Cinco puntos para entender la crisis que Polonia desató en Europa
Para la Comisión Europea, las reformas al sistema judicial adelantadas por el gobierno de Varsoivia ponen en riesgo la el equilibrio de poderes en Polonia y merecen sanciones serias.
redacción internacional
La Comisión Europea activó este miércoles un duro proceso sancionador contra Polonia, que a largo plazo, podría terminar con la suspensión de su derecho a voto en las instituciones comunitarias.
La determinación se toma después de que el gobierno de Varsovia optara por sacar adelante una reforma al sistema judicial que, para el presidente Andrzej Duda, es necesaria con el fin de limpiar la corrupción que existe en esa rama del poder desde la era soviética pero que, para la Comisión Europea, es un claro intento de desestabilizar el equilibrio de poderes. ¿Cúal fue el camino hjasta activar el el llamado “botón nuclear” de las sanciones comunitarias?
1. La llegada de Ley y Justicia
En 2015, los nacionalistas conservadores del partido Ley y Justicia (PiS por sus siglas en polaco) ganaron las elecciones con cifras récord en la historia moderna de Polonia. Desde entonces, y con el argumento de que cuenta con un mandato democrático para hacerlo, se ha dedicado a realizar reformas que han modificado el funcionamiento de instituciones que van desde el Tribunal Constitucional, pasando por el Consejo Nacional de la Judicatura, encargado de designar los jueces, hasta llegar a los tribunales ordinarios y la fiscalía.(Lea también: 3,3 millones de euros destinados por la Unión Europea para la paz en Putumayo)
2. Las advertencias
Para el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, las 13 leyes adoptadas en dos últimos años crearon una situación en la que el gobierno "puede interferir política y sistemáticamente en la composición, los poderes, la administración y el funcionamiento" de las autoridades judiciales. La gota que rebosó el vaso y provocó la cativación del artículo 7 del Tratado de la Unión Europea fueron dos reformas que el presidente Andrzej Duda había negado a ratificar a mediados de este año.Hoy, tras haber realizado ajustes mínimos, y a pesar de las protestas de la oposición y las amenaza de ser sancionado por la comunidad europea, este martes, el mandatario polaco aprobó ambas normas pues considera que se tratan de "muy buenas soluciones" para democratizar y mejorar el sistema judicial" y devolverán a los ciudadanos "la fe en la justicia, la fe en los tribunales polacos y la fe en la administración de justicia".
3. ¿Cuál es el problema con las últimas reformas?
Entre sus apartados más criticados, las nuevas normas incluyen la rebaja de 70 a 65 la edad de retiro obligatorio para los magistrados del Tribunal Supremo. El problema está en que la ley le permite al presidente eximir de esa obligación a los jueces de su elección. Por otro lado, la elección de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura, el organismo encargado de elegir jueces, queda en mano del Parlamento, cuando antes estaba en manos del poder judicial.
4. El "botón nuclear"
"Es con un enorme pesar que activamos el artículo 7" del Tratado de la Unión Europea, anunció este martes el vicepresidente del ejecutivo comunitario, Frans Timmermans.Calificado a menudo como el "botón nuclear" de las sanciones comunitarias, el artículo desencadena un proceso que puede acarrear sanciones económicas y políticas contra el gobierno de Varsovia.La Comisión Europea le dio a Polonia un plazo tres meses para modificar las reformas. De no hacerlo, el gobierno polaco podría ser excluido de la elaboración de las leyes que rigen la Unión Europea.
"Es un día difícil para Polonia y también para la UE", y el "diálogo es especialmente necesario en semejantes momentos", dijo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker al extenderle una invitación al primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, para que se reúna con él en Bruselas el próximo 9 de enero.
5. Polonia no está sola
Tanto Hungría como Rumania han sacado adelante reformas judiciales que preocupan al gobierno europeo en Bruselas. En el caso rumano, se trata de una norma que reduce los poderes de la Fiscalía Anticorrupción (DNA) que, tras haberse convertido en la piedra en el zapato de la élite política del país y ha llevado a juicio a más de 72 parlamentarios, transferirá sus poderes a un nuevo organismo que estará al mando de un funcionario nombrado por el Gobierno. La ley, que fue aprobada este mismo martes, es la segunda versión de una norma que buscaba perdonar a políticos condenados por corrupción y que tuvo que ser retirada tras fuertes protestas callejeras.Por su parte, el gobierno húngaro del nacionalista Viktor Orbán, ampliamente criticado por limitar la democracia y adoptar medidas contrarias a la legislación comunitaria, prometió que bloqueará el proceso abierto por la Comisión Europea.
"La decisión viola severamente la soberanía de Polonia. Es inaceptable que Bruselas presione a países soberanos y castigue a Gobiernos electos democráticamente", aseguró el viceprimer ministro húngaro, Zsolt Semjén, a la agencia MTI.
Hungría y Polonia también han hecho equipo con Eslovaquia y República Checa y, más recientemente, Austria para oponerse a las políticas de reparto solidario de refugiados en los países comunitarios.
La Comisión Europea activó este miércoles un duro proceso sancionador contra Polonia, que a largo plazo, podría terminar con la suspensión de su derecho a voto en las instituciones comunitarias.
La determinación se toma después de que el gobierno de Varsovia optara por sacar adelante una reforma al sistema judicial que, para el presidente Andrzej Duda, es necesaria con el fin de limpiar la corrupción que existe en esa rama del poder desde la era soviética pero que, para la Comisión Europea, es un claro intento de desestabilizar el equilibrio de poderes. ¿Cúal fue el camino hjasta activar el el llamado “botón nuclear” de las sanciones comunitarias?
1. La llegada de Ley y Justicia
En 2015, los nacionalistas conservadores del partido Ley y Justicia (PiS por sus siglas en polaco) ganaron las elecciones con cifras récord en la historia moderna de Polonia. Desde entonces, y con el argumento de que cuenta con un mandato democrático para hacerlo, se ha dedicado a realizar reformas que han modificado el funcionamiento de instituciones que van desde el Tribunal Constitucional, pasando por el Consejo Nacional de la Judicatura, encargado de designar los jueces, hasta llegar a los tribunales ordinarios y la fiscalía.(Lea también: 3,3 millones de euros destinados por la Unión Europea para la paz en Putumayo)
2. Las advertencias
Para el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, las 13 leyes adoptadas en dos últimos años crearon una situación en la que el gobierno "puede interferir política y sistemáticamente en la composición, los poderes, la administración y el funcionamiento" de las autoridades judiciales. La gota que rebosó el vaso y provocó la cativación del artículo 7 del Tratado de la Unión Europea fueron dos reformas que el presidente Andrzej Duda había negado a ratificar a mediados de este año.Hoy, tras haber realizado ajustes mínimos, y a pesar de las protestas de la oposición y las amenaza de ser sancionado por la comunidad europea, este martes, el mandatario polaco aprobó ambas normas pues considera que se tratan de "muy buenas soluciones" para democratizar y mejorar el sistema judicial" y devolverán a los ciudadanos "la fe en la justicia, la fe en los tribunales polacos y la fe en la administración de justicia".
3. ¿Cuál es el problema con las últimas reformas?
Entre sus apartados más criticados, las nuevas normas incluyen la rebaja de 70 a 65 la edad de retiro obligatorio para los magistrados del Tribunal Supremo. El problema está en que la ley le permite al presidente eximir de esa obligación a los jueces de su elección. Por otro lado, la elección de los miembros del Consejo Nacional de la Judicatura, el organismo encargado de elegir jueces, queda en mano del Parlamento, cuando antes estaba en manos del poder judicial.
4. El "botón nuclear"
"Es con un enorme pesar que activamos el artículo 7" del Tratado de la Unión Europea, anunció este martes el vicepresidente del ejecutivo comunitario, Frans Timmermans.Calificado a menudo como el "botón nuclear" de las sanciones comunitarias, el artículo desencadena un proceso que puede acarrear sanciones económicas y políticas contra el gobierno de Varsovia.La Comisión Europea le dio a Polonia un plazo tres meses para modificar las reformas. De no hacerlo, el gobierno polaco podría ser excluido de la elaboración de las leyes que rigen la Unión Europea.
"Es un día difícil para Polonia y también para la UE", y el "diálogo es especialmente necesario en semejantes momentos", dijo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker al extenderle una invitación al primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, para que se reúna con él en Bruselas el próximo 9 de enero.
5. Polonia no está sola
Tanto Hungría como Rumania han sacado adelante reformas judiciales que preocupan al gobierno europeo en Bruselas. En el caso rumano, se trata de una norma que reduce los poderes de la Fiscalía Anticorrupción (DNA) que, tras haberse convertido en la piedra en el zapato de la élite política del país y ha llevado a juicio a más de 72 parlamentarios, transferirá sus poderes a un nuevo organismo que estará al mando de un funcionario nombrado por el Gobierno. La ley, que fue aprobada este mismo martes, es la segunda versión de una norma que buscaba perdonar a políticos condenados por corrupción y que tuvo que ser retirada tras fuertes protestas callejeras.Por su parte, el gobierno húngaro del nacionalista Viktor Orbán, ampliamente criticado por limitar la democracia y adoptar medidas contrarias a la legislación comunitaria, prometió que bloqueará el proceso abierto por la Comisión Europea.
"La decisión viola severamente la soberanía de Polonia. Es inaceptable que Bruselas presione a países soberanos y castigue a Gobiernos electos democráticamente", aseguró el viceprimer ministro húngaro, Zsolt Semjén, a la agencia MTI.
Hungría y Polonia también han hecho equipo con Eslovaquia y República Checa y, más recientemente, Austria para oponerse a las políticas de reparto solidario de refugiados en los países comunitarios.