Ciclón Batsirai dejó al menos 20 muertos en su paso por Madagascar
El ciclón tropical, que llegó en la noche del sábado con vientos de 165 km/h, abandonó Madagascar sin afectar a las principales ciudades, pero dejó al menos 20 muertos y una fuerte devastación en los arrozales, lo que podría agravar la situación humanitaria que produjo el ciclón Ana hace dos semanas.
Según el último balance de la Oficina de gestión de riesgos y de catástrofes (BNGRC), además de los 20 muertos, el ciclón obligó a 55.000 personas a abandonar sus hogares.
Este ciclón tropical tocó tierra en Madagascar en la noche del sábado con vientos de 165 km/h, tras haber azotado la isla francesa de la Reunión.
La Unicef teme que numerosas víctimas sean niños, en un país donde representan más del 50% de la población
El ciclón tocó primero una zona costera de 150 km de largo, poco poblada y agrícola. Luego se dirigió al oeste, provocando crecidas de los ríos que devastaron los arrozales, el “granero de arroz” de Madagascar en el centro del país, según Unicef.
La isla, uno de los países más pobres del mundo, ya fue azotada por una mortífera tormenta tropical en enero, Ana, que dejó 55 muertos y decenas de miles de desplazados o siniestrados.
La capital Antananarivo y el principal puerto del país, Tamatave (nordeste) no fueron alcanzados por el ciclón, lo que explica un balance humano menor a lo temido por las autoridades.
Cada año, durante la temporada de ciclones (de noviembre a abril), unas diez tormentas o ciclones atraviesan el suroeste del océano Índico de este a oeste.
En 2018, el país ya había sufrido dos tormentas seguidas (los ciclones Ava y Eliakim) que dejaron 51 y 20 muertos respectivamente. Y en 2017, el ciclón Enawo mató al menos a 78 personas.
Según el último balance de la Oficina de gestión de riesgos y de catástrofes (BNGRC), además de los 20 muertos, el ciclón obligó a 55.000 personas a abandonar sus hogares.
Este ciclón tropical tocó tierra en Madagascar en la noche del sábado con vientos de 165 km/h, tras haber azotado la isla francesa de la Reunión.
La Unicef teme que numerosas víctimas sean niños, en un país donde representan más del 50% de la población
El ciclón tocó primero una zona costera de 150 km de largo, poco poblada y agrícola. Luego se dirigió al oeste, provocando crecidas de los ríos que devastaron los arrozales, el “granero de arroz” de Madagascar en el centro del país, según Unicef.
La isla, uno de los países más pobres del mundo, ya fue azotada por una mortífera tormenta tropical en enero, Ana, que dejó 55 muertos y decenas de miles de desplazados o siniestrados.
La capital Antananarivo y el principal puerto del país, Tamatave (nordeste) no fueron alcanzados por el ciclón, lo que explica un balance humano menor a lo temido por las autoridades.
Cada año, durante la temporada de ciclones (de noviembre a abril), unas diez tormentas o ciclones atraviesan el suroeste del océano Índico de este a oeste.
En 2018, el país ya había sufrido dos tormentas seguidas (los ciclones Ava y Eliakim) que dejaron 51 y 20 muertos respectivamente. Y en 2017, el ciclón Enawo mató al menos a 78 personas.