presidentes y ministros de todos los continentes, para intercambiar experiencias y definir cooperación. La Cancillería apoya esas gestiones, y países como Estados Unidos, China, Emiratos Árabes, Alemania, Corea, Canadá y organismos del sistema de la ONU ya han anunciado y enviado ayudas, que nuestro país agradece enormemente. Como nuevos miembros de la OCDE, estamos iniciando diálogos sobre respuestas para la recuperación poscrisis. En la región destaco nuestro trabajo con Prosur, grupo que ha tenido varias reuniones presidenciales y comités técnicos ministeriales para coordinar respuestas. Con Ecuador y Perú, estamos destinando a la emergencia recursos de nuestros Planes Binacionales de Desarrollo Fronterizo. Y en la Comunidad Andina, la Alianza del Pacífico y la Celac, trabajamos en una agenda marcada por la pandemia.
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Vimos a muchos migrantes venezolanos regresando a su país. ¿Qué ha pasado con esta población?
Desde el 13 de marzo, han regresado 45.800 venezolanos. Esto es menos del 3 % de los 1,8 millones de venezolanos que se radicaron en Colombia, huyendo de la crisis del país vecino. A estos migrantes el Gobierno continúa prestándoles atención solidaria: 372.000 niños venezolanos se educan en nuestras escuelas públicas; más de 800.000 personas han sido atendidas en nuestro sistema de salud; y con recursos propios y de cooperación se ha entregado, en el último mes, ayuda alimentaria para los más vulnerables. Sin embargo, nuestras capacidades están al límite. El mundo no puede desamparar a esta población y Colombia espera que se fortalezca la cooperación y la ayuda internacional para la crisis humanitaria más grave del hemisferio occidental.
El gobierno de EE. UU. le garantizó a Colombia ayuda durante la pandemia. ¿En qué consiste?
De EE. UU. hemos recibido generosa ayuda. El presidente Trump le manifestó al presidente Duque apoyo en materia de ventiladores, y más allá de esto los fondos de cooperación de EE. UU. llegan a US$10,4 millones para la respuesta de Colombia a la COVID-19. Estos recursos son para asistencia humanitaria, nos ayudan a hacer seguimiento a la propagación del virus, proporcionar suministro de agua y saneamiento, y apoyar respuestas para los migrantes provenientes de Venezuela, en el marco de la pandemia. Por otro lado, EE. UU. redirigió US$6 millones para apoyar al sistema de salud pública, a los alcaldes y a las comunidades en la contención del virus, y ofrecer asistencia legal y psicológica a víctimas de violencia doméstica.
¿Cómo cree que cambiará esta crisis las relaciones internacionales a futuro?
Podría ser una oportunidad para que cobre fuerza la agenda internacional en desarrollo sostenible, incluidos sus componentes sociales, económicos y ambientales. Pocas veces el mundo ha enfrentado por igual un enemigo común, que impone a todos los países, desarrollados y en desarrollo, retos en salud, derecho al trabajo, recuperación económica, acceso a tecnologías, garantías para la educación, igualdad de género y la vida social de las personas. A futuro, esto debería reflejarse en relaciones exteriores más comprometidas con la cooperación bilateral y multilateral en estos temas esenciales para la vida y el futuro de la humanidad.